Calling your name. |YiZhan/ZhanYi.

Epílogo.

Seis meses después.

Hoy daba fin su último semestre, y como tal, no podría volver a la vieja rutina, al campus que veía todos los días.

Triste era que no volvería a ver a sus locos amigos. Aunque no era como si no los pudiera ver fuera de la universidad; es solo que el ambiente universitario siempre fue diferente.

Pero... Si se preguntaba a sí mismo. Lo que en verdad le parecía triste: era que no podría volver a recibir las clases de interpretación gestual; su clase favorita sin lugar a duda.

Un motor retumbo por el parqueadero del lugar, los jóvenes que esperaban, miraron en su dirección pues conocían mejor que nadie al que seguía siendo el responsable del ruido.

Al estacionarse, retiro su casco poniéndolo sobre el tanque de aquella moto verde con negro y acomodo ligeramente su cabello castaño.

Ninguno llevaba bolso consigo, los tres amigos estaban vestidos de forma muy casual para ser su ultimo día en la universidad. Solo usaban pantalones de sudadera color negro, los tres y camisetas del mismo color.

Al mirar a su alrededor, Wenhan esperaba fumando un cigarro, mientras Seungyoun estaba distraído platicando con Yixuan.

Wang Yibo sonrió sutilmente y avanzo hasta ellos, por lo que Wenhan apagó su cigarro y tiro la colilla para avanzar con los otros tres.

—¿Hace rato están acá? —inquirió.

—En realidad solo llevo un cigarro, así que no hace mucho —respondió el pelinegro.

—Nosotros llegamos solo un poco antes.

—Yo... Los dejo, tengo que ir a clases —comento Yixuan.

—Bien. Nos vemos más tarde —respondió Seungyoun. Yixuan asintió con una sonrisa, tocó ligeramente el cabello del castaño y se marchó.

—Parece que todo va muy bien con Yixuan —comento en el transcurso.

—Sí, es muy dulce —respondió con una sonrisa tímida.

—Me alegra —Wang Yibo observó a su amigo Wenhan y sonrió con burla—. Por otro lado, por fin alguien le puso la correa al perro.

Wenhan, quien iba distraído simplemente mirando hacia el frente, volvió la vista a sus amigos que se burlaban de él.

—¡Que gracioso! —ironizó.

—Vamos que te tiene bien domesticado. Tch, tch, tch —chasqueo la lengua he hizo señas con sus dedos—. Ven aquí, perro.

—¡Desgraciado!

Tanto Wang Yibo como Seungyoun se fueron corriendo hacia el teatro, siendo perseguidos por un molesto Wenhan.

Wang Yibo avanzo hasta el escenario y de un salto subió a él, escondiéndose detrás de Xiao Zhan quien solo miro confundido lo que sucedía.

—Bebé, defiéndeme —pidió, sosteniendo a su novio de ambos hombros, moviéndose con él de un lado a otro.

—Vamos, desgraciado —llamo Wenhan, permaneciendo frente al moreno—. Tu esposo no te va a defender.

—¡Basta, los dos! —exclamo Xiao Zhan, apartándose—. Están en clase, así que se sientan. ¡Cielos! Parecen unos niños.

Seungyoun quien se había apartado y observaba todo de lejos; como lo hacían sus demás compañeros, se rio de los dos desafortunados y se sentó sobre el escenario. Los otros dos llegaron cabizbajos y se sentaron a su lado, con labios fruncidos al haber recibido una reprimenda delante de todos.