— Les prometo que no haré ningún ruido, nadie notará mi presencia. Pero por favor, no me dejen ahí. — Hablo con lágrimas cayendo por mis mejillas.
— Cariño, nosotros sabemos que eres la bebé más obediente del mundo, pero no podemos llevarte con nosotros al trabajo. Tenemos varias conferencias con socios muy importantes y es imposible poder cuidarte a ti y a tu hermana. — Mi Papi me explica dirigiéndome una mirada comprensiva a través del espejo retrovisor del auto.
Éste día no me está gustando para nada.
Mis Papis nos despertaron a Rachel y a mí muy temprano, a las 6 de la mañana, para decirnos que hoy tiene mucho trabajo y por esto nos van a dejar a una guardaría.
Si exacto, una guardería.
Rachel se puso muy contenta porque ella ya ha ido varias veces allí. No entiendo su felicidad.
Mi Mami me explicó, mientras me vestía, que desafortunadamente mis tíos Erick y Tom no nos podían cuidar hoy porque están en otra ciudad visitando a sus padres, los abuelos de Harry. Así que la última opción fue la guardería.
No quiero ir. Me quiero quedar con mis Papis.
Pero al parecer ellos no me entienden.
No sé cómo será esa dichosa guardería y no quiero saber. El simple hecho de pensar que me dejarán con bebés y cuidadores extraños me hace temblar y me llegan recuerdos de cuando estaba en el orfanato sola esperando que una familia me adoptara.
Definitivamente no.
— Tranquila Ari, estarás conmigo. No te pasará nada malo. — Rachel, quién está en su sillita del auto a mi lado izquierdo, me toma de la mano y me da un suave apretón enseñándome una suave sonrisa. — Además, las cuidadoras son muy amables y hay demasiados juguetes.
— Así es corazón. No te preocupes, te divertirás tanto que no tendrás tiempo de extrañarnos. — Mi Mami habla volteándose en su asiento para poder limpiarme las lágrimas de mi rostro.
— Llegamos.
Cuando escucho esa palabra empiezo a llorar de nuevo.
Miro por la ventana del auto y me encuentro con un pequeño edificio de tres pisos decorado totalmente de unas lindas caricaturas muy bien pintadas en las paredes. Es muy colorido y está en una zona privada que se encuentra alejada a cualquier carretera principal por la seguridad de los bebés. También veo cómo varios Papis acaban de llegar para dejar a sus bebés en la dichosa guardería.
— ¡Papi! ¡Ahí está mi amiga Amber! Hace mucho que no la veo. — Rachel está muy emocionada. Ya quisiera yo estar así de feliz.
—Es cierto cariño, ve a saludarla. — Mi Papi baja a Rachel del auto y ella se acerca rápidamente a una chica de nuestra misma estatura, cabello pelirojo hasta su cintura y unos ojos azules muy claros. Se dan un corto abrazo y entran juntas a la guardería, mi Mami va detrás de Rachel.
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Mi mágico mundo
Romance- Ariana, ¿Qué te hemos dicho Papi y yo sobre decir mentiras?. - Que son malas y nunca las debo decir. Lo siento - Digo ahora arrepentida y jugando con mis dedos. - Eres nuestra bebé, y una bebé no puede decir mentiras. ¿Entendiste? - Si Mami - Le c...