Mientras el interrogatorio avanza y la verdad se revela, la sensación de soledad fluye y son inevitables las lágrimas y el llanto.
Ninguno de los dos creyó que un simple viaje, les costaría tanto...
Pero incluso si lloran y se desmoronan, el pasado no se puede cambiar, el futuro es incierto y la esperanza decae poco a poco.
—¿Max...?
La voz de Fletcher suena menos dulce y un poco más brusca de lo normal. Parece mostrarse meramente interesado y concentrado en recibir respuesta, que en como la pide.
—¿Quieres contarme? —Volvió a preguntar y una sensación de escalofrío inundó al omega. Sus tímpanos zumbaron con fuerza, solo de recordar esa noche y se sintió ligeramente nervioso.
Incluso si cierra los ojos y se concentra un poco, aún puede escuchar con claridad los chillidos de los lobos que le perseguían mientras las desnudas plantas de sus pies eran perforadas por piedras.
El olor a sangre, el pánico, el miedo a dejar de correr y ser atrapado por las fauces de aquellos que le seguían...
Es algo que incluso por las noches le provocan pesadillas, realmente le pone nervioso el simple hecho de contarlo con su propia voz, como sucedió. Sería la primera vez que lo dice en voz alta. Sin rodeos.
—¿Cariño...? —Fletcher llamo preocupado. Y Max reacciono dando un ligero brinco en su lugar —¿Aún estás dispuesto a contarme?.
—S-sí... —Susurro con un nudo en la garganta.
Tomo una bocanada de aire y la contuvo en sus pulmones para luego dejarla escapar por su boca. Necesita valor para poder decir lo que viene, nada de lo que pasó es fácil de contar, el pasado había sido enterrado y no pensó que tuviera que desenterrarlo en esta situación.
No es el momento, pero la situación lo amerita.
—Decker me envió a remover la marca en mi nuca, estaba en un hospital de central donde me querían obligar a someterme al procedimiento. Quemaron la marca en mi cuello y asesinaron a mi lobo. —Alejado de lo que creyó que sería una confesión llena de lágrimas, Max se mostró relajado. Parecía que la asesoría psicológica que llevo durante meses le ayudaron a afrontar un trauma que jamás fue dicho, y lo volvieron ligeramente tranquilo y menos nostálgico —No di mi consentimiento para nada de eso, luego y por ello, el Omega que llegó a cuidarme, me ayudó...
— ¿El Omega que se quedó contigo?
Max asintió entre los brazos del alfa y añadió:
—Debió sentirse triste al pensar que me había ayudado a escapar para que de todas formas terminara muriendo...
La manera tan triste y sentimental con la cual lo dijo, hizo que Fletcher sintiera impotencia.
La ira, el rencor, el odio, el deseo de venganza es mayor y mayor cada vez que la verdad se revela. Pero empeora cuando recuerdo que es incapaz de hacer algo.
—Cariño... Podrías decirme que... ¿Qué sucedió esa noche...? —Pareció que no pudo terminar la frase, cuando sintió en su garganta formarse un nudo —Cuando tulipán...
Max se congeló, la pregunta llegó repentinamente y no se la esperaba. Todo lo que había sucedido esa noche, no debe ser revelado en su totalidad. Quiere detenerse y dejar de recordar cosas del pasado que ya no quiere tener en su mente, pero debe decir la verdad, incluso si no soluciona nada.
El pequeño cuerpo delgado entre los brazos del alfa, se estremece.
Aun así, cansado de mentiras y más mentiras, decide que lo mejor sería decir la verdad, después de todo, Incluso si Fletcher lo ama o lo odia, deberá marcharse.
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¡No Me Lastimes!
RandomMax Foswell es un Omega adolescente, en una gran manada de alfas dónde los omegas no son bien recibidos, no ha presentado su celo, y la única persona que lo apoya es su mejor amiga; Alisha Evans. Decker Raxton, el alfa de la manada Nyx, es un hombr...