Capítulo #29

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Elisabeth se había quedado dormida en la cama donde todas las noches Vincent le hacía compañía. Se despertó cuando el llegó, lo escuchó tropezar y caer de golpe en la cama, levantó ligeramente la cabeza para mirar el reloj junto a la lámpara que había dejado encendida, marcaba poco más de las 3 am.

Si que estuvo buena la fiesta - pensó.

Intentó sostener un diálogo con Vincent, pero al parecer estaba más alcoholizado de la cuenta, tanto, que al acostarse le abrazó y se durmió instantáneamente. Pero algo le quitó el sueño a ella, sintió como la erección de Vincent crecía, se hacía más dura y poco a poco se iba metiendo entre sus nalgas.

Ella no pudo soportarlo mucho tiempo, al cabo de una hora o quizás menos, comenzó a mover sus caderas frotando su sexo desnudo sobre el miembro de Vincent. Con cuidado tiró de uno de los tirantes de su bata y el lazo se deshizo, liberando uno de sus turgentes pechos donde colocó la mano de un Vincent dormido, que quizás por instinto comenzó a acariciarla.

Ella giró su cabeza lentamente para cerciorarse, él estaba profundamente dormido, así que comenzó a mover sus caderas de forma suave pero con urgencia, su cuerpo se calentaba y se estremecía al sentirlo allí, en medio de su calor más intimo.

Vincent solo vestía Boxers, por lo que esta vez la capa de tela que los separaba era aún más delgada. Elisabeth apretó sus muslos y sus nalgas, sintiendo aún más el bulto de Vincent en su entrepierna. Hizo un esfuerzo sobre humano para no dejar escapar un gemido de sus labios, aunque su respiración aumentaba vertiginosamente con cada movimiento.

De repente Vincent la sostuvo de las caderas, ayudando a que cada embestida fuese aún más firme y unos segundos después, el miembro de Vincent por fin era libre.

Vincent estaba despierto y la estaba tocando, Elisabeth casi podía sentirse a punto de estallar del extasis que aquello le provocaba. Lo deseaba con locura, le urgía tenerlo dentro de ella, sentirlo ensancharse en su interior, aquel bulto, aquel miembro tan grueso tenía que ser suyo y a cambio ella le entregaría toda su humedad, todo ese calor y ese deseo que se concentraban en su intimidad.

Vincent llevó su mano hasta el clitoris de Elisabeth y comenzó a acariciarla. El gemido que antes había reprimido, salió de sus labios sin ningún impedimento. Su piel se erizaba mientras sentía la respiración de Vincent en su cuello aunado a los movimientos y la otra mano que no dejaba de pellizcar su pezon, sin duda estaba a punto de explotar.

En el borde de su abertura podía sentir como se movía el miembro de Vincent y se escuchaba el ruido que hacía gracias a los fluidos. La rubia no lo soportó más, arqueó más su espalda y levantó un poco una de sus piernas y en un movimiento digno de una estrella porno sujetó la cabeza del miembro de Vincent y lo hundió en ella.

Elisabeth se mordió los labios mientras intentaba reprimir un grito. A pesar de que estaba muy lubricada y llena de fluidos, la falta de sexo la hacía sentir casi como una virgen, su interior estaba apretado y podía sentir un dolor ligero pero que se desvanecía en la medida que su interior se adaptaba al tamaño de Vincent.

Vincent había dejado de moverse, la pequeña rubia casi podía sentir como su cuerpo temblaba.

- Elisabeth - por fin lo escuchó, incluso su voz temblaba -mi amor...¿Estas despierta?

Lizzie se quedó inmóvil, le había dicho mi amor y no era precisamente como un padre. Elisabeth tomó aire y decidida respondió:

- Si.

Aún sosteniendo el aire empujó con todas su fuerzas hacia atrás, sobre todo para evitar cualquier negativa de parte de Vincent, sintió como Vincent por fin se hundía completamente dentro de ella.

No Tan Inocente - +18 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora