Capítulo 22

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Capítulo inesperado para todos, les dejé la canción que yo usé para escribir ese momento así que cuando les diga en el texto, si quieren pónganla👀 Espero leer sus comentarios sobre qué les pareció o si les gustó el cap! Nos leemos bbs.
Juli❤️


—¿Puedes calmarte Cart? No te entiendo nada de lo que me estás diciendo—dije mirando la cara espantada de mi amigo a través de la pantalla de celular.

—MARSHALL ESTA I-INTERN-NAD-O   Y Y Y  E-ES MI CU-ULPA—gimoteó.

—¿Marshall el perro de tu madre? ¿Cómo puede ser tu culpa?

Luego de que Nick y yo nos fuéramos del salón de baile, tuve que volver a la habitación porque Cárter me había hecho una videollamada al borde del colapso porque supuestamente el perro de su madre, también bautizado como "el demonio" por Lizzy, Cárter y yo, estaba internado por su culpa.

—Espera ¿el perro de tu madre se llama Marshall? Que horrible nombre—vi por la pantalla como la cara de Nicholas se asomaba atrás mío, haciendo cara de asco.

—sh callat—intenté decir por lo bajo.

—MARSHALL ES UN NOMBRE HERMOSO—gritó limpiándose las lágrimas Cárter.

Me di vuelta entrecerrando los ojos mirándolo a Nicholas.

—¿Qué? Es la verdad—dijo encogiéndose de hombros.

—Callate quieres—volví la mirada a mi amigo—Cárter, tienes que tranquilizarte así me puedes explicar que fue lo que sucedió.

—HOLA MAIA—Lizzy gritó desde el fondo acercándose de pronto a la pantalla y pegando su cara al celular. Su nariz estaba siendo el primer plano— ¿como va su viaje tortolitos picantes?—subió y bajo las cejas.

¿¡Tortolitos picantes!? ¿¡Pero que rayos!?
De pronto sentí todo el rostro acalorado y evité mirar a Nicholas para ver si expresión.

—LIZZY DEVUELVEM—Carter gritó sin poder terminar la oración. Ambos comenzaron a forcejear, así solo podía ver imagínese borrosas.

—¿Pueden por favor parar de...—no pude terminar de formular mi pregunta porque se escuchó un chillido que no estaba segura de quien de los dos simios que estaba viendo en el celular provenía—Chicos...

De vuelta intente captar su atención y nada, lo único que pude ver claramente fue una mano tirando unas mechas pero no estaba segura quien era el violento y quien era el violentado.

—PUEDEN PARAR SIMIOS INVOLUCIONADOS—grité y de pronto hubo un silencio que duró solo unos segundos, en los cuales no aparecieron, el celular enfocaba al techo. Escuché que Lizzy soltaba algo sobre qué la había despeinado.

—Dios los cría y el viento los junta—murmuró por lo bajo Nick y volví a mirarlo mal mientras entrecerraba los ojos.

—La próxima vez que hables te voy a dar un puñetazo ¿me oíste?

—¿Te he dicho cuanto me gusta cuándo te pones así?

Se relamió los labios mirándome y aunque sus ojos se veían intensos, no pude terminar de descifrar que es lo que se reflejaban en ellos. De pronto sentí mi garganta secarse y un cosquilleo en mi zona baja. Intentando aliviar la caliente sensación que tenía, crucé las piernas lo cuál fue una pésima idea porque la mirada de Nicholas bajo a ellas por unos segundos. Cuándo por fin volvió su vista a mis ojos tenía una ceja enarcada, claramente curioso y sus pupilas de pronto...dilatas.
No podía ser.
¿Estaba...excitado?

—Ejem ejem—carraspeó de pronto Lizzy.

Salí de la nube en la que se pronto nos encontrábamos Nicholas y yo, volviendo mi
mirada de pronto al frente, nuevamente ocultando mis nervios lo mejor que podía, tratando del enfocarme en el celular.

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