Capítulo 9

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Otro día y tuve mi primera reunión para hablar de mi gira después de la muerte de mi mamá, me maquillé bien y puse mi mejor cara, escuché a mi representante y asentí con la cabeza siendo completamente sumisa, obviamente me importaba mi música, pero no estaba pasando una buen momento en mi vida, no quería pensar mucho, solo subirme a un escenario y ya.
-No escuchaste nada, ¿no?-mi amiga Candela había venido a hacerme compañía a pesar de que ella tenía sus cosas.
-No-negué con la cabeza y solté un suspiro- solo se que la gira comienza en Mar del Plata, después Salta, Jujuy, Tucumán, Mendoza, y.. ¿Qué más?
-Lali esos son los lugares que visitaste la última vez, la gira pasada, Pepo te mencionó eso, pero no empezas la gira en Argentina, lo haces en Chile
-¿Chile?-la miré extrañada.
-Sí.. y vas a Perú, Brasil, México, España y Estados Unidos.. ¡y después de todo eso Argentina!
¡MIERDA!
-No se si es una buena idea que esté lejos de mi país ahora.. O tal vez sí, tal vez lo que necesito para despejarme es viajar
Mi amiga elevó sus cejas.
-Lo que vos necesitas es terapia, ¡te lo vengo diciendo hace bastante! Te haces la fuerte pero no es nada lindo lo que viviste.. Fuiste la persona que más acompañó a su mamá que conozco, aún teniendo mucha exposición y trabajo, tu representante no paraba de presionarte para que cumplas todo, aún cuando no tenías tiempo para vida social
Candela se sensibilizó y me contagió las lágrimas, terminamos abrazadas, tomé aire y suspiré, me aparté.
-Tal vez haga eso.. Tal vez vaya a terapia-esbocé una pequeña sonrisa, ella me tomó de la mano para darme ánimos.

Cuando salí de la productora había periodistas esperándome afuera, levanté mi mirada y Pepo le sonrió, ¡hijo de puta!
Saludé de manera amable.
-¿Lali estás saliendo con Juan Pedro? ¿Cómo se conocieron? Según lo que tenemos entendido hace poco despertó del coma-la notera se quedó expectante a mi respuesta, Candela me tomó del brazo para rescatarme.
-Es un tema delicado, no quiero hablar de esto, ¡buenas tardes!-le sonreí y caminé por la cuadra hasta mi auto.
-¿Es tu nuevo interés amoroso? Él estuvo en el show que hiciste en honor a tu mamá-la notera insistió.
No me gasté en responder de nuevo, abrí la puerta de mi auto y una vez dentro acelere.
-¡Tenes que poner un límite La!-mi amiga se molestó.
-Cómo si pudiera-apoyé mi frente contra el volante cuando el semáforo se puso en rojo.
Encendí la música del auto y justo estaban pasando mi canción, Tu sonrisa, mis ojos se llenaron de lágrimas.
-¡Bueno basta!-Candela me hizo señas para que pare el auto, me hizo bajarme y se sentó ella en el asiento del conductor- no podes manejar así
Asentí con la cabeza, ella tenía razón.
Me dejó en mi departamento y la abracé fuertemente.
-Gracias por siempre ser incondicional-se me formó un puchero, quería dejar de llorar.
-Vas a estar bien, pero para eso tenes que hacer un cambio-me miró a los ojos y besó mi mejilla.
Saludé al guardia de seguridad de mi edificio y una persona me tocó el hombro, me giré sobresaltada.
-¡Me asustaste!-abrí bien mis ojos-¿qué haces acá?-me sorprendí.
-Perdón por venir sin avisar-Eugenia se rió nerviosa.
-¿Cómo entraste?
-Tengo una clienta que se casa y vive en este edificio, soy una wedding planer-habló en un modo muy acelerado- vengo en realidad para hablarte sobre Peter y todo el plan tuyo
-¡Ey! Podes respirar tranquila-me reí y le hice señas para que me acompañe en el ascensor, subimos a mi piso y abrí la puerta-¿café?
-Nada, no hace falta-ella dio vueltas por mi departamento- que lindo, ¡tenes buen gusto!
-¡Sin una organizadora de eventos me lo dice que halago!-le sonreí.
Ella también me sonrió, después se le borró la sonrisa.
-En realidad vengo a dejarte algo..-ella metió la mano en su cartera y me dio un sobre- es de mi hermano, para vos obviamente-elevó sus cejas- él quería que te lo de personalmente y que también te manda esto-sacó otra cosa de su cartera, me dio curiosidad, era una cajita de cartón, ahí adentro había un collar sencillo de plata con un dije, eran alas.
-No puedo aceptar algo así..-miré a Eugenia nerviosa que asintió con la cabeza.
-¡Podes! Me hizo recorrer toda la calle de las joyerías porque quería algo que te "recuerde" lo que sos
Es obvio que mis mejillas se pusieron rosas porque Eugenia soltó una carcajada.
-Tu hermano es muy dulce, te juro que no quería meterlo en mi circo mediático, pero él..
Iba a seguir hablando pero Eugenia me interrumpió.
-Él me contó todo.. Que vos solo sos una víctima de la industria, que lamentablemente para poder hacer lo que amas tenes que pasar por estas mierdas de noticias inventadas, fotos tomadas de imprevisto... Pero él te insistió, y él tiene la necesidad de verte bien.. Quiere devolverte un poquito de lo mucho que le diste
-No le di nada-insistí.
-Él se acuerda perfectamente que canción le cantabas a tu mamá, una que dice "No estés sola en esta lluvia, no te entregues por favor, si debes ser fuerte en estos tiempos, para resistir la decepción, y quedar abierta, mente y alma, yo estoy con vos
Me impactó que me diga puntualmente la canción que le canté a ella más de una vez, "Nos veremos otra vez" de Serún Girán, eso me puso la piel de gallina.
-Igual esta errado, no soy un ángel, menos uno guardián
-Eso discutilo con él, estate lista en un rato-Eugenia me abrazo y me besó la mejilla para irse, no me dejó decirle nada más.
Cuando me quedé sola abrí el sobre y vi la letra de Peter.
"Alas: No quiero que te vistas de fiesta, no quiero que te preocupes del maquillaje, no quiero que pienses en nada más que vivir el instante, te invito hoy a la noche a cenar juntos, a un lugar relajado, lejos muy lejos de las personas que puedan inventar chismes, solo nosotros solos, paso con Eugenia a buscarte en dos horas, bueno, si aceptas mandale un mensaje"
Leí la carta otra vez, no pude evitar sonreír porque era hermoso el gesto, una carta escrita a mano, como antes, y un collar con un significado.
Le respondí a Eugenia que aceptaba.
Me di una ducha rápida, me preparé de manera relajada, jeans, una blusa suelta, y me puse sandalias.
"Lali te recomendaría que lleves un bolso deportivo con un poco más de ropa, algo para dormir, cepillo de dientes, por las dudas un abrigo" revisé mil veces el mensaje de Eugenia, ¡¿qué?!
Traté de no hacerme la cabeza, tomé aire y suspiré, hice lo que ella me había pedido, por último me puse el collar nuevo.
Bajé por el ascensor cuando sonó el timbre y me subí al auto en el asiento de atrás.
-¡Hola otra vez!-Eugenia me sonrió.
Peter estaba a su lado y se bajó del auto para sentarse al lado mío, no supe como saludarlo, terminé besando detenidamente una de sus mejillas.
-Gracias por tu regalo y esto que no sé que es..-me reí nerviosa.
Él me sonrió y me rodeó con uno de sus brazos con toda la confianza del mundo.
-Vas a ver, ahora vas a ver-no me soltó en todo el viaje, por suerte pusieron música, hablamos distintas cosas, yo hablé demasiado por mi nerviosismo, cuando llegamos Eugenia se alejó de nosotros y dio media vuelta para irse, antes le guiñó un ojo a su hermano.
-¡El campo!-miré a mi alrededor asombrada-¡lindo viaje largo pegamos! ¿Donde estamos exactamente Peter?
-En San Antonio de Areco, tuvimos casi dos horas de viaje-elevó sus cejas y me tendió su mano- dame esto-agarró mi bolso deportivo.
-¿Y que se supone que vamos a hacer?
-Una escapada de fin de semana, hoy es viernes, mañana es sábado y el domingo por la tarde volvemos, ¿te parece bien?
Me miró a los ojos e intenté procesar lo que me había dicho... Una escapada de fin de semana..
-¿Solos?-enfaticé nerviosa.
-Solos, pero no para fingir, para pasarlo bien, conectar con la naturaleza, los animales..-me hizo señas para caminar hacia la recepción de la casa de campo, amablemente nos recibieron y nos dieron la llave de nuestra habitación- vos dormís en cama y yo en el living.. Aunque no creo que quiera dormir, ¡no quiero dormir más!-bromeó para hacerme sonreír y lo consiguió.
Le seguí los pasos, antes de entrar a nuestra casita de campo me sorprendió el silencio que había, ¿así sonaría la paz?
Sonreí y después dejé el bolso en la habitación principal.
-Ahora vamos a cenar-Peter estiró su brazo y me ofreció su mano, traté de hacer el ejercicio que me pidió, no pensar en nada, entonces lo hice, entrelacé mis dedos con los suyos.
Fuimos al restaurante donde habían unas pocas personas, me di cuenta de que eran turistas porque hablaban en otros idiomas.
-Después pasame tu CBU así te deposito lo que sea que te haya salido pagar la estadía en este lugar..
-Shhhh Alas-Peter me sonrió- no seas ridícula, venías bien con esto de no perseguirte y pensar
Eso me causo gracia y me reí, tenía razón.
Nos trajeron asado, papas, ensalada, después flan con dulce de leche de postre, tomamos bastante vino y mientras volvíamos a nuestra casita nos cruzamos a un corral con caballos.
-Hola bonito-me acerqué y uno se asomó, olió mi mano y le acaricié la cara con cuidado- ¡vos sí que disfrutas de la vida!
El caballo hizo ruido y lo tomé como un "obvio querida".
Estaba un poquito demasiado alegre por el alcohol, solamente feliz, no inconsciente.
Entré a la casa y Peter me miró, se le formó una sonrisa.
-Gracias gracias gracias por esta cena, este momento, este lugar... Yo necesitaba algo así para desconectar de todo y todos-me acerqué más y le dejé un besito dulce sobre sus labios, tal vez al día siguiente me arrepentiría, pero me salió del alma, quise besarlo, ¿porqué? Mejor no me lo pregunto.
-Bueno... Buenas noches Alas, me alegra haberte sorprendido y que lo estes pasando bien, ¡espera a mañana!-me hizo una caricia en la cara y me besó con cuidado la frente.
Se apartó tan solo un poco y su mirada profunda me movió todo el piso, ¿porqué? ¿Porqué justo en este momento jodido de mi vida se me cruza una persona tan linda y tan buena?
-No pienses tanto-Peter besó mi mejilla- dulces sueños Alas
Lo saludé con la mano antes de dirigirme a mi habitación.
Todo esto era una locura, una completa locura.
¿Quién se va de escapada de fin de semana con una persona que prácticamente no conoce? Mariana Espósito.
Me reí de mi misma al mirarme al espejo después de cepillarme los dientes, a veces un poco de locura hace bien, te recuerda que estas vivo.

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