Capítulo #44

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Lisa Avery siempre fue una mujer preciosa, desde su adolescencia ya gozaba de un cuerpo bien definido y una personalidad agraciada que la convertía en el trofeo más codiciado entre cualquier grupo de hombres.

Sin embargo, ella se había centrado en sus estudios. A pesar de tener una melena rubia llena de rulos, ojos verdes y un cuerpo deseable, ella prefería enfocarse en sus metas a futuro.

Sus padres habían muerto cuando ella tan solo tenía quince años, por lo que le había tocado hacerse cargo de sí misma, trabajar y estudiar para poder mantenerse, evidentemente, no había tiempo para vivir una adolescencia normal, para salir con sus amigas y mucho menos para salir con chicos.

Cuando cumplió dieciocho años, se postuló para trabajar como asistente en una prestigiosa empresa que recién abría sus puertas y para su suerte, se quedó con el cargo. Lisa llevaba una rutina llena de productividad y no tardó mucho en ser una de las favoritas de los directivos, trabajaba sin descanso, era hermosa e inteligente. Esto la llevó a formar parte de las reuniones y fiestas que realizaba la empresa con sus socios y fue allí donde conoció a Christian.

Decir que lo de ellos fue amor a primera vista, quizás puede quedarse corto. Lisa estaba descansando de los tacones que llevaba puestos y Christian se sentó en su mesa, él solo se presentó con su nombre y comenzaron a charlar. Antes de darse cuenta había entrado la madrugada y estaba muy cerca el amanecer.

Lisa se despidió albergando la esperanza de volverlo a ver y por supuesto, el destino los puso frente a frente. El día después de la fiesta a lisa la designaron como asistente del nuevo Vice-presidente de la empresa. Quien era nada más y nada menos que Christian.

La electricidad entre ambos se hizo tan palpable que tan solo una semana después ya estaban saliendo. La historia entre ambos comenzó con rapidez, la primera noche que salieron Lisa perdió la virginidad con él y un mes después ya no podían despegarse uno del otro.

Pero eso no había sido del agrado del presidente y su esposa quien era realmente la dueña de la empresa. Cuando Lisa y Christian decidieron formalizar su relación, Lisa recibió una carta siendo despedida. Pero esa decisión en lugar de separarlos, los unió más.

Christian, quien para ese momento tenía veintitrés años, ya tenía sus propios negocios y sin pensarlo abandonó el negocio de sus padres. La madre de Christian incluso llegó a ofrecerle dinero a Lisa, pero el amor que había entre ambos no tenía precio. Al cabo de seis meses contrajeron matrimonio, una pequeña ceremonia que los consagró como marido y mujer.

Era todo lo que Lisa hubiese podido pedir. Un esposo maravilloso, un hogar cálido lleno de amor y noches de sexo apasionadas. Lisa aprendió a desarrollar sus instintos sexuales gracias a su marido y al cabo de un año, era una potente diosa sexual que podía hacerlo tocar el cielo con su boca, con sus manos o con su cuerpo.

Lisa estudiaba en la universidad mientras Christian trabajaba, habían acordado hacerlo así para que ella pudiese desarrollar todos sus conocimientos y así trabajar en conjunto.  Lisa era muy feliz y para contribuir a su felicidad, cuando llegó a su cumpleaños numero 20, se enteró que estaba embarazada.

No había nada que pudiese hacerlos más felices, pero siempre aparecía la sombra de la familia de Christian. Cuando el embarazo comenzó a notarse, la madre de Christian no tardó en aparecer, ella quería formar parte de la vida de su nieta, pero sin lugar a dudas seguía despreciando a Lisa. No hubo más remedio, antes del parto Christian vendió todas sus acciones y se cambiaron de país.

Para su suerte, aquello era una pequeña fortuna, por lo que empezar de nuevo no sería problema.

La pequeña Elisabeth nació en Francia, con el cabello rubio como el de su madre pero con los ojos tan azules como los de su padre. Era una herencia innegable, además, mientras más crecía, la pequeña Elisabeth se parecía aún más a su padre.

No Tan Inocente - +18 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora