4 | Pelea y Castigo

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Todo es muy injusto.

Pero primero, voy a explicar cómo empezó este día.


Yo estaba en la cama de mis papis coloreando mi nuevo libro con distintos dibujos de Disney. Me lo regaló mi Papi ésta mañana antes de irse a su despacho en el primer piso de la casa para terminar unos asuntos de su trabajo. A Rachel no le regaló uno porque aún seguía dormida, pero el me comentó que apenas se despertara le regalaría su propio libro.

Estaba tan concentrada coloreando que me asusté cuando por la puerta entró mi hermana en los brazos de mi Mami porque se acababa de despertar. Rachel es puesta a mi lado en la gigante cama todavía un poco somnolienta.

— Voy a hacer el desayuno, por favor no hagan nada malo. Confío en ustedes.— Mi Mami nos deja un beso en la frente a cada una antes de salir por la puerta de la habitación.

Cuando mi hermana está totalmente despierta, decide hablar.

— ¿Qué es eso?— Pregunta señalando mi libro con su dedo índice.

—Es mi nuevo libro para colorear. ¡Es de Disney! ¿No es genial?— No puedo ocultar la alegría por mi regalo.

Rachel en vez de sonreír, tiene el entrecejo fruncido.

—¿De donde lo sacaste?— Tiene una voz seria que no me gusta para nada.

— Me lo dio mi Papi ésta mañana— Le digo inocentemente.

—¿Qué? ¿Y porqué a mi no me dio un libro como el tuyo?— No me gusta ésta actitud que tiene Rachel.

— Porque mi Pap...— No termino de hablar porque mi hermana me quita mi libro y los colores que tenía en mis manos para ella empezar a usarlos como si le pertenecieran —¿Q-qué haces?— Mi voz sale en un susurro porque no puedo creer lo que Rachel acaba de hacer.

—¿Pues que crees? Voy a colorear yo primero los dibujos que quiera porque soy la hermana mayor y tú tienes que hacer lo que yo diga. — ¿Qué? Eso no tiene sentido.

—P-pero eso es injusto. — No aparto la mirada de cómo mi hermana está coloreando. Literalmente está haciendo rayones fuera de las líneas de los dibujos y arrugando las hojas.

—No me importa. — Cuando empieza a arrancar las hojas de mi libro, ahí si me enfado. Me doy cuenta que mi hermana tiene celos porque a mi me regalaron algo y a ella no.

Simplemente debió darme tiempo para explicarle que mi Papi le daría uno igual después de que se despertara. Pero no, ella decidió destrozar mi libro. 

Nunca la había visto así conmigo.

— ¡Es mio! — Le grito a Rachel con los ojos llorosos por la rabia que siento en este momento.

Mi mágico mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora