Capitulo 58. Ultimátum.

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Durante mucho, mucho tiempo, Fletcher y Alex permanecieron simplemente recostados en silencio, nadie dijo nada en todo ese tiempo, y solo la respiración de Alex tratando de ocultar su llanto es lo único que se escucha.

Inhala y exhala una y otra vez atrapando y soltando el aire contenido en sus pulmones. Su cuerpo se sacude con la fuerza de un espasmo y Fletcher, cada vez que siente que ese movimiento agita su cuerpo, entristece más y más.

Alex no le dice nada, se traga su dolor y se niega a soltar palabra alguna. Fletcher lo aprieta, lo sostiene con firmeza y busca demostrar que estará allí para consolarlo por siempre.

No lo quiere soltar, así que encaja sus dedos en la cobija sobre la zona entre la cadera y el vientre.

El alfa mantiene su rostro pegado a la nuca de Alex mientras lo sostiene firmemente de la cintura, esperando no causarle repulsión a su compañero. No lo quiere soltar, teme que al soltarlo pueda desaparecer para siempre de entre sus manos.

No quiere, no dejará que eso suceda, jamás.

Prefiere apuñalarse y sacarse las tripas hasta morir que simplemente dejar a Alex solo. Es lo único que le queda en la, su hijo ya no los acompaña, su hijo ya no les causa felicidad infinita.

Su hijo ya no está allí.

—Huug... —Nuevamente, aquel sonido de llanto se atora en su garganta y se sacude un par de veces al soltar el aire. Luego, inhala con fuerza y sostiene la respiración mientras sus ojos gotean una y otra vez.

Cada vez que Alex hace eso, el de cabellos rubios, que le sostiene desde atrás, afianza su agarre y se acerca más y más.

Durante todo el tiempo en el que el Omega contuvo su llanto y se tragó su sufrimiento; Llegó la noche. Todo se pudo apreciar desde la ventana frente a ellos que se mantenía abierta dejando entrar un ligero aroma fresco.

Desde donde están, se puede ver el mar a la distancia. Las olas, con cada minuto y cada segundo que pasa, se vuelven más fuertes y voraces, casi al grado de parecer que si metes un pie en el agua, está, instantáneamente, te arrastrará hasta las profundidades y te destruirá. Es escalofriante.

Pero incluso entre aquella imagen que provoca nerviosismo en el corazón, hay belleza, una belleza inexplicable, la belleza de lo natural, el sonido que provoca el choque de las olas, la espuma que se forma cada vez que una ola impacta contra otra y crea una capa sobre la superficie que después de disipa con el paso del tiempo.

Alex está realmente embobado en tal paisaje, parece que es lo único que parece tranquilizarlo. Eso, y el cielo nocturno. Las estrellas atravesando el cielo de manera fugaz. Las constelaciones brillando y parpadeando una y otra vez bajo sus ojos, la manera en la que lo atraen y lo relajan es infinita.

De alguna manera lo mantienen totalmente distraído.

Prefiere eso, simplemente distraer su dolor, que a afrontarlo.

Después de mucho tiempo de silencio, el alfa apretó su agarre y llevo sus labios hasta los hombros de su Omega, y los beso con suavidad. Fue como si con esa simple y pequeña acción le dijera; Sabes que no puedes evitarme siempre.

Marco un antes y un después en lo que haría; Buscar entablar una conversación.

—Alex, hablemos... —Tal vez, es un poco temprano para tratar de reabrir la herida en el corazón de su pareja, pero siente que debe saber lo que ha sucedido, para poder tener una buena defensa en contra de Farkas y sus acusaciones.

De lo contrario, incluso si Alex está deprimido, asustado y desgarrado, no importará, será llevado y puesto tras las rejas.

Fletcher quiere evitarlo a toda costa. Él simplemente quiere mantener el nombre de su pareja limpio. Saber la verdad, restregarle en la cara a Farkas que Alex no tiene la culpa de nada y simplemente deslindarse de toda responsabilidad de lo sucedido.

¡No Me Lastimes!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora