- Ariana, ¿Qué te hemos dicho Papi y yo sobre decir mentiras?.
- Que son malas y nunca las debo decir. Lo siento - Digo ahora arrepentida y jugando con mis dedos.
- Eres nuestra bebé, y una bebé no puede decir mentiras. ¿Entendiste?
- Si Mami - Le c...
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— ¿Estoy bien peinado? — Le pregunto a Lucas mientras trato de acomodar mi cabello.
— ¡Que sí! Ya me haz preguntado como 10 veces. — Mi hermano habla rodando sus ojos. — No entiendo por qué te esmeras en arreglarte si te ves igual que todos los días. — Suelta una risa burlona y ahora yo lo miro mal.
Estamos en el sillón de la sala viendo nuestras caricaturas favoritas.
— Es sólo que quiero estar presentable y decente. — Expreso mientras sacudo el suéter que llevo de suciedad inexistente.
—¿Qué? — Lucas me lanza una mirada de confusión y yo suelto un suspiro de frustración. — ¡Oh, ya sé! ¡Estás así porque Ariana y Rachel vienen hoy! ¿Verdad? — Empieza a dar suaves saltos en el sillón por adivinar mis pensamientos.
— ¡Eso no es cierto! Simplemente hoy quería vestirme bien y mi Papi Tom me ayudó. — Trato de negarlo y me invento cualquier excusa.
— ¡Es por eso que hoy lloraste porque tu camisa de dinosaurio favorita estaba en la ropa sucia y no la pudiste usar!. — Mi hermano suelta una fuerte carcajada.
— ¡H-hey! No le digas eso a nadie. — Agacho la mirada a mis piernas desnudas por el pantalón corto que tengo puesto.
Hoy haremos una pijamada con Ariana y Rachel. Llevamos más de un mes convenciendo a nuestros Papis y tíos para poder hacerlo y hasta hace poco aceptaron. Y ya llegó el día. Hoy le pedí a mi Papi Tom que me vistiera lo más lindo que pudiera. Simplemente quería hacerlo, no es porque voy a ver a Ariana y quiero estar bien para ella.
¿Qué? Eso no es verdad.
¿O si?
Cuando mi Papi Tom me dijo que mi camisa estaba sucia me puse a llorar porque esa es la que más me gusta y no quería usar otra. Luego mi Papi me tranquilizó y me vistió con un suéter nuevo que es muy calientito y cómodo; también me calmó diciéndome que yo me veo lindo con todo y que no llorara.
Yo le dije que me quería ver bien hoy para Ariana.... y para Rachel y mis tíos. Mi Papi simplemente rió y me besó mis mejillas. Cuando me di cuenta, Lucas estaba escondido detrás de la puerta escuchando toda nuestra conversación y ahora sabe más de lo necesario.
— ¡A Harry le gusta Ariana! ¡A Harry le gusta Ariana!¡A Harry le gus... — Rápidamente me levanto del sillón y me lanzo encima de mi hermano para taparle la boca de forma juguetona.
— ¡Cállate! ¡Eso no es cierto! — Hablo encima de mi hermano tratando de que no se vaya a contarle a nuestros Papis. Ellos están en la cocina.
De un momento a otro Lucas deja de moverse y yo lentamente me alejo de él sin quitarle aún la mano de su boca. Puedo sentir cómo sonríe maliciosamente.
