Capítulo #46

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La estabilidad emocional que Lizzie había logrado trabajar durante los últimos meses, se esfumó por completo al escuchar la noticia de que su madre estaba de vuelta y que además estaba en el hospital.

La pequeña rubia perdió la conciencia y la recuperó unos minutos más tarde. Vincent estaba sentado junto a ella en completo estado de Shock, a pesar de que se notaba interesado por el estado de la rubia, su preocupación por Lisa también era evidente.

- Tenemos que ir al hospital - dijo cuando Elisabeth se recuperó por completo.

Elisabeth quería pensar que aquello quizás solo era una mala broma, que su madre realmente no había aparecido y que estaba viviendo la vida loca junto al hombre por el cual los abandonó a ambos, junto al hombre por el cual la abandonó a ella a su suerte en manos de un desconocido.

Lizzie no dijo ni una palabra durante el camino al hospital, tampoco dijo nada cunado invitaron a pasar a Vincent, mucho menos hizo ruido cuando se acercó a la puerta de la habitación para ver como su madre recibía a Vincent envuelta en lágrimas. La mujer que veía, apenas y era un vestigio de lo que ella había conocido, no solo tenía moretones y rasguños, había perdido peso y estaba completamente demacrada.

- Lo siento tanto - La escuchó decir - Yo... Yo nunca quise hacerles daño - sollozaba - Theo me secuestró y abuso de mi de tantas formas que...

- ¿Theo te secuestró? - Vincent estaba completamente impresionado - Pero... La carta...

- Él me obligó a escribirla - continuó - ese último mes de tus viajes, él abusó de mi, me drogaba y me mantenía drogada todo el tiempo - Lisa lloraba y se escuchaba como su voz se quebraba - Estuve lejos de la ciudad, pero él se descuidó y escapé, corrí tanto como pude y caí por un barranco. Una pareja que hacía una excursión me encontró, estuve inconsciente unos días pero desperté y a duras penas lograba recordar el número de nuestra casa. Me alegro tanto que no se hayan mudado que...

Elisabeth que estaba de pie en la puerta sentía cómo la culpa crecía como una gran montaña sobre ella, desde que su madre se fue, pensó que se había ido con aquel hombre, jamás hubiese imaginado que él se la había llevado en contra de su voluntad, mucho menos todo el daño que le había causado.

- ¿Lizzie? - Lisa se quedó mirándola fijo - ¿Eres tú?

Lisa la miraba con dudas pero el color de los ojos de Elisabeth, acompañados a su larga melena rubia era algo inconfundible.

- Mamá - Elisabeth no sabía si adentrarse por completo en la habitación, pero dio un paso y luego otro, para notar que Lisa tenía a Vincent tomado de la mano y este al notar que Elisabeth lo había visto, se separó de ella.

Lisa la miraba con dolor al tiempo que sollozaba, siete largos años sin ver a su pequeña hija que ahora era toda una mujer. Siete largos años que se había perdido de su compañía, de su abrazos, de su amor. Entendía que Elisabeth la miraba con seriedad pues quizás sería difícil entender que ella nunca decidió abandonarla, pero era imposible decirle lo contrario, no después de tanto tiempo.

Elisabeth se acercó al pie de la cama y Lisa sonrió, solo al verla de cerca se dio cuenta. La mujer que besaba Vincent en la foto, la mujer que ahora lo hacía feliz, era nada más y nada menos que su propia hija. Su pequeña Elisabeth.

- Hija, perdóname - fue lo primero que pudo decirle - te abandoné y no quería hacerlo, nunca quise... Yo... - Lisa ni siquiera podía hablar bien.

- No deberías exaltarte así - sugirió Vincent.

- Mamá - interrumpió Elisabeth - No tienes que pedir perdón, entiendo todo, escuché lo que le decias a Vincent... - Elisabeth también se quebró y se acercó a su madre para abrazarla.

Durante mucho tiempo se imaginó cómo sería un reencuentro con su madre. Durante años imaginó los reproches que le haría por haberla abandonado, la odió tanto tiempo que jamás pensó que ella podía ser una víctima. Pero ahora que lo pensaba bien, le creía.

Theo, el tío Theo, era un hombre de mirada penetrante que siempre le daba escalofríos a Elisabeth. Ahora que era una mujer, entendía por qué siempre estaba mirando a su madre, la deseaba y la miraba de forma descarada.

El siempre iba de visita y enviaba a Elisabeth a dormir, claro, quería estar a solas con su madre. Ella no debió dejarla sola, pero nunca entendió, era muy pequeña para entenderlo.

Elisabeth y Lisa permanecieron abrazadas un rato largo y al cabo de una hora, entró una enfermera sugiriendo una salida a las visitas, a Lisa le tocaba un medicamento y también algo de descanso.

Vincent y Elisabeth abandonaron la habitación en completo silencio y así se quedaron en la sala de espera. Vincent se puso de pie y llamó a la policía, tenía algunos amigos detectives, quería alertar a todos sobre Theo. Tenían que encontrarlo y ponerlo tras las rejas, además, no podía dejarlo por ahí, sabiendo que podía volver y hacerle daño a Lisa o peor, a Elisabeth.

Elisabeth se mantenía en silencio, aunque pensaba en lo difícil que había sido la vida para su madre durante los últimos siete años, no podía evitar sentir culpa. Su madre se había ido para protegerla y ella solo se había revocado con Vincent, el hombre a quien realmente su madre amaba.

Para Elisabeth era inevitable pensar ¿Que ocurriría ahora con su relación? ¿Seguirían siendo novios? ¿La aparición de Lisa cambiaría lo que pasaba entre ellos?

La respuesta era evidente, él estaba inmerso en las conversaciones telefónicas, tan preocupado por Lisa como antes. La había tomado de la mano, y aunque la había soltado, el gesto no había pasado desapercibido.

Elisabeth se acomodó en su asiento mientras los pensamientos seguían revueltos en su cabeza, la culpa, el resentimiento, la frustración, todo ahora estaba mezclando y ella simplemente no sabía como sentirse.

Ver a su madre demacrada, con ojeras, el cabello corto a la altura de los hombros y moretones que ya comenzaban a curarse, le había dejado una imagen que no desaparecería. Aunque lo que más hacía mella en su interior era pensar ¿Cómo le diría a su madre que en su ausencia ella había estado durmiendo con el que debía hacer el papel de su padre?

Aquello era lo que más pesaba.

Vincent se sentó junto a Elisabeth y no dijo ni una palabra, al cabo de unos minutos llegaron varios hombres vestidos de traje, acompañados de dos mujeres también con traje e imponentes. Elisabeth los vio hablar con Vincent, eran detectives, ellos llevarían el caso de Lisa, debían hacer algunas pruebas, tomar sus declaraciones y llevar todo por la vía legal, pero lo más importante, debían protegerla.

Elisabeth solo se dedicó a escucharlos, verlos pasar a hablar con su madre, salir, entrar. Las horas se hacían interminables y aunque estaba muy preocupada, el cansancio terminó venciendola, tanto que ni siquiera supo en qué momento se quedó dormida.

Para cuando abrió los ojos, sintió el movimiento, el olor de Vincent la arropaba, se sintió tranquila, él la llevaba a la cama, todo había sido un mal sueño.

Un segundo más tarde, sintió como se hundía en la comodidad de la cama. Vincent la arropó y depositó un beso en su frente. Lo escuchó alejarse y cerrar la puerta, Elisabeth se removió en la cama, quizás volvería pero sintió como su mano llegó a uno de sus peluches e inmediatamente abrió los ojos, Vincent la había llevado a dormir a su habitación y no a la que ambos habían estado compartiendo.

Elisabeth se puso de pie y llegó hasta su balcón para ver cómo el auto de Vincent se perdía al final de la calle. Suspiró y se metió a la habitación de nuevo, se sentó en la cama y luego se acostó abrazando sus piernas.

No había sido un sueño, su madre estaba en el hospital y ella ahora estaba siendo desplazada. Su mayor temor se hacía realidad, en el fondo Vincent nunca estuvo con ella, solo revivía el recuerdo de Lisa que veía a diario en si misma.

Pero ahora que Lisa había vuelto, ella había vuelto ocupar su lugar.

Nuevamente estaba sola.

* Holis!!
Ya estamos en la recta final, ya oficialmente comienza el cierre, quedan unos quince capítulos aproximadamente.
Pero les aseguro que lo que viene es intenso.
Las que ya lo habían leído antes, no hagan spoilers.
Espero sus comentarios.

Besos ♥

No Tan Inocente - +18 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora