Capítulo 19

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No puede ser que no me acuerde.

─615138925

─¡ESE! El cinc...

Me giré con la boca abierta y me pegué a la pared haciendo una maniobra para no dejar caer el teléfono.

─Te dije que no le llamases, ¿verdad?

Me quitó el teléfono de las manos y lo colgó con un sonido seco.

─Ven.

Cogió mi brazo y me arrastró con él hasta el piso de arriba. Pensé que como siempre íbamos a ir a su habitación, pero pasamos de largo y fuimos a la última puerta que había. Esta parecía más pesada que las demás, y era de un color más oscuro. Sacó unas llaves de su bolsillo y abriendo la puerta me metió de un empujón.

─Te quedarás aquí hasta que acabe de trabajar. Alguien te dará la comida por aquí tres veces al día.

Dijo a la vez que señalaba una apertura en la puerta.

─Espera...

Sin darme tiempo a decir nada cerró de un portazo y oí el sonido de las llaves metiéndose en la cerradura.

Me arrodillé con rapidez y abrí la abertura que había en la puerta, a la altura del suelo.

─OYE, ¡vuelve! No me puedes dejar aquí encerrado...

Me miró desde su puerta y dijo suficientemente alto para que lo pudiese oír:

─¡Tienes un baño al fondo!

Y después cerró la puerta, dejándome tumbado en el suelo y mirando un pasillo vacío.

Me levanté cerrando la escotilla y con el ceño fruncido miré la habitación. No se parecía nada a la suya. La pintura de la pared estaba descorchada, la ventana tenía barrotes y la cama de una plaza parecía que iba a romperse con solo sentarse en ella.

Me dirigí hasta el fondo de la habitación y abrí la puerta que daba al baño...si se le podía llamar baño. Ahí sólo había un retrete y un lavamanos. Ni si quiera había una ducha o un armario.

"Es imposible que uno de mis hombres te meta en mi habitación. Los omegas tienen la suya."

Eso es lo que me había dicho la primera vez que me vio en su habitación. Así que me ha encerrado en la habitación de los omegas… hijo de puta.

Golpeé la puerta a la espera de que alguien viniese, pero ni siquiera se oyeron pasos acercándose. Me acosté con cuidado en la cama por miedo a romperla e intenté dormir. Seguramente tarde o temprano me sacaría de aquí, tampoco voy a montar un gran escándalo...Si eso es lo que quiere va listo. De repente se me vino a la cabeza la imagen de Taehyung.

"Dejé de llamarlo Vegetta porque decía que era demasiado infantil"

...Je.

Cogí aire y agachándome en el suelo abrí la escotilla y grité a todo pulmón.

─… ¡¡¡VEGETTAAAAAAAA!!!

Me alejé de la escotilla y me senté en la cama agudizando el oído...y ahí estaba.

La puerta se abrió con tal violencia que golpeó la pared, pero me mantuve lo más calmado posible.

─Ya veo que Taehyung y tú habéis estado hablando de cosas interesantes.

─Podría ser...nunca se me habría pasado por la cabeza que te llamasen así.

─Maldito crío... está bien. Ve a la habitación, pero si haces un maldito ruido te encierro con Gureum en el jardín.

un omega diferente › jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora