Joder. Joder. Joder.
Había sido una completa imbécil, ahora sí que sí, Kim iba a odiarme.
Salí despacio de la habitación y la mirada de ambos se dirigió a mí.
-Quiero...eh...esto...un vaso de agua.
Kim se levantó y fue a lo que supuse que era la cocina, yo la perseguí sin saber muy bien que decir.
Dejó el vaso en la encimera sin mirarme. Vale estaba enfadada, eso estaba más que claro.
-Kim...-empecé a decir.
-Bebe agua-me cortó.
Asentí con la cabeza. No me molesté en disimular que la estaba mirando. Literalmente tenía mis ojos clavados en ella y en como desviaba la mirada al suelo.
No hace falta que disimules pero tampoco que parezcas una maldita acosadora.
Bebí sujetando el vaso con ambas manos. Arrugué la nariz cuando una punzada de dolor apareció en mi cabeza.
-Me gustaría esto...hablar y...
-Harper, esta vez soy yo quien decide cuando se habla-volvió a cortarme y yo volví a asentir.
Joder, que carácter.
Luke entró en la cocina con la taza en la mano.
-¿Cómo te encuentras Harpercita?-preguntó mirándome con curiosidad.
-Bueno, mi cabeza ya no retumba, así que bien.
Miré a Kim unos segundos. Ella salió de la cocina cerrando la puerta detrás de ella.
-Está mosqueada eh-dijo Luke.
-Ah, ¿si? No lo había notado-respondí algo brusca con el ceño fruncido.
-Vale. A la defensiva. No te mosquees conmigo porque no he tenido la culpa. La bocazas has sido tú-dijo en un tono de reprimenda.
-Ya. Si. Lo siento.
Asintió conforme con mis disculpas y después de unos segundos su expresión se había suavizado.
-Me ha preguntado por ti-dijo
Levanté un poco las cejas.
-¿Por mí?
-Sí. Si eras siempre así de idiota.
La ilusión que me había entrado al saber que había preguntado por mí desapareció al instante.
-Vaya.
-Harper, a Kim por algún motivo le importas, deberías valorar eso en vez de ponerte con ella a la defensiva cada vez que puedes.
-Yo no hago eso-me defendí volviendo a fruncir el ceño.
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La sincronización de nuestros latidos
Teen FictionEntra todos los martes. A veces solo mira y a veces compra un libro. Tiene mal gusto para elegirlos. Sabe sacarme de quicio. Su pelo es negro. Su risa es dulce. Y es absolutamente inalcanzable.