Infancia arrebatada (xicheng, wangxian, xuanli)

cap 1

 En una cuarto oscuro iluminado únicamente con la luz de lámpara de noche, el único mueble del cuarto era una cama en ella dos cuerpos moviéndose, una de gran altura y otra pequeña.

La cabecera de la cama golpea la pared, la figura pequeña llora y ruega para que la figura del hombre se detuviera, mientras con toda la fuerza de sus pequeños y delgados brazos se peleaban para sacar aquel cuerpo encima suyo. En su oído siente y escucha el aliento y los jaleos que suelta el hombre, en su mente suplica la ayuda de su madre.

Sus ojos apenas logran abrirse, mira el rostro del hombre sus lágrimas dificultan su visión, al observar el rostro del hombre hace que suelte más lágrimas, suplica a gritos de que se detuviera. Los movimientos del hombre se volvieron más rápidos el pequeño niño ya sabía que se significaba eso y no se equivocó sintió un líquido espeso y caliente rellena su interior, clava más profundo sus uñas en la piel del hombre y con un grito desgarrador sale de su ya garganta lastimada.

—¡¡¡¡No!!!— un joven se despierta de una pesadilla o mejor dicho uno de sus peores recuerdos de la infancia. Sus ojos recorren su cuarto esquina por esquina, siente como aun salen lágrimas de sus bellos ojos.

A segundo de su despertar, la puerta de su cuarto trata de abrirse pero es imposible ya que está bajo llave el picaporte se mueve de un lado para el otro —Jiang cheng soy yo, soy mamá por favor ábreme la puerta.

Jiang Cheng no sabía qué hacer, no sabía si abrir la puerta y dejarla entrar o ignorarla, comenzó a morderse las uñas y a jalar de su largo cabello "Le abro o no le abro".

La puerta es tocada suavemente, igual que la voz de afuera —Hijo está bien, ese hombre ya no vive, ya no está con nosotros ese hombre ya no volverá hijo, te lo prometo confía en tu madre ¿Si?— Su dedo comenzó a sangrar, jiang cheng mira su manos, todos sus dedos están completamente lastimados, ya casi no tiene uña de haberlas mordido desde ese día comenzó.

—Jiang cheng ¿Me escuchas hijo?, ábreme la puerta por favor— los golpes de la puerta y la voz de su madre se detuvieron, Jiang cheng pensó que se rindió y se fue, qué equivocado estaba, el cerrojo de su puerta se abrió. Al oír el cerrojo de su puerta el joven se oculta bajo sus frazadas, con fuerza muerde sus uñas haciéndolas sangrar más.

Siente como un lado de su cama se hundió una mano aprieta su hombre, causándole más temor al joven quien cierra sus ojos, su cuerpo comienza a temblar, las lágrimas que se habían secado ante volvieron a humedecer sus mejillas le cuesta respirar, recuerdos del pasado atravesar por su mente. Las frazadas que lo protegía de aquella persona comenzó a levantarse, apenas sintió como su escudo iba a hacerle arrebatado, con su mano libre de sus dientes se aferra a la frazada impidiendo que se le quitaran.

—¡No por favor!, ¡Me porte bien, por favor no me castigues!, ¡Fui un niño bueno, obedecí a todo lo que me dijiste!, ¡Me porté bien! ¡Por favor no, por favor!— Jiang cheng comenzó a rogar tal como lo hacía en su infancia, no oía la voz de su madre mientras luchaba con las frazadas.

Pasos apresurados se oyeron en el pasillo, pero los dos presentes dentro del cuarto no llegaron a oír como tampoco oyeron los dos nuevos gritos en el marco de la puerta —¡A-cheng!—¡Jiang cheng!— dos jóvenes se hicieron presente en el cuarto, apresurados y desesperados ambos se acercaron a la cama.

La joven coloca sus manos en los hombros de su madre —Mamá deja que a-xian y yo nos encargamos, por favor — lo último lo dijo susurrando y suplicante. La madre cierra sus ojos para volverlos abrirlos y enfocarlos en su hija mayor yalin, yu yanli una joven de cabello castaño claro, su cabello lacio y brilloso le llega hasta su mentón, ojos grades de color violeta, mejillas rellenitas y piel blanca, yalin tenia la apetencia de una muñeca francesa antigua, la joven es hermosa su pijama de rayas blancas y beige ocultan su figura.