Destinados

Epílogo

Tiempo atrás...

Observé a Peter acunando a nuestra pequeña Allegra en sus brazos, él tenía sus ojos llenos de lágrimas.
Desde que nuestra hija nació los dos no paramos de llorar, dejó besitos en su frente y le sonrió bobo de amor.
-Pit necesita comer-le hablé al ver que ella se estaba quejando, Peter la apoyó sobre mi y dejé en descubierto un pecho para alimentarla, yo también me quedé mirándola, admirándola, me dolía todo, hasta el alma, pero nada me importaba, porque la tenía a mi bebé arcoíris en mi vida, era mi bebé, mi hija
¿Qué es un bebé arcoíris? Un bebé que llega después de una pérdida, porque sí, cuando perdí a mi primer bebé todo se volvió oscuro, por suerte la luz volvió y después de toda la tormenta llegó la felicidad, ahora, me encuentro con mi chiquita apoyada sobre mi
, siento una felicidad inexplicable por este ser que solo tiene horas de vida.
Peter se quedó despierto toda la noche para ayudarme en lo que sea, y no pudimos dormir porque seguíamos excitados de la emoción, no me entraba en la cabeza que Allegra era NUESTRA obra de arte, tan amada y deseada.
Al día siguiente me dieron el alta y el tiempo fue pasando, creció de tamaño, abrió sus ojitos verdes, se volvió atenta y chusma, ella quería estar en todo, ver y tocar cosas, también se transformó en la bebé más sociable que conocí, amiga de mis amigos, amiga de los animales, dada y amorosa.
El primer día en el que ella fue a salita de dos años para Peter fue todo un tema, se dio cuenta de que su pichón pronto iba a separarse aún más del nido.
-Todo va a estar bien-miré a mi amor de reojo y él terminó sonriéndome.
Le sacamos una foto a nuestra hija con sus nuevos compañeritos y me emocioné, la vida era maravillosa, un día yo pasé por el mismo, y ahora era el turno de Allegra.

Actualidad...

-¡Papá!-Allegra entró corriendo al restaurante de Peter y él se agachó para que ella pueda abrazarlo, besó su frente reiteradas veces y le sonrió- ¡mamá me dijo que puedo acompañarla al show del sábado y domingo!
-Me organizo y me sumo-ahora me miró a mi y elevé mis cejas y me acerqué para besarlo- ¿puedo ir?
-Obvio mi amor-asentí y esta vez le robé un beso yo, Allegra se metió entre los dos para intentar separarnos-¡no señorita! Papá es MI marido-la provoque y ella me miró una cara de orto tremenda, se cruzó de brazos, para tener cinco años era bravísima.
-¡Acá llegó el príncipe de la abuela!-Mercedes la mamá de Peter llegó con el carrito donde trajo a mi hijo más chiquito, tenía tres meses y tenía sus ojitos abiertos- mala mía, se despertó Lali-me miró con cara de culpa.
Me reí.
-¡No pasa nada!-lo cargué entre mis brazos y le hablé- ¡hola Thiago! ¡Hola bebé deseado, bebé soñado!-se me rió en la cara y me derretí, lo llené de besos-gracias por ayudarme Mecha-me senté en una silla cerca del escenario para darle el pecho, Allegra se subió arriba y Peter le dio el micrófono para que jugara, le puso una canción de sus favoritas y lo vi cantando, sentí un cosquilleo en mi pecho, pero no malo, sentía orgullo de ver a mi chiquita hacer lo que le gustaba, entretenernos hasta que el restaurante abra las puertas por la noche, hoy era Viernes por la tarde, todavía había algo de tiempo para jugar.
-¿Cantas papá?-Allegra lo llamó estirando su brazo y abriendo su mano, aunque seguro estaba lleno de cosas Peter no lo dudo, se subió y juntos se pusieron a cantar, me hicieron un show privado, los aplaudí con una sonrisa enorme, Mercedes les sacó fotos, después se apareció Pablo que llegó con un regalo para su nieta.
-Alegría del hogar, Allegra-Pablo le hizo señas y ella le sonrió feliz.
-¿Cantas abu?-lo invitó y claramente su abuelo no se hizo desear, terminó en el pequeño escenario simulando tratando de ser Chayanne, una imitación muy mala de Chayanne.
-Vos ma-ahora me tocó a mi, era obvio que me iba a tocar.
Asentí con la cabeza y le di a Thiago a Mercedes.
Vi mi vieja guitarra que estaba colgada de una pared y le saqué el polvo con una de mis manos, después me quedé pensando en que canción cantar, cerré mis ojos disfrutando del sonido, cuando los abrí y vi mi alrededor solté el aire contenido, empecé, canté con toda la dulzura y el amor del mundo para mis personas queridas, Peter me miraba con lágrimas.
-Cada vez que te escucho me enamoro más, ¿es posible?-me lo susurró en el oído coqueto y me mordió el lóbulo de la oreja, me reí y su hermana Eugenia nos sonrió elevando sus cejas-¿de donde saliste?
-Llegué hace unos minutitos, pero estas tan en la tuya seduciendo a tu mujer que no lo notaste-amaba de Eugenia el que no tuviera ningún problema en decir lo que sea- ayudo con todo, vine a ese
Armamos las mesas y se hizo la hora en la que los primeros clientes iban llegando, cada vez eran más.
Peter salió de la cocina pocas veces, para ir preguntando entre mesa y mesa si todo estaba bien.
Cerca de las doce de la noche empezó la "joda", una artista joven, una tal Ángela empezó a cantar y me miró re nerviosa, sabía que seguro me admiraba, le sonreí para calmarla y se fue soltando, todos aplaudieron y lo hice fuertemente.
-Sos muy muy muy talentosa-la felicité.
-Gracias Lali, es un honor, ¡más viniendo de tu parte!
-Es todo mérito tuyo-le guiñé un ojo y le invité un trago a ella y su novio que estaba esperándola con una vincha en la cabeza que decía fan N1
-La hiciste muy feliz La-Candela me dio un abrazo.
-Sé lo que es subirse a los primeros escenarios, ansiedad, miedo, felicidad... Tiene un buen compañero -le señalé a mi amiga la escena romántica.
-¡Como vos gordi! No tenes nada que envidiar-María también guiñó su ojo.
La noche todavía era joven, así que más artistas fueron animándose a cantar, tocar y hasta hacer stand up.
Risas, comida, cosas para tomar, abrazos, besos, así suelen ser mis encuentros con la gente que aprecio, y sé que soy muy afortunada, que no todo siempre se da así, es por eso que gozo de cada segundo.
-Buenas noches mi amor-Peter me lo susurró cuando llegamos a nuestro hogar y se puso a jugar con mi pelo-te amo
-Te amo mucho-rocé mi nariz con la suya.
Siempre me auto agradecía el haberme dado la oportunidad de amar, de no abandonar a la persona que me había hecho bien, que en vez de dejarme derribar por la tristeza pude salir adelante y sanar, Peter no me soltó, nunca, ni antes ni ahora, de alguna manera u otra se las ingeniaba para estar, hasta cuando yo estaba de gira por alguna parte.
Me dormí como siempre, sintiéndome, cómoda y segura, cuidada, y protegida entre los brazos de mi amor.
Por la mañana me desperté y ahí estaba él, cargando a nuestro Thiago, escuchando atentamente a nuestra Allegra que le iba mostrando las cosas que pensaba meter en el bolso a último momento para mi gira.
-Hola mamita-Peter me vio y me sonrió- quiere teta-me pasó a Thiago y asentí con la cabeza, lo recibí.
-Desayunamos y nos tomamos un avión para Mar del Plata, ¡hoy es día de show!-los miré emocionada y Allegra se recostó en la cama a mi lado con una sonrisa.
Obviamente Peter nos cocinó muchas cositas ricas y comimos tranquilos, una vez en el avión lo miré de reojo, estaba por quedarse dormido, el pobre estaba muy cansado.
-Pit-lo llamé y abrió sus ojitos- gracias por el desayuno, siempre haces todas estas cosas que no tendrías me reafirman tu amor y...
Puso su mano sobre mi boca y elevó sus cejas en modo depredador, miró que nuestros dos hijos estaban durmiendo.
-Iria al baño y..
Ahora yo tapé su boca con mi mano, ambos nos reímos.
-¡Desubicado!
-Volviendo al romanticismo, te lo prometí Alas, toda tu vida vas a comer bien
-Venís cumpliendo...-asentí con la cabeza y me estiré para dejar un besito dulce sobre sus labios, el hijo de puta me mordió-¡como andamos hoy! Ya tenemos dos bendis, listo Juanpe
-¿Sí?-me miró divertido, estaba conteniéndose para no reírse, rodeé su cuello con mis brazos y volví a besarlo.
-Lo charlamos más tarde, ahorita, cuando aterrice el avión solo tengo que enfocarme en el show-se lo advertí.
-Ok Alas-se hizo el obediente.

El recibimiento de parte de mis fans fue hermoso, no solo fueron amorosos conmigo, también con Peter y nuestros hijos, nos dieron regalos para todos.
Una camioneta me buscó y me dejó en la puerta del teatro, me encontré con un panorama que generó mucha felicidad, pronto también llegaría la adrenalina.
Corrí de un lado a otro, practiqué mis coreografías hasta que se hizo la hora, me preparé y me quedé detrás del escenario hasta EL momento.
Y ahí los vi, a Peter y Allegra en primera fila, Mercedes la abuela orgullosa con Thiago en el costado del escenario, le había puesto algo en las orejas para que el sonido no lo hiciera mal.
Y el show transcurrió, cada canción me emocionaba, me hacía sentir viva, me ponía la piel de gallina.
-Y ahora quiero dedicarle esta canción a ustedes que siempre me dan amor y a mi familia, mamá que está arriba y a los angelitos que aparecieron-miré a mis amores y mis fans gritaron eufóricos- creo en el amor, creo en que las cosas se dan por algo, creo en el destino, ¡y agradezco por todo lo que tengo! Aunque la vida me pegó bastante quedó demostrado que no tenía porque vivir siempre en oscuridad, ¡quiero que canten bien fuerte esta canción!
Otra vez más gritos, más pasión, más locura.
Al terminar el show saludé a todos, dije palabras, y volteé a mirar al costado del escenario, Peter estaba con Allegra aplaudiendo y gritándome.
Thiago se había quedado dormido en el medio de todo el despelote... admirable.
Y les sonreí, todos me sonrieron, todos a mi alrededor, equipo, amigos, familiar.
Tomé aire, miré hacia arriba y después solté un suspiro.
Volví a saludar al público y esta vez fue de manera definitiva.
Al salir cambiada y lista de mi camerino le salté al cuello a Peter que me esperaba ansioso, me besó con pasión y Candela nos interrumpió, se nos cagó de risa.
-¿Les cuidamos a las crías?-adivino.
Con Peter nos miramos y asentimos con la cabeza.
-¡Son las mejores!-besé las mejillas de mis amigas, miré a Peter y lo tomé de la mano- vos y yo tenemos que debatir algo
No hizo falta mucho más para que nos escapáramos como dos fugitivos, dos adolescentes que ni pensaban en que todos estaban grabándolos para seguramente sacar notas y chismes desubicados.
Me dio igual, con el paso del tiempo dejé de estar pendiente del "que dirán", al conocerlo a Peter fui más consciente de que el tiempo pasa, y en definitiva la vida es una.. ¡Y hay que vivirla! O esperar a que el destino vuelva a encontrarnos en otra.
Al entrar al ascensor del hotel Peter trabó la puerta y me atacó el cuello a besos.
-¿Vamos a charlar acá?-elevé mis cejas con mis ojos entrecerrados, ya estaba rendida de entrada.
-¿Hay que charlar algo?-él me miró con ilusión y nos reímos-te amo Alas... Te amo, y nunca voy a dejar de decirte que sos mi angelita guardiana
-No.. Soy humana, y yo también fui y soy afortunada-lo abracé por el cuello y besé su mejilla tiernamente.
Peter destrabó el ascensor, y mientras subíamos a nuestro piso nos miramos con complicidad, la misma que tuvimos desde el segundo cero en el que nos conocimos, o nos reencontramos.

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Hola! Hasta acá llegó otra historia escrita desde el amor, gracias por haber leído!
Martina.