23 | Dentista

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— Mami, cuando Ariana se despierte ¿Podríamos jugar en el jardín? — Hablo separando mis labios del pezón izquierdo de mi Mami.

— Claro amor. Pero sólo hasta que esté lista la cena. — Me responde mientras peina delicadamente mi largo cabello.

Yo asiento y rápidamente dirijo mi vista hacia el seno que me da de beber. Es demasiado grande. Cuando sea mayor quiero tenerlos así como los de mi Mami.

 Lentamente dirijo mi vista hacia mi pecho y formo un puchero. Literalmente no tengo nada.

—¿Que pasa bebé? ¿Por qué esa cara? — Mi Mami toma  mi mentón entre sus dedos y lo levanta.

— ¿Por qué yo no los tengo iguales que los tuyos? — Veo cómo mi Mami frunce el entrecejo sin entender a lo que me refiero. — Tú los tienes muy grandes y yo no tengo absolutamente nada.

Veo cómo mi Mami sube sus cejas ahora entendiendo todo. Suelta una pequeña risita y me mira con comprensión.

—Porque cada cuerpo es diferente y eso está bien. Tú eres hermosa tal y cómo eres. Además, mi cuerpo debe adaptarse a varios cambios, cómo por ejemplo el poder darles leche para que crezcan sanas y fuertes.— Cuándo termina de hablar se acerca a mí y llena mi cara de besos que generan varias cosquillas haciéndome soltar una carcajada.

No me preocupo por reírme fuerte ya que Ariana se encuentra dormida en su cuna, mi Papi está en su despacho terminando algo de su trabajo, y mi Mami y yo estamos en su habitación encima de la gran cama. 

Mi Mami está con su espalda apoyada en el respaldo de la cama mientras me sostiene en su regazo con mi cabeza apoyada en uno de sus antebrazos.

Cuando tomo leche siempre estoy acostumbrada a hablar con mi Mami. No cómo Ariana que ella sólo bebe en silencio y se duerme rápidamente.

Me acomodo nuevamente y miro de nuevo el gran pecho de mi Mami que está al descubierto. Ella al verme dudar, toma suavemente mi cabeza y la empuja hacia delante. Sin pensarlo demasiado abro mi boca y me acerco al pezón de color café claro y lo tomo entre mis labios. Con mi lengua palpo el ahora duro pezón y juego con él por un momento.

Dirijo mi vista a mi Mami y ella está totalmente concentrada viendo su programa de televisión favorito sin prestar demasiada atención a lo que hago. 

Frunzo mis cejas en señal de molestia. No me gusta cuándo se distrae con otra cosa mientras tomo leche así que, sin pensar realmente en lo que voy a hacer, muerdo con mis dientes el pezón que tengo en mi boca.

La reacción fue inmediata.

Mi Mami suelta un pequeño grito de dolor y separa rápidamente mi cabeza de su cuerpo. 

—¡Auch! ¡Rachel por qué hiciste eso! — Me dirige un mirada de rabia que me hace estremecer. Simplemente quería su atención mientras me dormía tomando leche. No quería que se enojara conmigo.

Mi mágico mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora