hola bbs, capítulo nuevo, es milagroso esto porque estoy con parciales y se me hace imposible escribir, sin embargo, henos aquí.
Esta sin corregir así que perdón si hay algún error.
Espero lo disfruten👀❤️
ig y tiktok donde también aviso sobre actualización o hablo de libros: @/julibooksreaderBesos❤️
Había estado todo el día evitando a Nicholas después de hablarle como lo hice. Sip. Muy maduro de mi parte.
No se piensen que no me sentía mal por haberlo hecho, en realidad, me sentía horrible. Y aparentemente el universo quería recordarme que podía ser aún peor.
La página había tenido una caída y nuestros accionistas habían llamado furiosos porque eso había supuesto una pérdida de millones de dólares. Claramente se pensaban que yo era no solo licenciada en Marketing sino que en informática también porque ¿si no? No se explicaría el por qué de su enojo dirigido a mí por la caída de la página.
Eso más el rechazo del nuevo logo del sector superior hicieron que —el ahora, peor día laboral— supere incluso un nivel más, eso sígnica hacerlo desde cero.
Podría jurar que si me mirara en el espejo o en la pantalla de mi celular, mi ojo izquierdo estaría cerrándose en un pico de estrés. Además de la ira que recorría en mis venas.
Desde la mañana no había consumido ningún alimento y ya eran las 3 de la tarde y mi cuerpo estaba sintiendo las represalias de semejante acto de tortura. Salí casi disparada de mi oficina a la máquina expendedora —Lo sé, probablemente debería haber ido al buffet o al sector de la cocina donde tenemos miles de alimentos saludables o de mejor calidad pero no, mi cuerpo pedía una sola cosa. M&M de peanut butter.—
Visualicé la bendita máquina, creación de Dios y razón de la mejora de mis días de estrés, cómo hoy.
En cuánto llegue a ella fue increíble la velocidad con la que pude hacer que la máquina me entregue mi pedido, ni siquiera había tardado o dudado en dejar caer el paquete de mi golosina.
Más te vale, no te metas conmigo.
Demasiado entretenida abriendo los M&M, de pronto choqué contra alguien y algo demasiado caliente se derramó por encima de mi ropa. Ahogué un grito.
El paquete de las golosinas cayó, haciendo que el interior salga volando hacia todos lados y no quede ni una sola dentro.—¿Acaso miras por donde vas?—espetó una voz demasiado desagradable. Una voz que yo detestaba con todo mi interior.
Ese día mi humor era de perros, eso significa que mi ira saltaba como si fuera un maldito poste de luz debajo de un rayo en medio de una tormenta. El enojo hizo que sintiera temblar todo mi cuerpo.
El café quemaba mi piel.
Mis M&M esparcidos por todo el piso.Levanté la cabeza y me encontré con la horrenda cara de Leo.
—¿Acaso tú no ves por dónde vas?—dije entre dientes—Estaba abriendo el paquete ¿no viste que no estaba viendo al frente?
Su mirada bajó por mi cuello hasta la parte donde mi camiseta se había ceñido gracias al líquido derramado.
Maldito hijo de perra.—Escucha cariño, fíjate la próxima vez cuando camines, esta vez te dejo pasar el café, la próxima no seré tan generoso—me echó una última mirada y siguió caminando de forma tranquila.
¿Cómo acababa de llamarme este imbecil?
—¿Cariño?—dije fuerte, y Leo dejó de caminar así que aproveché su parada y me acerqué casi dando zancadas, hacia el, quedando frente a frente cuando se volteó como si yo lo aburriera—Mi nombre es Maia, Maia Gonzalez, vuelve a llamarme cariño—me acerqué un poco más a él— Y voy a arrancarte las bolas con mis propias manos y se la tiraré a los perros ¿oíste?
Probablemente no debía decir eso pero la ira era algo que no podía manejar en mi una vez que me enojaba ¿y Leo? Me tenía harta. El. Sus contestaciones. Y su ironía y falta de respeto.
Me miró por un momento, pareciendo sorprendido, y soltó una carcajada.
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Ambición
RomanceMaia siempre había sido una chica muy ambiciosa, siempre fue criada para hacer lo que le gustara, pero también para hacer todo lo posible para tener un futuro exitoso, por eso mismo decidió irse a sus 26 años a vivir a Manhattan por un importante pu...