Roommate au 리니 - 𝐉𝐧𝐤 - 𝐋𝐥𝐦

ha pasado un tiempo

capítulo dedicado a lisitomanoball

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Mirando sorprendida de quién se trataba al entrar en aquel estudio para ir en busca de sus cosas que había olvidado después de terminar su sesión e ir a comer, se quedó quieta, sintiendo el peso de su mirar en ella.

Estaban solas y ninguna decía nada, estaba un poco lejos de ella, pero podía verla claramente. No había cambiado mucho... quizá eso le agradaba, ya que a pesar de tener esa edad, seguía viéndose como aquella joven de veinticuatro años que conoció hace mucho tiempo y lucia perfecta. Tal como la recordaba en aquellos años.

Lisa se veía increíble a sus ojos.

Conservada, diría ella.

Por otra parte, Lisa seguía en shock a pesar de seguir con la mirada el caminar de la contraria en busca de algo que desconocía. No sabía si hablarle, si quedarse en silencio o siquiera dirigirle un saludo.

¿Cómo se saludaba al amor de tu vida de hace cinco largos años? Donde, a pesar de haber mejorado en muchos aspectos, el sentimiento seguía intacto. Como si sólo se hubieran dejado de ver por cinco minutos.

Era difícil, tan difícil en ese momento como ver cómo la chica a la que no había visto en demasiado tiempo iba en dirección a ella, desviando la mirada a cualquier lado a excepción de ella.

Ah, tan difícil para ver a dos amantes verse de nuevo. Como si sus sentimientos nunca hubieran cambiado y la emoción de esos corazones latientes por la otra nunca hubiera cesado.

—Hola —pronunció en voz baja la de tez canela, quedando a unos metros de distancia suya.

Lisa juraba querer hablar y contestarle, pero verla ahí parada, con ese cabello que a simple vista se miraba sedoso, con esas delicadas facciones y esos labios que por muchas noches había extrañado, era... simplemente sorprendente.

—Hola, Jennie —respondió antes de que su silencio se prolongara más de lo normal y se creara un silencio incómodo para ambas—. Tanto tiempo sin verte.

—Digo lo mismo —susurró delicadamente, pasándose la mano por el cabello con nerviosismo.

No estaba preparada para un encuentro de tal magnitud y no sabía que decir. En su mente ya había formulado desde mucho antes la conversación que tendría con Lisa si en algún punto de su vida personal o profesional se la topaba; pero estando ahí, frente suyo, no podía formular palabra alguna o al menos algo de lo que planeaba decirle.

—¿Por qué estás aquí? —la mirada de Lisa bajó al piso nervioso como si fuera aquella chica de quince años que alguna vez fue y estuviera presenciando a su crush desde muy cerca—. Digo, en la empresa, nunca te había visto.

—Algunas veces trabajo aquí, cuando nuestra revista necesita renovar, venimos a fotografiar idols o actores, lo que caiga primero —contestó jugando con el anillo de su dedo corazón que se había puesto ese día. Los anillos delgados de plata que se había comprado para reemplazar el que Lisa le había regalado años atrás.

Y qué bueno que se había puesto esos. Ese día tenía muchas ganas de colocarse el otro por lo bonito que era —aunque eso es lo que se decía así misma, queriendo convencerse—.

—Oh, eso es genial —Lisa de pronto sintió calor, queriendo desabotonarse los primeros botones de su camisa blanca. No había previsto algún encuentro de esa magnitud que la tuviera de esa manera y no sabía cómo actuar frente a ella.

Quería también disculparse por muchas cosas, demasiadas diría ella. Pero no tenía idea de cómo abordar el tema.

Jennie la miraba, inspeccionándola y suspirando en su mente por lo bien que se veía la Lisa de 30 años.