Kim
-Para eso están las amigas.
No ha dicho eso, ¿verdad? ¿VERDAD?
Nunca creí que Harper me encasillaría en la friendzone, bueno, realmente ya llevábamos casi dos meses con esta especie de "amistad", a lo mejor simplemente estaba cansada de no saber que somos y había decidido cortarlo de raíz.
Estamos hablando de Harper, no creo que sepa lo que está diciendo.
Puse mi mejor sonrisa y vi como se alejaba con velocidad, juraría que estaba avergonzada.
-¿Vamos?-preguntó Luke, sacándome de mis pensamientos.
Asentí, me acompañó hasta mis clases, su compañía era agradable. Al pasar por el lado de dos chicos alcancé a escuchar:
-Vaya fiera el rubio, se ha ido con la más zorra.
Se que Luke también lo escuchó, porque la sonrisa que tenía puesta se borró al instante, noté mis ojos humedecerse, parpadeé varia veces para retener las lágrimas.
-Vengo a por ti luego, ¿vale?-dijo Luke cuando llegamos a mi clase.
-Si. Genial-respondí algo ausente.
-Kim, si en algún momento quieres volver a casa, avísame-aseguró con seriedad.
Asentí con la cabeza, despacio, cogí aire y entré en la clase. Me senté lo más alejada posible, intentando pasar desapercibida. Notaba la mirada de los chicos en mí, no se esforzaban en disimular, capullos.
No se como explicarlo, pero me sentía invadida, expuesta.
Izan, que estudiaba lo mismo que yo, entró en la clase yendo directo a mí, sentándose a mi lado, esto provocó las risas y murmuros de los presentes.
-Hey-saludó con una despreocupada sonrisa.
Hice un movimiento de cabeza como respuesta, no tenía ganas de hablar con él, ni con él, ni con nadie.
-He pensado en pasarme por tu casa esta tarde-comentó.
-¡Mirad a Izan y su zorrita!
Todo mi cuerpo entró en tensión, las risas inundaron el aula hasta que el profesor entró, no pude ni mirar a Izan, él no dijo nada, ni siquiera hizo el intento de defenderme, estaba permitiendo esto.
Se que fui una cobarde, se que debí reaccionar pero simplemente mi cuerpo se petrificó.
Pensé en Harper, ella hubiera reaccionado, eso me gustaba de ella, su carácter, era...explosiva.
La pantalla de mi móvil se encendió, era una notificación de Instagram. Últimamente me llenaban de mensajes, no muy agradables, así que sentí un gran alivio cuando vi que era un mensaje de Luke.
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La sincronización de nuestros latidos
Teen FictionEntra todos los martes. A veces solo mira y a veces compra un libro. Tiene mal gusto para elegirlos. Sabe sacarme de quicio. Su pelo es negro. Su risa es dulce. Y es absolutamente inalcanzable.