¡Hola! El siguiente capítulo cuenta con escenas explicitas de relaciones sexuales no consentidas, por favor, se recomienda la completa discreción del lector. Y recordad que esta historia es ficticia, nada de lo descrito aquí es real.
Por un momento me entró el pánico, hasta que recordé las palabras de JiMin.
─Cuando te lo pongas guardaré la llave del candado.
─¿Candado?
─Ese agarre metálico que hay a ambos lados en un candado. Una vez que se abroche ya no se podrá quitar.
─No me lo puedo quitar.
─¿Qué?
─No... no se puede abrir sin la llave.
─... Vaya mierda.
─¿Por qué querías que me lo quitase?
─Quería ver por mis propios ojos la mercancía. Es raro que nadie te haya marcado aún.
Mordí el interior de mi mejilla y tragué con dificultad.
─Tenía... novio en la Universidad, pero no llegamos a...
─Según mi información tu Universidad era exclusivamente de omegas.
─Él... iba a otra.
Le miré a los ojos y al segundo los bajé. Esta vez estaba serio, y tenía los ojos clavados en mí.
─Su nombre.
─¿Por qué?
─Sólo lo quiero saber, por charlar.
Ya... claro. Estaba seguro, de que sabía que estaba mintiendo.
─Ji... Hun
─¿Jihun?
Asentí con la cabeza y miré mis pies mientras el silencio se hacía más intenso.
─Un nombre raro, ¿no crees?
Cerré los ojos cuando una de sus manos se posó en mi mejilla y agarré con fuerza la cuerda del albornoz.
─Bueno, dejemos eso de momento. Quítate el albornoz.
Tiré de la cuerda y dándome la vuelta dejé caer la prenda al suelo.
Mi piel estaba de gallina, no podía creer que esto estuviese pasando.
─Ve al sofá y vete preparándote.
─¿Prepar...?
─Que te metas los dedos si no quieres que lo haga yo.
─... no
─Hazlo.
Negué con la cabeza y di marcha atrás mientras él se acercaba.
─¿Tan pronto te olvidas de un trato? ¿Qué pasará con el pobre niño si me desobedeces?
─...
Di unos cuantos pasos hacia el sofá y me subí a este quedando de espaldas a él y apoyándome en el respaldo.
Cuando tenía el celo era diferente, entraban mejor. Lamí el dedo corazón y tanteé mi entrada. Mi cuerpo no respondía, sentía que no me relajaba.
─A qué esperas.
Un escalofrío recorrió mi columna y apretando los dientes para no dejar salir ninguna queja, empujé mi dedo contra mi entrada hasta que entró, casi no había dolido, sólo era una sensación extraña.
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un omega diferente › jikook.
Fiksi PenggemarLa sociedad ha avanzado en la última década y los omegas ya no están tan reprimidos. Pueden estudiar, y a pocos se les obliga a casarse. JungKook, o como sus padres lo llaman, Kook, está estudiando una carrera. Casi no tiene problemas por no tener...