Destinados

Capítulo 5

Otra vez se largó a llover mientras la puerta estaba abierta, no había abandonado la casa de Peter, seguíamos mirándonos a los ojos sin saber que hacer.
-¿Podes justificarte? Explicarme el porqué...
Se me formó un nudo en la garganta, no muy segura terminé asintiendo con la cabeza.
Él cerró la puerta y nuevamente nos adentramos en el interior de la casa, llegamos a la cocina, el lugar que más amaba en el mundo.
-Yo... La industria de la música es cruda, muchas veces despiadada, te obliga a hacer cosas que no queres, te presionan.. Es el precio que hay que "pagar" por hacer lo que te apasiona, no en todos lados ocurre eso, pero eso me pasa a mi desde que empecé con todo esto-tomé aire y solté un suspiro- mi representante siempre me vuelve loca... A los ojos de todos yo soy la que toma las decisiones, pero eso es una mentira-me sentí decaer de un momento a otro- y quiere... Quiere que me acerque a vos.. Por tu historia, el que sos un "milagro"... Yo.. No quiero que creas cualquier cosa de mi, no soy la clase de persona que..
-Shhhh-Peter puso su mano sobre mi boca y tomó aire, soltó un suspiró- creo que entendí lo que me estás diciendo, que triste Alas
-Lo es, pero no sientas pena por mi, voy encontrar alguna manera de zafarme de esto-esbocé una pequeña sonrisa para aparentar el estar animada.
-Quiero ayudarte-no lo dudó, eso me sorprendió, mis ojos se abrieron como platos.
-NO...
-Quiero-él asintió con la cabeza- si eso me garantiza el poder estar a tu lado y seguir conociéndote entonces estoy con vos, pienso ayudarte, prestarme para todo el circo mientras buscamos una manera de que seas libre
Sus ojos me intimidaron tanto, estaba siendo sincero, yo simplemente lo sabía.
-No sabes en lo que te estas metiendo... ¡No es bueno que hagas esto! Puede provocarte alguna especie de trauma o..
Me interrumpió.
-Vos tampoco me tengas pena-elevó sus cejas serio- ¡estoy vivo! ¡Y quiero vivir! Hacer lo que quiero... Y quiero poder conocerte Alas, quiero acompañarte en esta mierda, no quiero que te sientas sola, a vos también te pasaron cosas fuertes
Peter agarró tomó mi mano con la suya, entrelazó sus dedos con los míos y sentí una carga eléctrica, mi piel se erizó.
-¿Realmente sos capaz de algo así?-me emocioné porque era un acto muy valiente, desinteresado.
-Sí.. No sé bien porqué, pero sé y estoy seguro de que sos una persona que vale la pena-se le formó una pequeña sonrisa que me fascinó, era cálida, yo también se la correspondí.
-Estas tirándote de cabeza a una pileta que no sabes si esta llena-lo advertí- a lo mejor sí hay agua pero te ahogas
-No lo creo, vas a estar vos..-con su mano libre me hizo una caricia en la cara y mi respiración se aceleró, mi cuerpo reaccionaba al suyo de una manera tan confusa, era como si quisiera pegarse al suyo y ya.
-No quiero que te sientas mal, el estar expuesto muchas veces hace que tu ánimo decaiga, si te pasa eso no dudes en ser sincero y decírmelo, y cortamos todo
-"Cortamos todo", no, no cortamos nada, ¿porque ya estás pensando en eso si ni siguiera arrancamos?
-Sos terco eh-se me escapó una risa-¿no te das por vencido?
-¿Si no dejé de luchar por diez años para despertarme crees que voy a rendirme fácil?-elevó sus cejas desafiante, me sonrió satisfecho por mi silencio, me dejó callada.
-Ok, vemos que hacemos, ahora tengo que irme-di media vuelta y paré-¿tenes algún paraguas?
-Sí-giró para mirar donde podía haber uno, me lo dio- entonces nos vemos, mañana te escribo, ¿o me escribís vos?
-Te escribo yo, ahora vos también descansá, hiciste mucho, ¡te cocinaste la vida!-le sonreí y me acerqué más, dudé en si hacerlo o no, pero seguí a mi impulso, besé su mejilla, al apartarme sus ojitos estaban cerrados- me voy Peter
Volvió a la realidad y abrió la puerta, lo saludé nuevamente, esta vez con la mano, abrí el paraguas para salir corriendo, una vez dentro de mi auto me reí nerviosa, estaba sintiendo cosquillas en la panza, no quería creer lo que podía ser.

Por la noche dormí como una reina, cuando amaneció recibí un llamado telefónico, era Pepo.
-¡Hola Lali!-sonó animado- vi que al final me diste el ok para hacer circular el rumor, ¿ya empezaste con la operación seducir a Peter Lanzani?
Me dolió tanto la manera en la que estaba hablando de otro ser humano, como si se tratara de una persona con sentimientos con la que se puede jugar, Peter no es un juguete, tampoco un videojuego.
-Ajam-le respondí esa breve "respuesta", porque si abría más la boca era para putearlo.
-Genial, ahora quiero contenido para hoy
-Ok-fui cortante-¿algo más?
-No, ¡que tengas un lindo día!
Tomé aire y solté un suspiro, cubrí mi cara con una de mis almohadas.
Después me duché y me arreglé, entre a mis redes sociales y efectivamente todos estaban hablando de mi supuesto romance, la fuente afirmaba que con Juan Pedro Lanzani estábamos conociéndonos, también hablaron de la posición económica de mi futuro novio, ¡que asco! ¡Que asco todo!
El timbre de mi departamento sonó varias veces, era el portero, Candela había llegado.
-¡Hola La!-besó mi frente- traje café con medias lunas, ¡para arrancar el Lunes con todo!
-Y para animarme porque seguro leíste todos los rumores de mierda..
Ella no pudo mentirme, terminó asintiendo con la cabeza.
-¿Vas a seguir el juego de Pepo? Es obvio que te tiene agarrada del cuello
-No tengo otra, por lo menos por ahora, y.. Hay algo..-hice una pausa- Peter quiere ayudarme con esta mentira, Pepo va a creer que todo es "obra" mía, pero Peter fue quién accedió a involucrarse en esto, tengo miedo, mucho miedo porque su cabeza debe estar loca por dentro, no quiero que la exposición lo afecte, es una persona muy buena, ¡es algo obvio! No cualquiera accedería a una cosa así
Otra vez la angustia se hizo presente, mi pecho empezó a molestarme.
-Es un amor este chico, ¡lo que le debes gustar para que se ofrezca a estar con vos!
-Ni me lo digas-mi nerviosismo hizo que me mordiera las uñas- le di el ok para relacionarnos pero no pienso permitir que se enamore de mi
-¿Y si te enamoras vos?-Candela elevó sus cejas- puedo percibir que hay un algo suyo que te hace movilizarte, ¡mirate! Estas histérica ahora mismo-ella esbozó una pequeña sonrisa- tal vez lo que necesitas en esta etapa de tu vida es volver a encontrar el amor, sé que tenes un vacío en tu interior, Peter no remplazaría a tu mamá, pero su compañía, sus palabras y su cariño podrían hacerte bien
-No... Nunca podría empezar una relación si la arranco dentro de una mentira-negué con la cabeza- no
-¡No seas terca La!-Candela me fulminó con la mirada.
Suspiré y mordí una media luna, la mastiqué.

Estuve hablando con mi equipo de trabajo, acordé una reunión para hablar de mi futuro como artista, las giras, pronto tendría que volver a todo eso, mi duelo no puede durar por siempre, es momento de que pase de página.
Se hizo la tarde y una llamada interrumpió mi escritura, tenía en la cabeza una melodía, quería ponerle una letra.
-Hola Alas-Peter me saludó, su voz dulce me hizo sonreír-¿te gustaría merendar juntos? Podemos hacerlo en un lugar público.. Una plaza.. Bueno, los Lagos de Palermo, ¿te va?
-Sí-acepté angustiada, claro, en un lugar público para que nos saquen fotos- ¿nos vemos en media hora?
-Sí, te paso exactamente el lugar, te comparto la ubicación, todavía estoy aprendiendo muchas cosas tecnológicas de las cuales ni tengo idea-se rió de si mismo- a ver si no me pierdo ni te pierdo
-A mi no me vas a perder, tal vez te perdes vos-me hizo reír- cualquier cosa me llamas, ¿dale?
-Dale-respondió eufóricamente.
Una sonrisa se formó sobre mis labios, tratar con Peter era tan fácil, tan cómodo...
Terminé de hacer algunas cositas y me puse en marcha, manejé hasta los Lagos de Palermo, miré el mapa de mi celular y caminé.
-Hola Alas-Peter Lanzani me sonrió y confianzudo me abrazó, ese simple acto me dejó helada, en el sentido de quedarme quieta, porque en realidad sentía calor, su calor corporal me relajaba.
-Hola Peter-le respondí susurrándoselo en el oido.