Roommate au 리니 - 𝐉𝐧𝐤 - 𝐋𝐥𝐦

papá maldito

Capítulo dedicado a BPJisooBP ♡︎

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Al día siguiente después de haberse despedido de Lisa en la entrada del edificio con un beso y haber saludado a la rubia, con quien tuvo una seria conversación sobre su calzado arruinado por Kuma, descansó la mayor parte del día y pudo disfrutar lo que quedaban de sus maravillosas vacaciones.

Con Rosé en la cocina y ella recostada en el sillón con las prendas más sueltas que tenía, escuchaba todo lo que había disfrutado la rubia en esos meses en los que no se vieron. Reían por cada situación penosa qué pasó Rosé en su viaje. Jennie no quería y tampoco podía contar mucho de su viaje, ya que sabe que Rosé se enteró que la pasó con Lisa, y no quería poner el ambiente incómodo, así que se limitó a escucharla perfectamente mientras el aroma de la comida llenaba sus fosas nasales.

Y lo único que le pudo contar antes de que fuera interrumpida en su pequeña historia, fue el hecho de que se tatuó, cosa que sorprendió mucho a Rosé.

-Yo voy -dijo Jennie al escuchar el timbre y toques en la puerta sonar. Y sin dejar de escuchar las mini aventuras que tuvo Rosé, se detuvo a abrir la puerta de entrada. Su tarde iba tan bien, juraba que sí; y ahora sólo quería meterse a su cuarto y no salir nunca de él.

-Tú otra vez -la voz gruesa del hombre la intimidó un poco, sólo un poco. Su porte la ponía nerviosa, pero no lo demostró.

-Buenas tardes, querida. Perdónanos por venir sin avisar, ¿está Rosé? -la elegante madre de Rosé le regaló una sonrisa en modo de disculpa por la actitud del hombre grotesco a su lado.

Jennie asintió dejándolos pasar sin pronunciar ninguna palabra. Y escuchando la sorpresa de Rosé que, al parecer tampoco sabía, Jennie suspiró cerrando la puerta. Ahora sólo le quedaba esperar que todo fuera bien, porque al parecer a ese hombre de mayor edad no le agradaba mucho.

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La comida que rápidamente por la hora se convirtió en cena, transcurrió en "armonía", pero no tuvo nada de armónico y agradable el que la castaña estuviera soportando las miradas de odio del padre de Rosé y que prácticamente la callara cuando la madre de la rubia trataba de integrarlo a su conversación.

Jennie supo en ese momento que esa fue la peor tortura que le pasó, ya ni cuándo estaba con sus primos (familiares que no le agradaban mucho) se sentía tan odiada.

Rosé en silencio se disculpaba tantas veces como pudo con ella, pero no la culpaba por tener un padre tan odioso, controlador y machista como lo era él. Odiaba más que siempre callara a Sun Hee, linda progenitora del rubio, y le recalcara que sólo hablaría cuando él le dijera.

La rubia quería defender a su madre, no supo en qué momento la relación de sus padres se había vuelto así, pero la quería sacar de ahí. Todos querían huir de esa mesa, ignorar la existencia de ese hombre horrible y descansar en paz. Pero no podían, al menos hasta que la hora de la comida se acabara o hasta que el señor Park le recalcara a su hija lo que tenía que hacer con Lisa dentro de unos meses.

-¿Casarme? ¿Tú estás loco o algo así, no? -el puño de su padre se estrelló contra la mesa pidiéndole respeto.

Jennie al escuchar esa palabra quiso írsele encima, y más cuando ella ya sabía (porque la había visto) que su hija no estaba más con la azabache.

Después de una gran y larga discusión, y por más que la castaña intentara huir, terminó la cena junto con la familia Park. Una vez su compañera se despidió de su madre, recomendándole que, si llegaba a pasarle algo, siempre acudiera a ella; y disculpándose por milésima vez desde que llegaron, se fueron a descansar.