— ¿Ya vamos a llegar? — Dice mi hermana Rachel cruzándose de brazos.
Llevamos alrededor de 2 horas dentro del auto. No tengo ni idea de dónde nos estamos dirigiendo pero Mami nos dijo que un bebé de unos amigos está cumpliendo años y que nos invitó a su fiesta.
Eso me inquieta un poco, porque no me gusta estar alrededor de mucha gente que no conozco y me da un poco de ansiedad al sólo pensarlo. Pero Rachel me calmó diciendo que no me va a dejar sola y que ella conoce a todos los bebés que van a estar en esa dicha fiesta.
Eso me calma un poco, pero no del todo.
Hoy Papi nos vistió, ya que Mami tuvo que organizar unos documentos de su trabajo. Estoy usando un hermoso suéter rosa y una falda blanca corta, pero que afortunadamente no se nota mi pañal. Rachel, en cambio, usa un overol blanco con una blusa naranja.
— Cariño, haz hecho esa misma pregunta 5 veces en los últimos diez minutos. Tranquila, ya falta poco para llegar. — Dice Mami girándose levemente en su asiento para dirigirle una mirada fugaz a Rachel.
Voy tranquila en mi sillita viendo los hermosos paisajes que hay a través de la ventana cuando siento un leve tirón en mi vejiga.
Oh, no.
Trato de aguantar lo que más puedo, porque no quiero llegar a la fiesta y que todos se den cuenta que ensucié mi pañal. Sería muy vergonzoso. Pocos minutos después no aguanto más y empiezo a vaciar mi vejiga. No me gusta la sensación pegajosa que siento entre mis piernas y por esto mis ojos se llena de lágrimas pero rápidamente me limpia la cara al ver con mi Papi estaciona el auto enfrente de una hermosa y gigante casa.
Estoy perdida.
No puede ser.
No puedo dejar que nadie sepa que me hice pis encima.
— Abajo bebé. — Cuando me doy cuenta mi Papi ya está frente a mi desabrochándome los cinturones de mi sillita y poniéndome en el suelo. Miro impresionada a Rachel de la mano de mi Mami dirigiéndose a la puerta principal de la casa frente a nosotros. ¿En qué momento se bajaron del auto? Ni cuenta me di.
—¿Que tienes cariño? — Me pregunta Papi al ver que camino extraño y un poco incómoda.
—N-nada.— Soy muy mala mintiendo.
— ¿Segura?— Sé que ya está sospechando pero aún así no me lo pregunta directamente.
— Sí. Vamos que Mami nos está esperando.— Esquivo su pregunta tomándolo de la mano y llevándolo al lado de mi hermana y de mi Mami.
Cuando los 4 estamos juntos escuchamos como la puerta frente a nosotros se abre y aparecen dos hombres iguales de altos que Papi y vestidos elegantemente.
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Mi mágico mundo
Romance- Ariana, ¿Qué te hemos dicho Papi y yo sobre decir mentiras?. - Que son malas y nunca las debo decir. Lo siento - Digo ahora arrepentida y jugando con mis dedos. - Eres nuestra bebé, y una bebé no puede decir mentiras. ¿Entendiste? - Si Mami - Le c...