—Creo que es una excelente idea. —escuché decir a Carter, mi amigo.Estaba comentándoles a él y a Lizzy mi idea de presentar un proyecto dentro de dos semanas. Nos encontrábamos en el buffet en un descanso mientras bebíamos café. Mi idea era hacer un comercial en el cual no se use solo los autos para la publicidad, sino también a los conductores de fórmula 1 para llamar más la atención, estaba al día sobre la controversia que estaban generando los corredores de Ferrari en las carreras.
— Si, yo también lo creo, podrías presentar un collage con las fotos de Charles Leclerc cuando expongas la idea. — comento mi amiga mientras subía y bajaba las cejas.
— Mai, ¿Cuánto tiempo crees que pase antes de que Liz reciba una denuncia por acoso o alguna orden de alejamiento de algún hombre?
Comencé a reírme descontroladamente mientras escuchaba un golpe y la voz de Carter quejándose sobre el golpe que recibió.
—¿Acaso es un pecado querer apreciar su belleza? — protestó.
—El problema es cuando lo quieres hacer cada vez que pasa alguien del genero masculino por delante de tus ojos. —puso los ojos en blanco.
Vi como mi amiga se encogía de hombros.
—No lo hago con cualquier hombre que se me pase por enfrente, además ¿Qué culpa tengo yo que haya muchos hombres sexys por aquí?
—En eso tengo que darte la razón Lizzy —me sinceré.
Y no mentía, la gran mayoría de los hombres que trabajaban aquí eran muy guapos.
—A mi nunca me dijeron que sea lindo. —frunció el ceño.
—¿Será porque eres horrendo?
Bueno, ahí sí que no le voy a dar la razón. A decir verdad, Carter era muy bonito, tenia un cabello negro azabache siempre despeinado que le daba pintas de chico malo, lo cual siempre contrastaba con las pequitas que tenía expandidas por todo su rostro y sus grandes ojos.
Si no me hubiera encariñado tanto con el como para considerarlo realmente mi amigo, me hubiera gustado y mucho. El trabajaba en el sector de finanzas, había entrado a trabajar el mismo día que yo, así que el día que nos hicieron la inducción en la empresa nos habíamos llevado muy bien. Aunque al principio intentó flirtear, pero no me lo tomé personal, era algo que hacía muy a menudo con las mujeres, esa era otra razón por la cual no saldría con él.
Y así fue como también conoció a Lizzy, los tres nos sentamos juntos a la hora del almuerzo y la conexión fue inmediata.
—Margaret dile algo, está diciéndome feo. —lloriqueó mi amigo.
Entorné los ojos hacia el mirándolo con odio.
—Ya te dije que no me digas Margaret idiota —le di un golpe en el brazo.
—Estoy harto de este maltrato que sufro por mi entorno, no creo poder soportarlo más. —se tapó la cara fingiendo sollozar.
—Y tú, no le digas feo. —señalé a mi amiga.
Ella le sacó la lengua y él le tiró juguetonamente un mechón de pelo.
—Basta los dos. —dije riéndome mientras me levantaba.
Justo en ese momento siento como me choco con algo duro volcando todo el café caliente sobre algo.
Más bien alguien.
Levanté la mirada para encontrarme con un par de ojos con una mezcla entre verdes y marrones, y un cabello castaño claro a la vez que escuchaba un quejido de dolor. Obviamente como mi suerte era gigante tenía que ser Nicholas.
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Ambición
RomanceMaia siempre había sido una chica muy ambiciosa, siempre fue criada para hacer lo que le gustara, pero también para hacer todo lo posible para tener un futuro exitoso, por eso mismo decidió irse a sus 26 años a vivir a Manhattan por un importante pu...