— Mami. — Hablo en un susurro.
Me encuentro en mi cuna con un terrible dolor de estómago. Aún es de madrugada, lo sé porque a través de la ventana de mi habitación se puede apreciar que el cielo aún está oscuro.
Hace unos diez minutos me desperté por un fuerte mareo y también porque mi pañal se siente húmedo. Sé que mi Mami me escuchó por el monitor de bebés que se encuentra en una mesita de noche; ella no tardará en venir por mi.
Me retuerzo en mi cuna porque no aguanto el dolor, además tengo una pijama de cuerpo completo que cubre mis manos y pies, lo que me hace sentir muchísimo calor en este momento.
—¿Qué sucede cariño?— Mi Mami entra a la habitación con su bata habitual de dormir.
—Me duele. — Me quejo poniendo mis manos sobre mi estómago.
—Oh bebé, tranquila. Mami ya está aquí. — Siento como me toma en brazos y me lleva al cambiador al sentir mi pañal sucio.
Cuando me quita mi pijama se da cuenta que estoy sudando mucho. Mi Mami me coloca su mano en mi frente y me confirma que tengo fiebre.
Ella se apresura a desabrocharme el pañal y limpiarme con toallitas húmedas. Yo empiezo a sollozar silenciosamente por lo mal que me siento.
—Ya cariño. Voy a hacer que te sientas mejor. — Cuando ya tengo un pañal limpio, veo que mi Mami me quiere poner otra vez la pijama. Empiezo a patalear y a quejarme para que no pueda ponérmelo, eso me haría sentir más calor. Mi Mami entiende y me deja solamente en un body rosa y el pañal.
—¿Quieres dormir con nosotros bebé? —Me levanta del cambiador y me deja sobre su cadera. Yo asiento y recuesto mi cabeza en su hombro.
Nos dirigimos al cuarto de mis papis. Cuando pasamos por la puerta veo a mi Papi saliendo del baño que tienen en la habitación. Cuando me ve se apresura a alzarme en brazos con una cara de preocupación.
—¿Que tienes bebé? Estás muy roja.— Cuando se da cuenta que estoy enferma me da un pequeño abrazo y se acuesta en la cama, dejándome recostada en su pecho. Mi oreja queda a la alturas de su corazón y escuchar sus latidos me tranquiliza y hace que olvide todos mis malestares por un momento.
A los pocos segundos escucho como mi Mami empieza a llenar la bañera para poder bajarme un poco la fiebre. Mi Papi empieza a darme suaves masajes en mi espalda y me relajo un poco.
Cuando estoy a punto de caer dormida siento como mi Papi se levanta y se dirige al baño. Me deja sentada en el inodoro para despojarme de las dos únicas prendas que estoy usando. Cuando me voy a dirigir a la bañera, siento unas incontrolables ganas de vomitar, mi Papi se da cuenta y me deja frente al inodoro para vaciar mi estómago. Cuando termino de expulsar todo, empiezo a sollozar fuertemente porque me duele ahora la garganta por vomitar.
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Mi mágico mundo
Romance- Ariana, ¿Qué te hemos dicho Papi y yo sobre decir mentiras?. - Que son malas y nunca las debo decir. Lo siento - Digo ahora arrepentida y jugando con mis dedos. - Eres nuestra bebé, y una bebé no puede decir mentiras. ¿Entendiste? - Si Mami - Le c...