¡No Me Lastimes!

Capitulo 8. Bajo la luz de la luna.

—De acuerdo, estaré allí en unos minutos, dame un momento por favor —El hombre que había interrumpido su cita asiente, hace una reverencia y se da la vuelta para dar marcha hasta la entrada, debe esperar al Alfa para llevarlo hasta la prisión dónde mantienen a los infiltrados.

Max está un poco agüitado, su primera cita ha sido arruinada, pero comprende que es el alfa y que aquellos asuntos debe atenderlos cuánto antes.

—Lo siento mucho, luna mía —El silencio por parte de Max, hace que el alfa se sienta decepcionado de sí mismo, es el cumpleaños de su luna, y no puede estar con él

—Entiendo, es tu trabajo —Levanta la cabeza, mira al alfa y le dedica una pequeña sonrisa —Debes mantenernos a todos sanos y salvos, así que no debes preocuparte por mí, yo estaré esperando por ti.

Decker suspira, le duele mucho escuchar aquellas palabras. Siente que su preciada luna lo estará esperando tristemente en casa. Desea poder llevarlo, pero es un lugar infestado de alfas y feromonas. No resistiría ni un segundo.

—Atenderé este asunto lo más rápido posible, y luego te llevaré a un lugar, así que espérame —Las grandes y gruesas manos del alfa buscan sostener las manos de Max, y cuando lo consigue. Las toma en sus manos, y las besa con amabilidad. —Estaré esperando ansiosamente nuestra cita —Le dedica una mirada tierna, luego se da la vuelta y sale de la mansión.

El chico de los ojos color miel puede ver el gran cuerpo de Decker alejarse, se queda unos segundos allí, sus pies buscan moverse y salir de la mansión, pero cree que es algo peligroso, está en celo, los supresores reprimen el celo, pero cuando el efecto acaba, vuelve a convertirse en un objetivo fácil.

Escucha pisada hacer eco, y se encoge en su lugar, se muestra tímido y nervioso, temeroso de encontrarse con Scott y compañía, o cualquier otra persona que deteste a los omegas, así que con rapidez huye hasta la habitación que comparte con Alisha y cierra la puerta con candado desde dentro.

Alisha aún no vuelve, se siente solo, y un poco ansioso, así que se dedica a mirar por la ventana durante horas.

Hay aves volando por el cielo y entre los árboles. El segundo piso de la casa, tiene vista hacia la parte trasera de la casa donde hay un extenso terreno lleno de pinos y árboles. Y, si saca la cabeza por la ventana, puede ver la costa y uno que otro barco pesquero a la distancia.

—Este es un lugar precioso —Dice Owen mediante el lazo. Es una voz nostálgica y tranquila —Este lugar hace que me sienta tranquilo.

—Lo sé, es un lugar tranquilo. Podría quedarme en este lugar toda la vida —Owen ríe

—Pues tu deseo se hizo realidad. Seremos pareja del Alfa, es obvio que viviremos aquí el resto de nuestra vida —"El resto de nuestra vida" es una frase que se escucha increíble. Max sabe que las cosas no son para siempre, que las personas cambian y dejan de querer, y, "El resto de nuestra vida" es solo una palabra vacía que le hace dudar de su decisión sobre quedarse con Decker.

Se siente muy poca cosa, sabe que jamás estará a la altura de otras personas que pretendan estar con Decker, será un cero a la izquierda, su opinión será inválida y su presencia pasará desapercibida. La idea de ser odiado le aterra y le causa náuseas incontrolables.

No sabe si podrá lidiar contra la presión social que tendrá encima...

Luego, siente su estómago rugir, tiene un hambre tremenda, lo único que tenía en el estómago era el gran desayuno que había tenido en la mañana, ya pasan de las ocho de la noche, y todo el día se la ha pasado encerrado en la habitación sobre pensando las cosas que ya anocheció.