Capítulo 15

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Mírame a los ojos. Nunca, nunca más volverás ahí. Nunca más.

Me cogió y de un tirón me pegó a su cuerpo, pasando sus brazos por mi espalda y acariciando mi pelo. Podía sentir su corazón latiendo con fuerza y rapidez, igual que el mío.

─Mi madre no es así… ella me quiere… Ella...

No pude seguir hablando y tapándome la cara con ambas manos dejé que las lágrimas cayesen libremente. Mis gritos resonaban en las paredes del ascensor y las piernas me fallaron.

Esta… ¿es la realidad de ser un omega?

─Vamos.

No veía nada. Todo a mi alrededor estaba borroso y sólo caminaba gracias a que él me tenía sujeto. Me metió en la parte trasera del coche poniéndome el cinturón y cerró la puerta con fuerza. Arrancó segundos después sin decir nada.

Por qué me pasaba esto... ¿Por qué mamá no se había despertado?... ¿Por qué no puede ser un beta? Apreté los dientes y me incliné poniendo la cabeza entre mis rodillas. Parecía que no podía coger aire. Tenía frío de nuevo.

Puse mis manos en el respaldo del asiento de delante cuando se produjo un frenazo brusco y restregué mis ojos repetidas veces antes de que me sacase del coche. ¿Dónde estamos?

─Ven.

Me cogió de la mano y dando pequeños tirones nos metimos en un edificio parecido al mío. Era bastante viejo por lo que se podía ver, incluso el ascensor daba botes y hacía sonidos extraños en cuanto nos subimos.

─… ¿dónde estamos?

No dijo nada y aún sin soltarme de la mano sacó otras llaves de su bolsillo. En cuanto se abrió el ascensor salió dando grandes zancadas y metiendo la llave en la cerradura de una puerta bastante gastada la abrió teniendo que dar antes un golpe con su hombro.

Olía a cerrado, pero rápidamente se dispersaba con su olor. Toda esta casa olía a él. Aspiré profundamente y casi al momento sentí cómo me tranquilizaba. Mi corazón latía con normalidad, y mi cuerpo no temblaba.

─Ven, te prepararé un baño caliente.

Le miré sorprendido por lo que había dicho, pero aún así le seguí hasta un pequeño cuarto en el que había una bañera mucho menos presuntuosa en comparación con la de la otra casa. Aunque olía a cerrado, me sorprendí al fijarme en que la casa estaba limpia. No había polvo y la bañera estaba tan brillante que podía ver mi reflejo.

V─… ¿Siempre fue así?

Le miré y negué con la cabeza.

─Fue… cuando me dieron los resultados.

─…

─Sabía que era imposible que fuese un alfa, pero ni yo esperaba ser un omega. Como pudiste ver, a mi padre ni se le había pasado por la cabeza. A mi madre le dio igual. Y yo… bueno...

─...

El vapor empezó a salir a medida que se llenaba la bañera, me quité la chaqueta de cuero y la posé en un pequeño armario que había al lado de la bañera.

─Supongo… que esto es ser un omega ¿verdad?

Me quité la camiseta y me agaché empezando a quitarme los playeros.

─... Tarde o temprano todo se va a la mierda.

Seguí con el pantalón junto a los calcetines mientras sentía cómo mi voz empezaba a temblar de nuevo.

─Y como sugirió mi padre… sólo hay que pegarse a algún alfa como una asquerosa garrapata para vivir.

─¿Qué estás...?

un omega diferente › jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora