Fuimos Jennifer, Luke y yo a casa de Kim después de cerrar la librería por la mañana, le pedimos el favor a mi madre y ella se encargaría de abrir por la tarde.
Kim seguía sin querer salir de su casa, así que cuando les conté la situación a Jennifer y Luke enseguida quisieron ir a verla.
Me gustaban mas los ratos que estábamos a solas, me sentía mas relajada que cuando los demás estaban delante, pero a ella se le veía feliz con la visita de mis amigos y eso bastaba.
-Te he traído esto-dije cuando nos quedamos solas en el salón mientras sacaba de mi bolsa de tela un libro.
Ella sonrió al tenerlo en sus manos y lo miró con curiosidad.
-Hoy es martes y pensé que querrías un libro nuevo.
Su sonrisa se amplió más y me miró como si intentara descifrar algo, eso me hizo sentir algo invadida, incluso sentí como mi cuerpo se encogía un poco.
-Muchas gracias, Harper, de verdad-dijo, pero yo sabía que eso no era lo que tenía pensado responder.
Cuando intenté volver a hablar Luke y Jennifer entraron de nuevo en el salón.
-¡He traído esto!-dijo Luke enseñando la caja del Monopoly-¿jugamos?
¿Soy una aburrida por odiar los juegos de mesa? Por que de verdad, no los soporto.
Así que mi primer instinto fue responder un "no" rotundo pero la pelinegra de ojos rasgados se me adelantó.
-¡Si! Me encantan los juegos de mesas.
La mirada de los tres se centró en mí, esperando mi respuesta.
-Si, venga juguemos una partida rápida.
Los tres se empezaron a reír como si hubiera dicho la mayor tontería del mundo, los miré sin entender y sintiéndome algo avergonzada, ¿se estaban riendo de mí? Sentí cada músculo de mi cuerpo tensarse e incluso me recoloqué para que mis rodillas dejaran de tocar las de Kim.
Ese gesto no pasó desapercibido para ella, clavó sus bonitos ojos en mí buscando una respuesta pero yo mantuve mi mirada en Luke, el cuál volvió a hablar.
-Las partidas del Monopoly nunca son cortas, Harpercita.
Asentí queriendo dejar pasar la conversación y colocaron el tablero en la mesa para jugar.
-Yo tengo una teoría infalible, puedes conocer la personalidad de la persona según que ficha escoja del Monopoly-declaró Luke.
-¿Enserio?-preguntó Jennifer sorprendida-¡Yo he escogido el perro! ¡es monísimo!
-Estaba claro, eres dulce, buena persona, cariñosa y charlatana, el perro es la ficha perfecta para ti.
Jennifer lo miraba maravillada y Kim tenía una sonrisa divertida en su rostro, esta vez fue su turno, cogió su ficha, el sombrero y se la enseñó.
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La sincronización de nuestros latidos
Genç KurguEntra todos los martes. A veces solo mira y a veces compra un libro. Tiene mal gusto para elegirlos. Sabe sacarme de quicio. Su pelo es negro. Su risa es dulce. Y es absolutamente inalcanzable.