CAPÍTULO XVII

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Melisa James

Recibí una llamada cuando apenas había dejado a Samael acostado en su cama para dormir, descolgué y lo primero que escuche fue la voz de una señorita con voz grave y desesperada.

- ¿Familiar de Dorian Berrycloth? - preguntó.

-No, pero trabajo con su familia, ¿Pasa algo? - pregunté.

-Señorita, el señor Berrycloth está en cuidados intensivos, sufrió un accidente y está muy grave.

Me quedé paralizada y asustada, inmediatamente pregunté el nombre del hospital y llamé a Cole diciéndole lo ocurrido, no me quedo de otra más que levantar a Samael y encaminarlo a la puerta, donde afuera estaba Cole estacionado esperando que saliéramos, se notaba preocupado, después llame al señor Berrycloth que sonó impresionado he histérico que me colgó enseguida.

-¡¿Qué carajos pasó?!- preguntó Cole.

Le hice un gesto de que no gritara porque Samael no sabía nada y no quería preocuparlo, él se controló, pero no se tranquilizó y manejo lo más rápido que las señales se lo permitían para llegar al hospital. En todo el camino venía mordiéndose las uñas de una mano, mientras que con la otra maniobraba el volante y la palanca de velocidades.

Llegamos lo más rápido que pudimos, Cole tuvo que cargar a Samael porque se había quedado dormido en el camino y no podíamos dejarlo ahí acostado en el auto.

Entramos al hospital y en la sala de espera ya estaba el señor Berrycloth sentado y apoyando su cabeza en las manos mientras recargaba los codos en sus piernas.

Apenas nos vio se levantó y corrió a abrazarme.

- ¿No saben lo que pasó? - preguntó mientras nos veía a ambos.

-No, nada más me dijeron que sufrió un accidente y estaba en cuidados intensivos- dije preocupada.

No tardamos en llegar con la primera enfermera que se nos cruzara, y le preguntamos sobre el estado de Dorian.

- ¿Ustedes son sus familiares? – preguntó

-Sí, lo somos- dijo el señor Berrycloth.

La enfermera caminó hasta llegar al escritorio y empezó a buscar en varias papeletas a Dorian.

-Aquí está- dijo mientras lo leía- su hijo está muy grave y según esto necesita sangre, pero no tenemos la suficiente de su tipo.

-Píncheme, yo le daré la sangre - dijo el señor Berrycloth.

-No es tan sencillo, necesitamos otra persona aparte de usted con el mismo tipo de sangre que el muchacho para que se le pueda aplicar- exclamó.

- ¿Qué tipo de sangre es? - pregunté.

- O positivo- dijo la enfermera.

-Yo tengo ese tipo de sangre, lo haré- dije decidida.

-Perfecto, en un momento los pasaré a la sala para extraerles la sangre- dijo mientras caminaba a una habitación y se encerraba en ella.

Nosotros esperamos hasta que ella le llamó al señor Berrycloth para extraerle la sangre.

Unos momentos después salió y la enfermera me llamó a mí, estaba nerviosa porque les tengo pavor a las agujas, pero era necesario.

Caminé hasta la habitación donde estaba la enfermera en donde ya estaba preparando el catéter y poniendolo en un tubito que conectaba con la bolsita donde se ponía la sangre, pasé y tomé asiento mientras cerraba los ojos con fuerza.

-Relájate, respira profundo, solamente es un pellizco- dijo mientras me ponía el elástico para hacer presión en mi brazo.

Hice lo que ella me pidió, me relajé, pero aun así el miedo me carcomía.

My downfall is youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora