19 | Conexión

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— Cariño, ven con Mami. — Despego la vista de la hoja blanca en la que estaba dibujando y me dirijo hacia el escritorio de mi Mami.

Rachel está profundamente dormida sobre el pecho de mi Papi, quién también está dormido. Los dos están en el sillón de la sala. Estaban viendo un programa de televisión hasta que se durmieron.

Mientras que mi Mami y yo estamos en el segundo piso de la casa, en la oficina de mi Mami. Ella está concentrada en su computadora y yo estoy haciendo un lindo dibujo con mis nuevos marcadores.

— ¿Sucede algo Mami? — Hablo un poco bajo al notar el ceño fruncido de mi Mami. Me acerco lentamente hasta ella y cuando ya estoy a su lado siento cómo soy levantada del suelo y sentada en las cómodas piernas de mi Mami. Busco sus ojos y cuando conectamos miradas ella me muestra una sonrisa que me tranquiliza y siento sus labios posarse en mi frente.

— Sabes que te amo ¿Verdad? — Asiento un poco confundida por su repentina frase. Claro que lo sé. Siempre me lo demuestra. — A tu hermana y a tu Papi también. Y siempre voy a querer lo mejor para ustedes. — Siento cómo llena mis mejillas de muchos besos y termina con uno en la punta de mi nariz. Yo suelto una suave risa por las cosquillas.

— Yo también te amo. A los tres por igual. — Confieso y la abrazo fuerte. Siempre voy a estar agradecida por la familia que tengo, es lo mejor que me ha pasado.

— Te tengo que decir algo bebé. Tu Papi y tu hermana ya lo saben, sólo faltas tú. — Mi corazón empieza a latir muy fuerte. ¿Qué me va a decir? ¿Por qué soy la última en enterarme? — No te asustes cariño, no es nada malo. — Mi Mami me tranquiliza mientras me da suaves masajes en la espalda.

— ¿Hice algo mal? — Hablo y los nervios se apoderan de mí.

—No, no, no corazón. No haz hecho nada malo. Lo que sucede es que hace dos semanas me llegó un correo con los resultados de tus exámenes de sangre. — Me paralizo por un segundo. Recuerdo la vez en la que mi Papi me llevó al Doctor donde me pesaron, me midieron y al final me extrajeron sangre. No tengo un buen presentimiento. — Ahí, en el correo, el Doctor especificó que encontró una pequeña anomalía. En pocas palabras necesitas subir un poco de peso en un mes o sino tendríamos que quedarnos unos días en el Hospital. Pero no queremos eso ¿verdad?— Mi Mami habla siempre mostrándose tranquila pero sé que es un tema delicado.

Mi mente se llena de muchos pensamientos. No me gusta que mis Papis se preocupen así por mí. Quisiera estar completamente sana y así quitarles estas preocupaciones a ellos. No me gusta verlos así de afligidos por mi culpa, así que voy a hacer cualquier cosa para estar saludable.

— Lo siento, lo siento. Haré cualquier cosa para estar bien, pero no quiero ir al Hospital. No quiero verlos preocupados.— Hablo rápidamente mientras juego nerviosamente con los dedos de mis manos.

Mi mágico mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora