Necesito esconderme en algún lugar. No debo dejar que la Señorita Miller me atrape.
Había un evento especial en el orfanato. Hoy vendrían varas parejas para poder buscar un bebé al cual adoptar. Pero yo no estoy interesada en eso.
Desde hace mucho me dejé de interesar en ser adoptada. Varias familias se habían acercado a mí para conocerme pero al darse cuenta de que mi temperamento es un poco fuerte salían corriendo. No es que lo haga a propósito, pero había perdido la confianza poco a poco.
Una vez, una pareja se me había acercado y yo estaba muy feliz. Empezaron a hacerme preguntas para conocerme mejor, hasta que preguntaron sobre mi edad y cuánto tiempo llevaba aquí en el orfanato.
Cuando les contesté que llevaba aquí desde los 11 años y que ahora tenía 18, ellos me mostraron su ceño fruncido. Me dijeron que ya no les interesaba porque ya llevaba demasiado tiempo aquí y que por algo no me habrían adoptado aún. En ese instante mis lágrimas empezaron a resbalar por mis mejillas, se me rompió el corazón. Yo simplemente quería caerles bien. Ellos me dieron una última mirada de desagrado y se alejaron de mí.
Desde ese día no confiaba en las parejas que iban al orfanato buscando bebés.
— ¡Rachel, ven aquí! — La Señorita Miller, quién era la Directora del orfanato venía detrás de mí intentando atraparme.
Quería estar toda la tarde en mi cuna, cómo lo hacía los días en los que habían visitas, pero la Señorita Miller me vistió con el uniforme y me hizo salir al jardín trasero con los demás bebés. Pero cuando me dejó sola yo aproveché esa oportunidad para salir corriendo de nuevo a mi cuna.
Mientras seguía corriendo volteé hacia atrás y ví a la Señorita Miller muy cerca de mí, así que aceleré mis pasos.
—¡Cuidado! — Escucho la voz de la Señorita Miller antes de chocar fuertemente contra algo y caer al suelo, golpeándome el trasero y la cabeza.
—Auch. — Hablo masajeándome el lugar del golpe y sintiendo mis ojos húmedos. Me dolió mucho.
—¡Oh por Dios! ¿Estás bien bebé? — Escucho la voz de un hombre frente a mí. Su voz es muy grave y ronca. Me asusté un poco.
Oh, oh. Ahora me metí en un problema.
— ¡Señores, lo siento mucho! — Exclama la señorita Miller mientras llega a mi lado totalmente agitada por intentar atraparme. — ¿Están bien?
— Cariño ¿estás bien? — Escucho una voz femenina muy suave y delicada, quién ignora perfectamente a la señorita Miller.
Lentamente alzo la vista y me encuentro a un hombre y una mujer frente a mí. Los dos son demasiado altos y están vestidos elegantemente. El hombre lleva un traje negro formal con una corbata de color azul oscuro mientras que la mujer a su lado tiene un vestido blanco pegado a su cuerpo que le queda un poco debajo de las rodillas con unos tacones no tan altos. Wow parecen famosos de televisión o algo así.
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Mi mágico mundo
Romance- Ariana, ¿Qué te hemos dicho Papi y yo sobre decir mentiras?. - Que son malas y nunca las debo decir. Lo siento - Digo ahora arrepentida y jugando con mis dedos. - Eres nuestra bebé, y una bebé no puede decir mentiras. ¿Entendiste? - Si Mami - Le c...