Entra todos los martes.
A veces solo mira y a veces compra un libro.
Tiene mal gusto para elegirlos.
Sabe sacarme de quicio.
Su pelo es negro.
Su risa es dulce.
Y es absolutamente inalcanzable.
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Nueve días sin saber de Kim, le di mí número de teléfono y ni si quiera lo ha usado para darme alguna explicación, no ha venido a la librería, ni el martes. Esto está volviéndome loca.
-¿Seguro que no dijiste ninguna tontería?-volvió a preguntar Luke por decimosexta vez.
Suspiré ya cansada de repetir la misma conversación una y otra vez durante estos nueve días interminables.
-Todo lo que dije le hizo gracia, Luke.
-¿Hasta lo de decirle al camarero que te gustaría su hermana?-se quedó en silencio unos segundos y empezó a reír- Si, eso le hizo gracia fijo.
Puse los ojos en blanco. Jennifer se acercó a nosotros con algunos libros en la mano.
-Yo creo que le da vergüenza venir a verte.
-Si, Kim sin duda es una chica súper tímida-añadió Luke en un tono irónico.
-Mira da igual, está claro que no tiene intención de hablarme-me apoyé cansada en el mostrador de la caja.
-Por una vez que pensaba que ibas a echar un buen polvo...
-Luke, ¿no puedes dejar de pensar en eso?-le regañó Jennifer.
-No, creo que no-respondió él con una sonrisa.
Creo que desconecté cuando empezaron con sus discusiones, no recuerdo bien de que hablaban y tampoco me preocupé al no hacerlo.
Si Kim fuera la que hablara seguro que le prestaría toda mi atención. Mierda. Kim sal de mi cabeza.
-Vale, ¡tengo la solución perfecta!
Lo miré con curiosidad.
-Oh Luke, ilumínanos con tu sabiduría-le rogué.
-¡Tienes que tener una cita!
Arqueé la ceja.
-Yo creo que a veces te entra aire de más en el cerebro y dices tonterías.
-Lo digo enserio, hay que llevarse decepciones amorosas alguna que otra vez, a mi no me pasa, pero es lo que se dice. Que te rechacen o pasen de ti no tiene que significar que por ahí suelta no haya una chica deseando bucear entre tus piernas.
El problema no era que no hubiera más chicas interesadas en mí, si no que yo solo estaba interesada en una.
-Déjalo Luke, ha sido una chorrada, solo un juego de tira y afloja, quiso mí número y no ha parado hasta tenerlo, ahora ya no le interesa nada más de mí.
-Yo no pienso eso-aportó Jennifer-, he visto como te miraba, parecía bastante interesada en ti
Me encogí de hombros sin ganas de seguir hablando. Me sentía... ¿defraudada? Creo que esa es la palabra correcta, puede que me gustara la idea de tener su atención, de que alguien soportara mi mal humor e incluso le pareciera divertido.
