A la mañana siguiente desperté sin JiMin a mi lado. Me levanté de un salto y casi caigo al suelo cuando un calambre atravesó todo mi cuerpo. La habitación estaba a oscuras, y mientras pasaban los segundos sentía que me quedaba sin aire. Fui hasta la puerta dando pequeños pasos a causa de los ahora pequeños calambres que aparecían en mi espalda baja cada vez que daba un paso.
Justo parecía que me iba a ahogar cuando llegué a la puerta y la abrí quedándome ciego unos segundos.
─¿JiMin?... ¿¡JiMin!?
Grité a la vez que me apoyaba en el marco intentando llenar los pulmones de aire.
Pronto oí unos pasos apurados subiendo las escaleras y unas manos en mis hombros.
─Hey, hey... Kookie, mírame... ¡Kook!
Abrí los ojos y casi al momento mis latidos se estabilizaron. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y al momento le abracé con todas mis fuerzas enterrando la cara en su cuello. Aspiré su olor y las lágrimas cayeron por mis mejillas.
─Perdón... perdón...
─No pasa nada, Kookie... No pasa nada. No tienes nada de qué disculparte. No tenía que haberte dejado sólo, lo siento.
Sus brazos me rodearon y su barbilla acabó apoyada en mi cabeza. Quién me iba a decir que unos meses atrás iba a estar así con él.
Me separé lentamente de su cuerpo y me limpié las lágrimas mientras noté cómo él pasaba a mi lado y subía las persianas dejando entrar la luz.
Antes de girarme él puso un albornoz sobre mis hombros.
─Perdón, aún estoy un poco... asustado.
─Lo entiendo, en serio. ¿Quieres bajar a desayunar? Aunque ya es casi medio día...
─¿¡Qué!? ¿He dormido más de 12 horas?
─Y con razón. Vamos. ¿Necesitas que te coja?
─¿Eh?
─Para bajar las escaleras.
─Ah, no, creo que puedo yo sólo, estoy mucho mejor que ayer...
Bajamos las escaleras, yo ayudándome de la barandilla y fuimos a la cocina, donde tomamos un relajado desayuno.
─... Ahora que me acuerdo... ¿qué me querías decir ayer?
Vi sorprendido cómo apretaba los labios y un pequeño y casi imperceptible sonrojo aparecía en sus mejillas.
─Nada, es mejor dejarlo para otro momento. A parte de eso...
Dijo con rapidez cambiando de tema.
─... Tu padre está en la cárcel, de eso me he encargado yo. Tu madre está bien, pero no sabe lo que pasa y está cada día más preocupada. ¿Quieres ir a verla?
Abrí los ojos con sorpresa y le miré fijamente.
─¿Puedo?
─Claro, si quieres vamos cuando acabemos de comer.
─¡Sí!
Después de tanto tiempo sin ver a mi madre no podía esperar ni un segundo más, así que acabando el café en un segundo, subí lo más rápido que pude las escaleras y busqué en los armarios algo que ponerme, cogiendo un poco sonrojado unos calzoncillos. Elegí unos vaqueros y una sudadera negra que me quedaba un poco grande. Me quejé cuando hice un movimiento al ponerme la sudadera y al momento entró JiMin.
─Más despacio... Que no se te olvide que tienes heridas por toda la espalda, y una es de bala.
Dijo a la vez que me colocaba bien la sudadera.
ESTÁS LEYENDO
un omega diferente › jikook.
FanfictionLa sociedad ha avanzado en la última década y los omegas ya no están tan reprimidos. Pueden estudiar, y a pocos se les obliga a casarse. JungKook, o como sus padres lo llaman, Kook, está estudiando una carrera. Casi no tiene problemas por no tener...