20 | Abuelos

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— ¿Y si no les caigo bien? — Le pregunto a mi Papi jugando con los dedos de mis manos. 

— Ellos te amarán corazón, estoy seguro. — Él me tranquiliza dándome un beso en mi frente.

Nos encontramos en el cuarto de mis Papis esperando a que mis abuelos lleguen de visita. Nunca los he conocido y estoy nerviosa de no caerles bien. Ellos son los Padres de mi Papi, ya que mi Mami sólo tiene a su Padre y él vive en otro país. 

Rachel y mi Mami están a mi lado muy concentradas en la novela que dan en las tardes por la televisión. Yo estoy tan nerviosa que no le he podido prestar atención al capítulo de hoy.

— Mis Padres llegaron. — Habla mi Papi al escuchar el timbre de la puerta principal. Mis manos empiezan a sudar. — Vamos bebé. — Mi Papi me baja de la cama para dejarme en el suelo y tomarme suavemente de la mano para así dirigirnos a las escaleras y llegar al primer piso. Mi Mami hace lo mismo con Rachel.

Trato de ir lo más lento posible y mi Papi no me reprocha. Él siempre me da mi tiempo en situaciones nuevas para mí. 

Veo cómo mi Mami y Rachel se adelantan y abren la puerta principal.

—¡Abuelitos! — Mi hermana habla emocionada mientras corre y se lanza a abrazar a un hombre no mayor a los 55 años.

— ¡Hola pastelito! — La mujer a su lado habla feliz mientras besa repetidas veces la mejilla de Rachel.

—¡Pero mira que grande estás! Haz crecido mucho. — El mismo hombre expresa mientras rebota a mi hermana en sus brazos. En un momento inesperado lanza a Rachel al aire y luego la atrapa de nuevo. Yo abro los ojos impresionada mientras que mi hermana suelta una carcajada.

— Los extrañé mucho. — Rachel abraza por el cuello a las dos personas que ahora conozco como mis abuelos.

— ¡Hola! Hace mucho no nos veíamos. ¿Cómo han estado? — Mi Mami se acerca y les da un cariñoso abrazo y beso en la mejilla a cada uno. Mi hermana es puesta en el suelo nuevamente.

— ¡Querida! Mírate, estás radiante. ¿Qué te haz hecho? — La mujer le pregunta a mi Mami mientras toma sus dos manos entre las suyas y la inspecciona de pies a cabeza con una sonrisa amigable. 

—¿Yo? Estoy igual que siempre. — Veo cómo las mejillas de mi Mami toman un lindo color rojo al darse cuenta que todos tienen los ojos en ella. Últimamente varias personas le han dicho eso a mi Mami cada vez que la ven. Sé qué es por la lactancia, ya que se ve más alegre y rejuvenecida, pero le da pena admitirlo.

—Mamá deja a mi esposa tranquila. Hola Papá. — Mi Papi habla mientras les da un fuerte abrazo a cada uno.

— Hola hijo. Llevo esperando que nos invites a venir desde hace mucho tiempo, hasta que por fin lo hiciste. — El hombre le palmea el hombro a mi Papi juguetonamente y todos sueltan una suave risa.

Mi mágico mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora