Capítulo 4

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-Hola-Peter se acercó y besó dulcemente mi mejilla, eso me hizo sonreír- ¿viste? ¡La torta salió linda! En un rato tengo el cumpleaños de mi amigo Ricado, el Chino, viene junto a otros amigos míos a comer a casa, ya preparé todo-elevó sus cejas-¿te quedas? Estas invitada
-Pero es el cumpleaños de tu amigo-me reí nerviosa.
-Pero es en mi casa, y no creo que tenga problemas-agarró un bowl con crema y me lo acercó a la cara- poder probar
Pasé mi dedo y me lo llevé a mi boca, era dulce, con toques de vainilla.
-¿No molesto?-insistí, quería irme pero mi "deber" era quedarme, acercarme a él, sentía pena, no quería que viviera en una mentira, no quería mentirle.
-¡Obvio que no! Sos mi invitada de honor-sus ojos se achinaron al sonreírme, era tan lindo... ¿Lindo? Su sonrisa era linda, solo su sonrisa.
Acepté su propuesta, pero si me permitía ayudarlo, pusimos la mesa en la parte techada del fondo del jardín, al parecer había lluvia pronosticada.
-Igual no le tengo miedo a la lluvia-Peter me habló sentado al lado mío, estaba llorando el cielo, todavía no había llegado nadie- es vida.. Bueno, mantiene a los seres vivos con vida
-Sí... Es una manera linda ver a la lluvia así.. Me imagino que para vos la vida tiene otro significado-lo miré con curiosidad- perdón, tal vez me metí en un tema muy profundo
-Está bien, no pasa nada, puedo responder-asintió con la cabeza- es un tema profundo, y sensible, ¡porque todavía no puedo creer que estoy acá! Que estoy vivo, esto no es un sueño, finalmente voy a poder ver a los pocos amigos que me quedan, otra vez puedo abrazar y reírme.. y pude verte, cara a cara..-ahora me sonrió a mi- y sos muy linda
Mis mejillas seguro se pusieron rojas, me reí nerviosa, por suerte sonó el timbre, Peter se puso de pie.
-Tengo que ir a recibirlos-me miró de reojo- ya vuelvo
Agarré mi teléfono en pleno estado de nerviosismo, vi que tenía mensajes de mi representante, no lo quería escuchar más, por lo menos por hoy, no pensaba responderle.
A los minutos se aparecieron algunos amigos de Peter.
-¡Hola!-un chico me saludó amable-soy el famoso Chino
-¡Feliz cumpleaños!-lo abracé sonriéndole, al lado suyo había una chica- hola
Ella también me saludó cálidamente.
-Ella es Úrsula, su novia-Peter me la presentó.
-Yo soy Agustín-otra persona se presentó sola- o Cachete, amigo de la infancia de Juan Pedro, fuimos al mismo colegio
-Colegio de chetos-Úrsula se burló y Agustín la fulminó con la mirada.
-¡Habló la que nació en Europa!-Agustín ahora la molestó a ella, el Chino se rió divertido.
-Lali, así que vos sos cantante-Úrsula me prestó atención, asentí con la cabeza- yo soy actriz, una actriz española, ambas hacemos arte, de distintas maneras pero eso también es lindo-se sentó a mi lado y me sonrió- no lo conoces a Peter hace mucho, ¿no?-me lo susurró en el oído.
Los chicos se pusieron al día, lo vi a Peter interactuar con ellos, estaba cómodo, por momentos se reía.
-No.. No lo conozco nada, digamos que me lo crucé en un mal momento mío, y él me cruzó en un buen momento suyo-tomé aire y solté un suspiro- se nota que es buena persona...
-Lo es, es de esas personas que te incluyen en otro, como si fueras otra más del grupo, yo era nueva en Argentina, entré en tercer año de la secundaria, y él fue el primero en hablarme, después me presentó a mi novio, y estuvo ahí siempre, ¡es un hermoso ser humano! No te vas a arrepentir al seguir conociéndolo-elevó sus cejas.
-¿Estas vendiéndome a tu amigo?-ambas nos reímos.
-En realidad no hace falta que le haga buena falta, vas a darte cuenta hoy que cenas con nosotros, él está en cada detalle, es la clase de hombre que hoy en día no existe
No deja de sorprenderme lo bien que todos hablan de él, igual es algo obvio que es buena persona, desde que me habló por primera vez no puedo ignorar su buena vibra, su hermosa energía.
-¡Hice varias cositas para comer! Sandwiches de cerdo braceado con cebollas caramelizadas y queso, verduras grilladas, una ensalada fresca de hojas verdes con manzana del mismo color, papas fritas con salsa de alioli y ketchup casero, ¡y después masitas dulces y la torta!-Peter nos informó a todos el menú, se acercó a la mesa Eugenia, ella saludó a los invitados, se sentó a mi lado, quedé entre ella y Úrsula.
-¡Mi hermano es el mejor chef del mundo!-ella alardeó y me pasó una bandeja con sandwiches, lo probé con entusiasmo y asentí con la cabeza-¡no mentí!
-¡Esta muy rico! Voy a volver rodando-comenté con humor y las hice reír.
Comí de todo, en este último tiempo me había costado hacerlo, todavía sentía mucha tristeza, era raro no recibir mensajitos de mi mamá por las mañanas.
-¿Estas disfrutándolo?-Peter se sentó a mi lado cuando me vio sola, asentí con la cabeza- ahora viene lo mejor, ¡lo dulce!-elevó sus cejas y se me escapó una risa, acto seguido le sonreí- tu sonrisa... es..
-Es espontánea, gracias por haberme invitado, tenes un muy lindo círculo de gente, me hicieron sentir cómoda, como si me conocieran de toda la vida..
-Eso mismo es lo que siento yo.. Es como si te conociera de antes, ¡bueno! Yo sí te conozco de antes, pero vos no reparaste en mi-no fue un reclamo, noté que estaba queriendo hacerme feliz nuevamente.
-Mmm... Pero acá estamos-nos señalé y él asintió con la cabeza- voy a probar tus otras obras maestras, tus cositas dulces
Le gustó escuchar eso, agarró una bandeja y habían galletitas con formitas, estaban decoradas, algunas eran alas de ángel.
-¿Y esto?-me sorprendí,
-Las preparé pensando en vos, no sabía que venías, pensaba hacértelo llegar como sea, ¡pero por suerte las galletitas no fueron a vos, vos viniste a mi!
-Que intuitivo entonces-le di una mordida y la saboreé- es de limón, amo el limón
-Lo busqué en internet, tu helado favorito es el de limón, ¿cierto?
No pude evitar sorprenderme.
-No creas en todo lo que se dice, si queres realmente saber algo me tenes acá-le sonreí.
-Entonces vas a darme la chance de conocerte-sus ojitos se iluminaron- ya sé que seguro tenes muchas cosas, una agenda apretadísima, pero pienso adaptarme a tus tiempos, quiero conocerte Alas, realmente quiero hacerlo
Su mirada me empezó a quemar, por suerte su hermana nos interrumpió, traía la torta en sus manos, había encendido una vela y una bengala.
Todos nos pusimos a cantar el feliz cumpleaños de pie, Úrsula y Eugenia gritaron fuerte cuando el Chino sopló después de hacer pedido los tres deseos, lo bien que me vendría a mi poder pedir deseos y que se me cumplan,
Saludé al cumpleañero y finalmente pude probar más de todo lo que cocino Peter, cerré mis ojos, tuve un deja vú, el sabor era igual al que más había marcado mi infancia, la torta que mi mamá me preparaba todos mis cumpleaños era sencilla, bizcochuelo de vainilla, dulce de leche, crema, y merengues chiquitos, la famosa torta chajá.
-Vos... es mi favorita
-¡Esto sí es una coincidencia!-Peter se rió- es la favorita de mi amigo, y la favorita mía, mi mamá me la preparaba para ocasiones especiales, hace años no la comía
-Está muy buena, todo lo que probé que vino de tus manos está buenísimo-asentí y él pasó uno de los dedos sobre mis labios-¿qué?
-Crema con almíbar y dulce de leche-se lo lamió y me pareció algo tan sexy, la respiración a penas se me aceleró, traté de enfriar mi cabeza corriendo mi mirada.
-¡Peter saquémonos una foto!-el Chino lo llamó-¡vení Lali!
Todos nos pusimos en posición, nos sacamos una selfie, la noche se pasó rápido, todos eran copados, inteligentes, y se nota que se querían mucho, eran como una gran familia.
-Bueno.. Me parece que me voy a ir, pero antes quiero ayudarte con todo esto-lo miré a Peter que estaba apilando los platos sucios.
-Dejá, nosotros lo hacemos-Eugenia nos interrumpió- podes irte tranquila Lali, seguro mañana tenes que trabajar
-No, yo puedo hacerlo, vos andá a descansar-la miré a los ojos- tenes cara de cansancio..
-La verdad es que..-se acercó y me habló al oído- no estoy durmiendo bien, siempre creo que algo le puede pasar a Peter
-Ey, nada más va a pasarle-le di ánimos, ella me sonrió como pudo.
-Otro día me gustaría hacer un plan con vos, solas, se nota que sos buena persona
Besó mi mejilla y me saludó con la mano.
-Le caíste bien, y no es por nada, pero no suelen caerle bien las personas de entrada-Peter se rió y se puso a limpiar la mesa con un trapo- espero que hayas disfrutado de mi compañía y la de todos-elevó sus cejas.
-La disfruté, mucho-me sinceré, tomé aire y solté un suspiro- te ayudo-le saqué el trapo de las manos.
-No, ¡vos sos mi invitada!-insistió.
-Pero puedo ayudar-también insistí-me gusta sentirme útil, hacer cosas también despeja mi mente de pensamientos feos
-¿Tenes muchos pensamientos feos?
Me quedé estática al darme cuenta de que nuestra conversación se estaba tornando en una seria, profunda.
-Sí... Mi voz interna a veces es bastante diabólica-suspiré y me reí de mi propia desgracia-pero estoy intentando ser positiva y...
Juan Pedro acomodó un mechón rebelde de mi pelo detrás de mi oreja, eso captó toda mi atención, se me cortó la respiración por un segundo.
-No puedo creer que hayas aceptado mi invitación y que estés acá, estas pudiendo escuchar tu voz mirándote a los ojos...-recorrió una de mis mejillas con una de sus manos, eso volvió a despertar mi nerviosismo.
Tenía la oportunidad de involucrarme con Peter Lanzani aún más, todo era muy fácil, porque a él eso le interesaba, no es que eso no me interesara eso a mi, es que la circunstancia de mi acercamiento no es cien por ciento honesta.
Él no dejó de mirarme firmemente, tampoco separó su mano de mi mejilla.
-Yo no puedo-mis ojos se aguaron, negué con la cabeza- no puedo.. Tengo que irme
Me comporté de manera cobarde, le pedí a Peter que me acompañe a la puerta para poder irme.
-¿Porqué Alas?-noté un quiebre en su voz.
-Yo... No quiero que seas parte de mi mundo, eso solo va a hacerte daño, ¡cree que lo sé!-mi voz también se quebró.
Me sentía rara, muy rara, estaba obligada a relacionarme con él, pero al mismo tiempo quería hacerlo por mi propia cuenta, siento que algo nos une.. y eso me da mucho miedo, porque tampoco quiero que ese "algo" crezca, ¿porque la vida es tan jodida?

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