Capítulo 24: Hacia otra costa

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A la orilla de una costa pacífica, Naruto emergía súbitamente del agua. Yoruichi Shihouin se acercó a él rápidamente, ataviada con el entallado traje de la materia oscura y una enorme sonrisa en el rostro.

- ¿Todo bien, dueño-amo?- Cuestionó la pelimorada, mirando expectante y un tanto embobada a su hombre, que llevaba su ropa pegada al cuerpo por efecto del agua

- Todo perfecto- Replicó con discreta sonrisa el Arma Definitiva -¿Cómo ha resultado todo?-

- Como me lo ordenó, envié un mensaje encriptado hacia Kumo con el fin de dar a conocer el hecho de la caída de Nami- Replicó la morena, con sonrisa ansiosa

- Lo hiciste bien, gatita- El rubio acarició suavemente la mejilla de su esclava

- Gracias, mi dueño- Susurró mientras restregada su cara en la mano Uzumaki -Vivo para servirlo como la mascota-esclava que soy...-

- Bien, sólo queda esperar a las otras dos para irnos de este horrendo lugar- Volteó hacia la espalda de la sensual morena -Y parece que no deberemos esperar mucho...-

Tras Yoruichi, llegaba una sonriente Tsume acompañada por la solemne Tsunami Ameno. El punto de reunión era la playa aledaña a Nami, para evitar en lo posible que fueran vistos y todo el caos desatado tras la muerte de Gatou y posteriormente de Tazuna quedara a los ojos del mundo como el descontrol de los mercenarios contratados por el traficante, que terminó por costarle la vida y posteriormente derivara en una lucha de poder que acabaría por destruir Nami como aldea, lo que incitaría a las naciones cercanas a invadir esa tierra, provocando una guerra de baja intensidad...

- Listo, Naruto-sama...- La peliazul realizó una reverencia respetuosa antes de comenzar a dar su reporte -Como ordenó, encontré la forma de que el viejo y ese mocoso insoportable murieran dentro de la casa...- Tsunami sonrió de forma sombría -Tantos años de fingir valieron la pena... Sólo me hubiera gustado ver la angustia en el rostro de ese enano, sabiendo que se acercaba el fin sin que pudiera hacer nada por evitarlo y más que nada, el rostro del vejete al darse cuenta de que su fin estaba cerca... Aunque posiblemente no tuvo tiempo ni siquiera para reaccionar-

- Bien hecho, Tsunami, realmente lo hiciste bien- El Arma Definitiva asintió conforme -¿Y qué hay de ti, perrita?-

- ¡El tiro fue perfecto, dueño-amo!- La castaña declaró entusiasta -Ese horrendo viejo murió ante los imbéciles a los que contrató sin que pudieran ver de dónde había llegado el Kunai que le atinó justo al centro de la frente- La hembra Inuzuka sonrió feliz -¿Mi amo me recompensará por mi labor?-

- Yo también quiero recompensa, amo...- La mujer Shihouin hizo un infantil puchero -Una dura, larga y embarazadora recompensa...-

"¿A-Amo...?" Tsunami mostró confusión en su semblante...

Aquellas dos compañeras que pudo identificar por su peculiar y sobretodo, revelador uniforme, parecían dos putas en celo más que eficientes Kunoichi, ya que se le restregaban descaradamente a su amado Sensei y líder de clan, como si desearan seducirlo para copular con él. Ahogó una expresión de sorpresa cuando lejos de mostrarse reacio, su adorado Naruto-sama las tomó de la cintura mientras las dos lamían su rostro descaradamente con los ojos cerrados.

- Tendrán que esperar, zorras- El chico manoseaba cínicamente los dos traseros cubiertos por la materia oscura mientras que las dos mujeres hacían lo propio con los firmes y tonificados glúteos Uzumaki -Hay que irnos con rapidez de aquí-

- Como diga...- Dijeron las mascotas-esclavas a coro, visiblemente desilusionadas

- Hm... ¿Sucede algo, Tsunami-chan?- Cuestionó el rubio a su estudiante

Uzumaki's Strongest WeaponDonde viven las historias. Descúbrelo ahora