Capítulo #30

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El año nuevo los recibió a ambos entre gemidos y penetraciones. Un éxtasis tan profundo que era difícil creer que solo harían el amor esa vez y esperarían hasta el cumpleaños número dieciocho de Elisabeth. El último día del año lo habían comenzado en la cama, haciendo el amor en la cama de manera desenfrenada.

Luego de recuperar algo de energía, habían terminado haciéndolo en la tina, Elisabeth se había acomodado sobre Vincent y lo cabalgaba de forma frenética, luego de acabar en un explosivo orgasmo, ambos se habían quedado en el agua tibia, para aliviar sus cuerpos.

Vincent estaba recostado, manteniendo sobre su cuerpo el pequeño y frágil cuerpo de la pequeña rubia.

- Hicimos un desastre - Dijo Elisabeth apoyando su cabeza en el borde de la tina - Creo que quiero hacerlo de nuevo.

Se pasó la lengua por los labios mientras levantaba su cabeza y se acercaba a Vincent para besarlo. Él era todo lo que ella necesitaba, le daba mimos, la trataba como una reina, la idolatraba como una diosa en la cama y la cogía como a una puta. No podía pedir más, era justo lo que ella quería, lo que su cuerpo deseaba a gritos, aunque su mente tenía otro nombre tatuado en las profundidades de su cerebro.

Se besaron con ternura, un beso suave, delicado, nada como los besos anteriores que habían sido devoradores.

- Necesito un descanso - exhaló Vincent - a este ritmo vas a dejarme seco.

Elisabeth soltó una carcajada fuerte y Vincent sintió como su corazón palpitaba con fuerza, estaba perdido, su corazón latía al escucharla sonreír, aquello solo tenía una definición, se estaba enamorando de Elisabeth, estaba completamente perdido.

- ¿Quieres dar un paseo y recibir el año fuera? - preguntó Vincent.

Elisabeth que aún reía se acomodó nuevamente sobre él, con las piernas abiertas y moviéndose lentamente. Emitió un chasquido con su lengua, definitivamente no quería salir de allí, quería mantenerse a su lado.

- Lo único que quiero - susurró - es que me hagas tuya una vez más.

Vincent se quedó mudo, Elisabeth era una diosa, su diosa y él se rendía ante ella.

Esta vez fue él quien se acercó hasta sus labios para besarla, mientras una de sus manos se metía bajo el agua para introducir sus dedos en su intimidad. Elisabeth soltó un gemido cuando Vincent introdujo dos de sus dedos y se sorprendió por la facilidad con la que entraron.

La pequeña rubia echó el cuello hacia atrás mientras Vincent comenzaba a masturbarla con sus dedos, haciendo penetraciones suaves pero contundentes. Ella se sostenía fuerte del borde de la tina, mientras intentaba seguir con sus caderas, el ritmo de los movimientos de la mano de Vincent.

En un movimiento ella echó el cuello hacia adelante y se encontró con la mirada de un Vincent completamente poseído por el deseo, mirándola, detallando cada uno de sus movimientos, estudiando cada una de sus reacciones ante cada toque. Un Vincent que veía su mano mientras acariciaba el pezón de Elisabeth, un Vincent que la miró a los ojos mientras ella estallaba en un orgasmo.

Elisabeth se retorció de placer y casi se dejó caer en el agua pero Vincent la sostuvo en un movimiento rápido.

- Creo que necesitas descansar - alegó.

La pequeña rubia asintió. Al tiempo que se hacía un ovillo y Vincent la tomaba entre sus brazos.

Vincent la llevó a la cama y la envolvió en una toalla.

- Pediré algo de comer - comentó.

Pero Elisabeth no logró escucharlo, se hundía en un profundo sueño, había casi olvidado lo relajante que era dormir después de coger. Aquello le regalaba un sueño pacífico y reparador, esta vez no era la excepción. La pequeña rubia estaba extasiada, satisfecha y feliz, su cuerpo se relajó tanto que se quedó dormida.

No Tan Inocente - +18 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora