Un joven universitario con un pasado doloroso y gustos peculiares, encontrará en su nuevo maestro un deseo incontrolable, y aunque dicho maestro tenga la sonrisa más dulce que haya conocido, la realidad es que esa sonrisa esconde mucho dolor y un pa...
Este capítulo contiene, violencia física y verbal, intento de abuso sexual y muerte.
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Un día antes.
Wang Yibo llegó a la mansión después de varios meses en los que estuvo trabajando lejos.
Desde que llegó a Pekín hace aproximadamente un mes, lo dedico a visitar a su médico, a ver a una psicóloga que este mismo le recomendó y a realizar sesiones de meditación para recuperar la estabilidad que anteriormente tenía.
Necesitaba estar emocionalmente estable por el bien de su relación. No solo porque lo necesitaba en su propia vida, también porque conocía sobre la salud de su novio, ¿Y si repite uno de sus ataques? ¿Cómo se supone que le va a dar apoyo emocional cuando él mismo se sentía una basura?
Y para su recuperación total, porque al día de hoy se sentía un 95% mejor, aún hacía falta ese 5% que se lo daría su padre. Había llegado el momento de ser honesto con él.
—Hola, hijo —saludo dando un fuerte abrazo—. Ha pasado tanto tiempo.
—No mucho, padre —respondió con una sonrisa, posterior a eso dejo un casto beso en la frente de este mismo—. Papá, vine porque necesito hablar contigo de algo importante.
—¡Oh, mi hijo está muy serio! Seguramente es muy importante —dejo unas palmadas en su espalda y avanzaron juntos hacia la sala.
—Papá, ¿Puede ser en la oficina? Necesito privacidad.
El señor Xuan lo observó un poco más serio pues su hijo normalmente no actúa así, de hecho, poco le importa que los empleados de la casa escuchen sus conversaciones pues se relaciona mejor con ellos que con su propia familia.
—Vamos a mi oficina —respondió avanzando hasta ella. El señor Xuan abrió la puerta de madera color caoba brillante, cerró y aseguro después de estar dentro.
Wang Yibo pretendía sentarse en el escritorio, pero su padre camino hasta el sofá de la oficina y tomo asiento.
—Ven para acá. Ese lugar solo lo uso para negocios —palmeo el lugar a su lado—, y ahora mismo voy a tener una plática padre e hijo.
Wang Yibo sonrió y camino hasta hacerse a su lado.
—Papá, lo primero que quiero contarte es que recupere la totalidad de mis recuerdos...
—¡¿Qué?! —exclamo con sorpresa, interrumpiéndolo—, ¿Cómo? ¿Cuándo?
Wang Yibo se rio sutilmente por la expresión de su padre y continúo.
—Pues paso mientras estaba en las filmaciones de la película, estuve un poco enfermo, pero ese no es el punto, la cosa es que por fin recupere mis recuerdos y aunque si, son dolorosos, ahora me siento completo.
