CAPÍTULO XXI

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Melisa James

Toda la mañana en la universidad estuve evitando a Dorian por lo que pasó anoche, la verdad estoy confundida.

Salí al baño, en el último tramo del pasillo escuché voces, era el equipo de beisbol que venía a mi dirección y me escondí entre los botes de basura.

- ¿En serio?, escuché que la novia del capitán es sexi, y te juro que si son unos idiotas no dudaría en conquistarla- escuché decir a uno.

-Si tuvieras decencia, respetarías a la que te gusta- exclamó Henry.

-Estoy de acuerdo con Henry, respeta a tu novia- Reprochó Dorian.

-Tú más que nadie deberías apoyarme Dorian, ¿Qué ha pasado con el que se tiraba a la que se le cruzaba? - se quejó el chico.

-Ese Dorian ya se fue- Respondió Dorian.

- ¿El todas mías se enamoró? - se burló el chico.

-Podría enamorarme de mil chicas y seguiría igual, simplemente ya no me tiro a cualquiera- Dorian respondió.

Fue todo lo que pude escuchar y me apresuré a entrar al baño, sentía que me orinaba encima. Saliendo me concentré en regresar al salón sin toparme a Dorian, fue un éxito.

Tocó el timbre para ir a la cafetería, Godrick se dedicaba a abrazarme y contar anécdotas mientras caminábamos con las chicas mientras íbamos a la cafetería, nos sentamos en nuestra mesa, donde Godrick se sentó coquetamente mientras las chicas pasaban y lo veían como si fuera una presa, ya me estaba acostumbrando, porque hay algunas chicas que se sientan a su lado sin importarles que estemos nosotras y nos empujan.

Una morena de cabello rizado se sentó a su lado y empezó a coquetear con él. Yo puse los ojos en blanco y volteé a ver cualquier otra cosa, en mi campo de visión apareció un chico de cabello negro y ojos verdes. Tenía una camisa de manga larga, pero dejaba a la vista su tatuaje debajo de la mandíbula.

Su vista se encontró con la mía y yo la desvié enseguida haciéndome la que distraída jugando con mi comida mientras escuchaba la sucia conversación entre Godrick y la morena.

- ¿Todo bien, Meli? - preguntó Bianca.

-Sí- respondí.

-Desde la mañana te noto distraída o tal vez cortante- comentó.

-Estoy bien, solamente que no pasé una buena noche- respondí.

Dorian Berrycloth

Saliendo de la escuela esperé a Melisa que saliera, pero me llego un mensaje diciendo que no la esperara y que ella llegaría después. Subí a mi auto y conduje hasta mi hogar, donde Samael estaba afuera en las escaleras esperando. Bajé del auto y lo miré extrañado porque normalmente él siempre nos espera en su banquita adentro.

- ¿Pasa algo, mocoso? - le pregunté.

Él me miró tímido y sonrió forzosamente.

-Mejor espero que llegue Meli- comentó.

Me puse de cuclillas y lo miré ofendido

-Yo soy tu hermano y puedes decirme lo que quieres, ¿Qué pasa? - replique. Él suspiró.

-Tengo un diente flojo- dijo de mala gana y con un poco de miedo- está a punto de caerse, pero no quiere hacerlo- se quejó.

Lo miré maliciosamente.

- ¿Quieres que te ayude con eso? - le pregunté y él asintió contento.

Entramos a la casa y subimos a mi habitación, luego empecé a buscar arriba de mi ropero.

My downfall is youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora