acuérdate de votar e ir comentando durante el capítulo, me ayuda mucho<33
Se acercaba la navidad, era la primera vez en mucho tiempo que podía decir que estaba ilusionada. Iba a proponerle a Kim que viniera a cenar conmigo, bueno, y con mi familia.
Ellos no sabían nada de lo que teníamos más allá de una amistad. A veces me daba la sensación de que mi padre sospechaba algo, pero no me decía nada, solo se alegraba cada vez que le avisaba de que Kim venía a casa o que yo iba a la suya.
Eso no era lo que más me preocupaba, si no que tenía que explicarle a mis padres mis planes de futuro. No pensaba que fueran a tomárselo mal, al contrario, el problema era que se lo iban a tomar demasiado bien.
-Oye, quiero empezar a estudiar -solté como si nada cuando entré en la cocina.
Os juro que la velocidad con la que me miraron está fuera de las leyes de la física.
Claro, ahora como quiere estudiar sabe de todo.
Vaya, te echaba de menos, conciencia.
Lo se.
- ¿Cómo? -pregunta mi madre, despacio, con miedo de haber escuchado mal.
-Si. Quiero poder abrir un negocio.
Se miraron entre ellos.
-Eso es...increíble-dice mi padre, después de unos segundos de silencio.
Asentí despacio.
-¿Has pensado en que negocio quieres?-mi madre me miraba con una ilusión poco usual en ella.
-Una...bueno, una especie de librería-cafetería-no sé porqué pensé que me tomarían por loca, que lo verían como una idiotez.
Volvieron a mirarse. Empezó a irritarme ese gesto.
-Cuéntanos bien lo que has pensado-me pidió mi padre con una leve sonrisa.
Y eso hice, estuvimos casi dos horas desarrollando mi idea, a mi madre le encantó, está dispuesta a financiar el primer local una vez que termine de estudiar, ya ha empezado a mirar algunos cursos para que haga, estaba increíblemente volcada en el proyecto.
Me alejé cuando Luke me llamó por teléfono.
-¿Si?- dije al descolgar.
-¿Estás ocupada? -su voz sonó algo temblorosa- Creo que necesito tu compañía.
Supe al instante que algo no iba bien.
-Voy a tu casa, dame diez minutos.
Colgué y fui hacia mis padres.
-Tengo que irme.
-¿Vas a ver a Kim?-preguntó mi padre.
-No, a Luke -no di más explicaciones.
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La sincronización de nuestros latidos
Teen FictionEntra todos los martes. A veces solo mira y a veces compra un libro. Tiene mal gusto para elegirlos. Sabe sacarme de quicio. Su pelo es negro. Su risa es dulce. Y es absolutamente inalcanzable.