Capítulo 1

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"Hola Alas, ¿podrías decirme si vas a cantar en algún lugar? Me gustaría escucharte. PD: Soy Peter Lanzani, el del hospital, ya tengo número"

Pasaron tres semanas y recibí ese mensaje de texto, claramente de un número desconocido, lo agendé y dudé si responderle o no, desde que falleció de mi mamá en mi cabeza solo se me venían dos pensamientos: el que ya la entrañaba y el episodio raro cuando conocí a Peter, sentí algo muy fuerte, algo indescriptible, creo saber de que se trata, pero este no es el momento, mejor lo ignoro.
Revisé mis redes sociables, la última publicación que subí a Instagram era una foto con unas palabras dirigidas a mi mamá, mis fans y mis amigos me habían escrito cosas hermosas , me habían mandado de alguna manera u otra buena energía, mientras que del otro lado, de la familia de mi papá no había recibido nada, ellos en mi vida son inexistentes, ni cuando me volví famosa les desperté interés, siempre quise triunfar, hacer lo que me apasiona, darlo todo en el escenario, bailar y cantar, ser una artista completa y en ese momento fantaseé con poder conocer al otro lado de mi familia, ¿para qué? Una familia no te ignora.
Hoy iba a dar mi primer show después de varios días de silencio, iba a ser un show acústico en un teatro chiquito, no quería algo muy grande, masivo, solo quería dedicarle todas mis canciones a ella, mi mamá Inés, todo lo recaudado no solo era en plata, era en donaciones de ropa, alimentos no perecederos, juguetes, quería darle una alegría a otras personas.
Le respondí a Peter Lanzani, lo invité a que venga hoy por la noche, cuando envié el mensaje me agarró nervios, ¿porqué? Mejor dejo de preguntármelo, finjo demencia o me transformo en una idiota.
El resto de las horas me encargué de repasar todas las letras, canté sola, en mi departamento y toca do la guitarra, me fue imposible que no se me quebrara la voz, pero el arte sana, y mi pasión es el arte, eso me hace feliz, no tengo que dejar de hacer lo que me gusta.
Me di una ducha, me cambié y me maquillé, hoy no iba a ser esa estrella del pop que siempre viste de colores, brillos y hasta plumas, hoy iba a ser esa chica que empezó tan solo con una guitarra, solo me iba a acompañar mi banda.
Me vestí de blanco, nada de negro, mi mamá era una persona alegre, jamás me hubiese permitido vestirme así.
Una vez en el teatro hice la prueba de sonido, después me encerré en mi camerino esperando a que pasen los últimos treinta minutos para salir a escena.
-Toc toc-mi amiga Candela se asomó y esbozó una pequeña sonrisa- ¿lista para celebrarla?
Asentí y la abracé fuertemente, se me escaparon un par de lágrimas de los ojos.
-Sí, ¡ya estoy lista!-tomé aire y solté un suspiro.
El nerviosismo se apoderó de mi cuerpo, me estaba comiendo las uñas cuando un amigo del alma y también músico me presentó, Gastón Dalmau.
Ingresé al escenario y mi público grito, otra vez me volví emocional, coreaban mi nombre.
-Gracias por estar hoy acá conmigo, es un evento que quería hacer en honor a mi mamá, ella seguro está ahora mismo acá entre todos, considero que siempre va a estar conmigo, o elijo creerlo-asentí con la cabeza- mi primera canción es la siguiente, ustedes no la conocen, Tu sonrisa
Y la melodía de mi guitarra hizo que todos dejaran de hablar, me concentré, disfruté y cerré mis ojos después de tocar, los abrí y frente a mi estaban esos ojos verdes que me erizaron la piel, Peter Lanzani, el chico que salió del coma había venido.
La presión que había sentido en el pecho por la tristeza se fue de un momento a otro, él estiró su mano desde la segunda fila y me acerqué, se la sostuve emocionada, él de alguna manera me dio cierta "fortaleza", él también había sido una persona que había batallado mucho, y la veo reflejada en eso a mi mamá, también a mi misma, siempre luche por todo, para llegar donde estoy, para cumplir mis sueños.
Esbocé una pequeña sonrisa y lo solté, sostuve las manos de otras personas para disimular que lo que había pasado era algo que pudo haber pasado con cualquier otra persona.
Canté varias canciones, no todas deprimentes, esperanzadoras, lindas, y eso me hizo bien al alma.
El show terminó, todos me aplaudieron y se me formó una sonrisa enorme, miré al techo y le deseé un "feliz vuelo" a mi mamá, ya podía desplegar sus alas... Alas.. Peter me dice Alas, ¿que hago pensando en esto?

Agarré mi guitarra y la guardé en la funda, tocaron la puerta de mi camerino y era Gastón, lo abracé, Gimena, María, y obviamente Candela, también Nicolás.
-Gracias por estar siempre-les sonreí.
-Obvio enana-Nicolás me rodeó otra vez con sus brazos y su novia Gimena se rió.
-Hola-la hermana de Peter se hizo presente- soy Eugenia, no se si te acordas mucho de mi.. Lo traje a Peter, pero lo saqué antes del show porque es como muy fuerte ver a tantas personas de golpe
-¿Donde está? Así lo saludo.. Por cierto, ¡gracias por haber venido!
Ella confianzuda me abrazo, sí, como si nos hubiésemos conocido de toda la vida, desprendía una buena vibra
-No hay de que.. ¿Te estoy molestando? Peter está en un café, el que está a unas cuatro cuadras, no hace falta que vengas ahora vos..
La interrumpí.
-Ya estoy, puedo ir-le aseguré.
Eugenia me sonrió y se alejó.
-¿Y ella?-María me miró con curiosidad.
-La hermana del chico que me pidió mi número...
-¿El que volvió del coma?-Gimena estaba sorprendida.
-¡Ese mismo! La manera en la que me habló... Él estaba en paz cuando me saludó, y se acordó de mi voz.. Es cierto, yo le cantaba a mi mamá, no sabía que la otra persona que estaba al lado de ella era Peter
-Y hay algo sumamente raro y shockeante, que lo conociste el día que ella murió..-Candela se quedó pensativa.
-Tal vez es casualidad, yo que sé, yo también me sentí cómoda cuando intercambiamos tres palabras, pero me sentí movilizada.. Tal vez es porque tengo muchas cosas en la cabeza-suspiré.
-Puede ser un poco de todo-Gastón completó y asentí.
Caminé las cuatro cuadras medio infiltrada, me cambié de ropa por algo más cómodo, nunca escapaba de mis fans, pero hoy era un día particular, además no quería que me siguieran y Peter termine agobiado.
-¡Alas!-me llamó cuando entré a la cafetería y se le formó una sonrisa en los labios- ahora estas más como las personas normales, de blanco parecías un ángel
-Pero no soy un ángel-se lo aclaré de entrada-¿disfrutaste el show?
Él no me respondió, me pidió que estire los brazos y lo hice, entrelazó los dedos de sus manos con las mías, inmediatamente una corriente eléctrica me atravesó por todo el cuerpo.
-Sí, ¡tu voz es hermosa! Es el primer recital al que voy desde hace diez años-me respondió con humor!
¡¿Diez años?! ¡¿Estuvo dormido por diez años?!
Entré en shock.
-No te asustes, yo también estoy asimilado el tema de los números, lo importante acá es que pude escucharte y verte, y estar en un momento importante para vos..-me miró tan intensamente a los ojos que pestañeé.
-Gracias por haber venido... Yo...-me molesté al ver que afuera de la cafetería había un paparazzi- ¿me acompañas a otro lado? Nos están grabando, ¡odio cuando la prensa es mal educada! Ni un día así me dejan en paz..
Me entristecí.
-¿A donde vamos?-lo sorprendí.
-A mi lugar, podes venir con tu hermana
No pude darme cuenta si estaba pensando si era una buena idea o una mala, no pude leerle la cara.
Un chofer nos pasó a buscar, los tres nos sentamos en el asiento de atrás.
-Así que estoy viajando con la gran Lali Espósito-Eugenia elevó sus cejas mirándome divertida, estaba tratando de levantarme el ánimo.
-Sí... Igual no es gran cosa eh, soy de carne y hueso, ¡soy humana!-también intenté sonar animada.
Mi chofer entró a la cochera de mi departamento y subimos por el ascensor.
-¿Algo para tomar?-les ofrecí empezando a sentirme nerviosa, ¿porqué?
Peter estaba mirando la sección del living donde tenía portarretratos con fotos.
-Mejor me voy a tomar aire al balcón, ¿puedo?-Eugenia me miró y se lo permití.
-Nos quedamos solos...-miré de reojo a Peter.
-¿Y te intimida?-elevó sus cejas- no sabría como seducirte, no se cual es la nueva moda con respecto a eso.. Así que no te preocupes por eso-me sonrió, él estaba siendo cálido conmigo, estaba poniendo lo mejor de sí para hacerme sentir cómoda, me reí.
-Creo que ambos no estamos para intentar seducirnos y ver si pasa algo, yo tuve una pérdida muy importante, y vos seguro estas re conectando con vos mismo, seguro poniéndote en contacto con las personas que en el pasado fueron importantes
-No te creas que me quedan muchas personas en mi vida.. La mayoría hizo la suya, cambió de página e hizo nuevas amistades, no los juzgo, seguro no tenemos nada en común-suspiró.
No me di cuenta el cuando, pero yo lo estaba sosteniendo de la mano, él me sonrió y me dieron unas ganas inmensas de abrazarlo.
-Bueno, lo mejor es que nos vayamos Peter, muchas emociones por un solo día-apareció su hermana Eugenia- gracias por todo Lali-ella me saludó.
Los saludé a los dos, los acompañé a la puerta, Eugenia llamó al ascensor.
Antes de Peter hizo lo que yo quería, como si me hubiese leídos mis pensamientos, me dio ese abrazo que tanto me había hecho falta.

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