- Ariana, ¿Qué te hemos dicho Papi y yo sobre decir mentiras?.
- Que son malas y nunca las debo decir. Lo siento - Digo ahora arrepentida y jugando con mis dedos.
- Eres nuestra bebé, y una bebé no puede decir mentiras. ¿Entendiste?
- Si Mami - Le c...
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- Prefiero quedarme aquí. No quiero que mi Papi se quede solito. - Miro a mi Mami y a Rachel quiénes están en el umbral de la puerta principal listas para salir.
- ¿Estás segura? Porque si mi Mami me compra un helado por haberla acompañado no vas a llorar después. - Habla Rachel con tono de superioridad para hacerme enojar, pero no lo logra.
- No lloraré. - Le hago saber subiendo mis hombros restándole importancia. - Vayan tranquilas, aquí las espero. - Me acerco a mi Mami y le doy un abrazo como despedida.
Hoy mi Mami tiene que ir al supermercado porque a mi hermana y a mi ya se nos acabaron los pañales, toallitas húmedas, talco y las burbujas para la hora del baño.
Rachel decidió acompañarla, en cambio yo preferí quedarme con mi Papi porque desde ésta mañana he sentido dolor de estómago y me ha dolido un poco la cabeza.
Para esto mi Mami me dio una taza de té caliente.
- Está bien cariño. Te amo, adiós. - Rápidamente mi Mami me da un beso en mi frente y toma la mano de Rachel para así salir de casa.
Suelto un suspiro y me dirijo a la oficina de mi Papi que queda en el segundo piso.
Toco suavemente la puerta.
- Sigue hija. - Escucho la voz de mi Papi al reconocerme por la manera en la que toqué la puerta.
Abro lentamente y ante mí aparece un gran escritorio. Detrás de él está mi Papi hablando con alguien por teléfono mientras escribe algo en una hoja blanca.
Con pasos lentos me dirijo hacia él en silencio intentando no interrumpir lo que está haciendo. Cuando llego a su lado estiro mis brazos en su dirección para ser cargada.
- Ok. Esperaré su llamada Señor Clarks. Adiós. - Veo cómo cuelga el teléfono y me toma por mis axilas para sentarme en su regazo. Satisfecha me recuesto en su hombro. - ¿Tu Mami y Rachel ya se fueron corazón? - Sólo asiento con mi cabeza. - ¿Y porqué no fuiste con ellas? - Siento cómo me empieza a dar suaves masajes en mi cabeza que hacen que me relaje. No quiero decirle que no fui por mi pequeño malestar, así que busco otra razón.
- Porque no quería que estuvieras solito. - Hablo en un susurro cerrando los ojos relajada con los masajes en mi cabello.
- Aww bebé. - Me deja un suave beso en la frente. -Eso significa que hoy tengo la mejor compañía del mundo.- Siento cómo empieza a hacerme pequeñas cosquillas y suelto suaves carcajadas.
Los siguientes 10 minutos me la paso en la misma posición hasta que mi Papi me dice que por fin terminó su trabajo y que podemos hacer lo que yo quiera.
Aún no tengo mucho ánimo, así que simplemente le digo que quiero ver películas en la habitación de ellos. Mi Papi acepta felizmente.
Antes de salir de la oficina le hago saber que tuve un pequeño accidente y que necesito un cambio. Siento mis mejillas calentarse.
