Capitulo 23. "Él da con una mano y arrebata con la otra"

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Narradora

—¿Qué? —Piensa que le están jugando una mala broma o que no escucho claramente —¿Puedes... Puedes volver a repetir lo que dijiste? —Durante unos segundos se dedica a parpadear con rapidez tratando de contener las lágrimas, esperando que todo sea producto de su imaginación o un reflejo de su mente cansada. 

—Alisha... De verdad lo siento mucho —Pero no. Es la verdad, es la cruda verdad. 

—Dime qué es una broma... —Sus piernas tiemblan con violencia y se vuelven incapaces de sostenerla. Inevitablemente, cae al suelo y sus rodillas al chocar contra el piso y producen un sonido en seco. —¡Dime qué es una jodida broma! —Y explota en rabia. 

—Alisha... —Murmura Kastar y trata de acercarse, pero parece que instintivamente, la alfa forma murallas impenetrables a su alrededor, pues en un momento desesperado, se abrazó a sí misma mientras lloraba tan profundamente, que hasta el cielo amenazó con llorar —Llora lo que necesites, no te juzgaremos... 

Kriss se aleja un poco y trata de darle espacio, pero Alisha lo detiene con una frías palabras; 

—¿Cómo fue? 

—Alisha, no creo que... 

—¿¡Cómo fue!? —Exclama con furia. Su corazón en este mismo instante es un nudo de emociones. Conmoción, bloqueo, tristeza, negación, desesperanza, ansiedad, enojo, culpa, soledad, depresión, impotencia. No puede dejar de culpar a Decker. 

—Gabriel lo envío a la manada central a una extracción de marca de posesión —Hace una pausa y observa a Kastar, como si rogara ayuda, pero aquel hombre está en shock, parece estar también estar culpándose a sí mismo. —Solo sé que alguien lo ayudo a escapar. Enviaron a los rastreadores, pero le perdieron el rastro. Él... —Siente una presión inhumana en su pecho al ver los ojos de Alisha. Está destrozada —Al parecer él se ahogó... 

Y la chica se queda estática.

La cabeza le da vueltas y siente que sus ojos se nubla totalmente. No sabe si está respirando bien, no llega suficiente aire a sus pulmones y una fuerte jaqueca invade su cabeza, es como si la hubiesen golpeado con mucha fuerza. Es insoportable. 

—Tranquilízate... —Kriss se arrodilla y la abraza con fuerza. Recuerda bien la mirada de Alisha y Max conectar con ternura aquella singular madrugada del 13 de octubre. Había un cariño inigualable en ambas miradas, como si la sangre el destino y la galaxia entera los respaldará. ¿Cómo es que terminó todo así? ¿Cómo es que las cosas se desmoronan tan rápido? Fue una llamada, solo una la que alteró la vida de más de media docena de personas. 

Lo hizo recordar lo sensibles que pueden ser los alfas. Caminando siempre por allí con un rostro agraciado y la billetera llena. Tan confiados, tan egocéntricos, creyendo que el dinero y el estatus lo son todo. Sin saber que algo como la muerte puede ser la piedra que derribe la montaña de egocentrismo en la que tan estúpidamente posan. 

¿De qué sirven el dinero, la fama y el estatus en esta situación? Si el corazón ya está destrozado... 

—Tranquila —Aprieta su abrazo con más fuerza y le acaricia la espalda —Llora lo que necesites... —Kriss trata de ser fuerte por los tres, pero la manera tan desesperada en la que llorar Alisha, lo hacen sentir pequeño, y su pecho rápidamente se llena de dolor. Sus ojos se llenan de lágrimas y recuerda el dolor de su perdida. Recuerda cuando lloro tan desesperadamente por alguien igual de especial. ¿Cómo es que se aprende a vivir con el dolor? —¿Necesitas algo? 

—No —Y se suelta bruscamente del abrazo. Su mente está bloqueada, y por instinto busca el lugar donde estuvieron juntos y felices por última vez. Buscando desesperadamente un recuerdo perdido en su mente para reconfortar su corazón. Algo que la haga sentir tranquila. 

¡No Me Lastimes!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora