Capítulo 25

209 31 21
                                    

El siguiente día llegó luego de una noche algo fría. El sol había salido hace algunas horas, y Chifuyu no había ido a trabajar, seguía recostado en su cama, con Peke J durmiendo a su lado y viendo algunos mensajes de su madre, de Takemichi preguntando porqué no había ido a trabajar, y algunos otros de Naoto, que esos últimos era un poco más importantes. Más tarde tendría que pasar por su oficina.

Con una expresión algo triste por lo que había leído, se levantó de la cama y fue hasta el baño, donde se dio una corta ducha y salió de allí con una toalla al rededor de su cintura y el cabello mojado. Al llegar a su habitación se secó, se empezó a vestir y, cuando estaba por terminar, oyó un par de golpes en la puerta.

— Adelante.— Dijo buscando alguna camiseta en su armario, que era lo único que le faltaba ponerse.

— Buenos días.— Escuchó el pequeño murmuro. Sintió su corazón rebotar al oír la hermosa voz de Kazutora.

— Buenos días, Kazutora.— Respondió dándose la vuelta una vez había encontrado una camiseta blanca para ponerse.

Sus ojos conectaron con los contrarios y justo en ese momento pudo sentir una extraña presión en su pecho, pero una que se sentía extrañamente bien. Sonrió mientras se ponía la camiseta y sentía la mirada de Kazutora delinear su cuerpo.

— Esto...— Kazutora vaciló un poco, desviando la mirada a cualquier parte de la habitación.— ¿estamos bien?— Preguntó con suavidad.

Chifuyu sonrió mientras se acercaba a él y dejó un corto beso en sus labios.

— Estamos bien.— Afirmó con dulzura y serenidad, sin borrar esa honesta y sincera sonrisa.

Esa mañana Chifuyu y Kazutora habían desayunado juntos, charlando de cualquier cosa como hacían antes, sólo que ahora era un poco diferente, pero no de una forma mala o incomoda, sino de una forma dulce, que le daba un toque distinto al ambiente e...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esa mañana Chifuyu y Kazutora habían desayunado juntos, charlando de cualquier cosa como hacían antes, sólo que ahora era un poco diferente, pero no de una forma mala o incomoda, sino de una forma dulce, que le daba un toque distinto al ambiente entre ambos chicos. Hubo sonrisas, pequeñas risas y miradas cargadas de deseo, que ambos notaron.

Llegado cerca del medio día, ambos se prepararon para salir. Compraron algunas cosas y dieron una vuelta por el centro, hasta que luego de aproximadamente una hora, Chifuyu condució hasta la estación de policía, donde bajó un breve momento para hablar con Naoto, ya que tenía algo importante para darle.

— Hey, Naoto.— Saludó Chifuyu mientras se acercaba al chico, el cual estaba parado fuera del edificio, recargado en la pared.

— Buenas tardes, Chifuyu.— Saludó el contrario, extendiéndole la mano para darse un apretón de manos.

— ¿pudiste... conseguirlo?— Preguntó con algo de duda y cierto deje triste.

— Si, fue difícil, ya que no tenía ninguna excusa para poner, pero con un par de papeleo me lo dieron.— Dijo extendiéndole a Chifuyu una pequeña caja que parecía de plata.— ¿sabes qué harás con él?— Chifuyu asintió mientas recibía la caja.

No quiero perderte // Kazufuyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora