Capítulo #20

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Salir con su novio y con sus amigas era algo que Elisabeth extrañaba con Locura. Y aunque Lizzie se sentía algo de culpa por manipular a su chofer por lo que había pasado con Josephine, cuando pasaba esos momentos con sus amigos en plena libertad, se olvidaba de todo, incluyendo a su mejor amiga quién eventualmente desaparecía y ella sabía por qué.

Las vacaciones avanzaban rápidamente y aunque al principio a Elisabeth le había costado, terminó por aceptar a Dabielle como parte de su grupo cuando salía como una más junto a Angelo y sus amigos, se suponía que ella debía regresar con sus padres, pero estos le habían dicho que mejor se quedara con su abuela y que pasara su ultimo año de escuela allí, lo que practicamente se traducía en que para el último año, Danielle también estudiaría en el Instituto donde todos hacían vida.

Elisabeth sentía algo de celos, no podía negarlo, había una extraña conexión entre Danielle y Angelo que despertaba en ella una inseguridad abrumadora. Eso la enfadaba, sobre todo considerando el hecho de que Angelo le había jurado que nada pasaba, ella había decidido confiar en él, pero aún así, no entendía muy bien lo que sentía.

Camila y Alice se habían perdido unos días gracias a un campamento de verano donde sus padres las enviaron, por lo que en ocasiones, el grupo solo quedaba reducido a Danielle, Mateo, Harry, Beatrice, Angelo y ella. A veces hacia comentarios intentando que Mateo terminase ligando con ella, pero él simplemente no lo tomaba en cuenta y era muy obvio que a ella no le importaba. Se notaba que su principal atención era Angelo.

Faltaba una semana para el inicio del nuevo año escolar cuando André apareció repentinamente en el Centro Comercial donde estaba Elisabeth junto a Alice, Camila, Angelo, Danielle y Mateo. El chofer no siempre la vigilaba, eso formaba parte del trato, pero en esa ocasión parecía estar un poco acelerado.

- Elisabeth debes ir a casa - Ordenó haciendo que todos lo miraran con desagrado - AHORA.

Hizo énfasis en la última palabra, con lo que Elisabeth notó la urgencia.

La pequeña rubia se despidió y se puso de pie dispuesta a irse, no le agradaba para nada la idea de dejar a Angelo con Danielle, pero sabía que al minimo movimiento en falso, sus amigas le contarían todo, despues de todo, ellas eran como sus hermanas, no tenían secretos. En cierta forma, esa era otra razón de enfado, Elisabeth moría por contarles lo que pasaba en su cabeza, las dudas, Vincent...

Aunque habían pasado varios meses desde la última vez que se habían visto, eventualmente, la pequeña rubia se despertaba envuelta en sudor soñándolo, se despertaba con un gran vacío entre sus piernas que en más de una ocasión le habían hecho llorar y a veces incluso, le hacían perder el apetito.

No se separaba tanto tiempo de él, no desde que sus brazos eran su único refugio tras el abandono de su madre, él había sido tan comprensivo, la cargaba en sus brazos, la dejaba llorar y dormirse en ellos. Ella se sentía segura, querida... nunca entendió por qué el había cambiado tanto de un momento a otro, pasó de ser una figura paterna cariñosa y segura, a ser un hombre distante, que solo le hablaba lo necesario y que pasaba mucho tiempo fuera de casa.

Nunca hablaron de sus sentimientos, Elisabeth asumió que siempre se trató de la brecha generacional que los separaba, él siempre la vería como una niña y por eso ella tampoco preguntó, simplemente aceptó el día en que ella intentó ir a dormir en su cuarto y él había pasado seguro a la puerta, aceptó sus pocas palabras, aceptó su poco tiempo en casa, lo aceptó sin condiciones... hasta que... él decidió tocarla.

Eso también la enfadaba.

Elisabeth se preguntaba si él la deseaba, si él la deseaba desde antes, o si simplemente había tomado la decisión ese día, él día que ella iba desnuda bajo la bata rosa. Pensarlo incluso la llenaba de frustración, de una ira incontrolable que parecía crecer más y más con cada pensamiento.

No Tan Inocente - +18 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora