Calling your name. |YiZhan/ZhanYi.

05.

La luz se hizo presente nuevamente, y el vehículo lentamente se detenía en el punto donde habían iniciado.

Wenhan y Seungyoun se reían al caminar hacia los que estaban llegando. En ese momento juraban que el rubio tal vez estaba pálido y con ganas de vomitar si es que no lo había hecho ya, pero nada. Al llegar los dos estaban en silencio, con expresión mesurada simplemente esperando que el vehículo se detuviera por completo para poder bajar de él.

Yibo no se veía para nada pálido. ¿Había sido tan valiente como para fingir ante el docente? Sus dos amigos no podían creerlo posible, pues siempre se trasforma en un ser completamente diferente a lo que es, se les prende con las uñas como una especie de animal que tiembla sin parar, en ocasiones cuando no son muy graves sus ataques de pánico, llora, y no veían ninguna lagrima en su rostro.

Parecía que su broma no había tenido ningún resultado.

—¿Ahora qué? —inquirió el rubio llevando sus manos a los bolsillos después de salir de aquel lugar. Xiao Zhan por otro lado permanecía en silencio mirando a cualquier lugar.

—¿Qué tal si buscamos algo para comer? —sugirió el pelinegro deslizando su mano por los anchos hombros de su amigo.

—¿En serio, Wenhan? Después de salir de este lugar —se quejó el rubio mirando hacia un lado, apartando la mirada del otro que por un momento frunció levemente el ceño.

—Pero mírate, parece que no hubieras visto nada. Seguro estuviste todo el tiempo con los ojos cerrados —comento Seungyoun con una sonrisa.

—Sí, así permanecí, con los malditos ojos cerrados, ya. No hablemos de ello. Entonces vamos por algo de comer —el rubio aparto la mano de Wenhan que se rio por su comentario y avanzo dejando al moreno junto a Seungyoun. Después de todo, es su cita esa noche.

Xiao Zhan avanzo junto al castaño no muy animado por ello, algo cabizbajo de hecho para tratar de pasar desapercibido el cambio en sus labios, aunque al parecer los otros dos no lo notaron o no dijeron nada al respecto, tal vez era la noche y las luces de colores, el ambiente que no los hacia fijarse en los detalles. En el fondo suspiro tranquilo.

Los cuatro entraron a un restaurante de comidas rápidas y ordenaron hamburguesa súper especial de carne doble de ternera, carne de pollo, jamón ahumado, 4 lonchas de queso cheddar que se derretía por los costados, en fin, apenas entraba en sus bocas al dar cada bocado, esto acompañado de papas fritas y gaseosa.

Los cuatro se reían entre ellos cuando intentaban dar una mordida sin hacer un desastre sobre la mesa, en ese momento parecía un grupo cualquiera de amigos pasando un buen rato juntos.

El cumpleaños de los dos menores no había sido tan agradable antes, lo de ellos dos era eso, pasar tiempo divirtiéndose en cosas que los tres disfrutaran, no bebiendo y bailando. Sinceramente eso era algo que podían hacer un fin de semana cualquiera, al igual que el sexo casual que disfruta Wenhan, y los otros dos, ocasionalmente.

Lo que realmente quedaba en sus memorias eran esos buenos momentos juntos, y ahora a aquel triangulo se sumaba Xiao Zhan, que si bien lo conocían hace solo un par de meses, era bastante agradable, tanto que había dos hombres en esa mesa que pensaban en él de una manera diferente, uno de ellos lo diría fácilmente, mientras el otro ni siquiera sabía que quería de él.

Después de la "divertida" cena y del hecho que no pudieron terminar con ella, fueron hacia los juegos de destreza dándose un tiempo de descansar.

El rubio había ganado peluches para sus amigos porque ninguno realmente le daba la talla en eso de las competencias y simplemente se rindieron. Habían decidido caminar detrás de él y dejarlo competir con su maestro.