09.

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Wang Yibo no se había llegado a sentir de aquella manera más cuando uno de sus amigos estaba implicado. Si solo quería sexo de él, ¿Por qué seguía sintiéndose molesto? Y no solo era molestia, era esa pequeña sensación de dolor en su pecho, y mierda, lo estaba odiando por completo porque ese pequeño dolor que sentía traía solo malos recuerdos a su mente.

Se preguntaba una y otra vez, ¿Xiao Zhan qué hacia allí a esa hora? ¿Se iban a encontrar? ¿Tenían una cita y su amigo prefirió no decirlo? Entonces, ¿por qué Seungyoun se había ofrecido a quedarse? Realmente no lo entendía, aunque desde su perspectiva iban felizmente abrazados, seguramente debido a un buen momento.

Eso solo sirvió para confirmar el hecho de que en verdad debía alejarse.

El rubio tomaba apuntes muy diligentemente, prestaba completa atención a la clase de dramaturgia, tanta que no tenía tiempo de prestarle atención a sus amigos. Los dos lo miraban como si al rubio le hubiera salido otra cabeza.

Todo el día había sido lo mismo.

El maestro dio fin a la clase, tomo varias carpetas en sus manos junto a unos libros con el fin de marcharse, así que Wang Yibo se levantó de prisa y camino hacia él.

—¿Le ayudo, Wang laoshi? —el maestro Yizhou lo miro extrañado, pero asintió amablemente.

El pelinegro y el castaño se miraron por un momento, luego vieron como el rubio salía del anfiteatro junto al maestro sin decirles una palabra, y volvieron a mirarse.

—¿Acaso pelearon? Porque no recuerdo haber discutido con él —pregunto el pelinegro levantando una ceja a su amigo.

—¡Claro que no! Bo y yo no hemos discutido, ayer solo me llamo la atención por haber olvidado mi celular en su apartamento. Debido a eso, tuvo que levantarse temprano para llevarlo, pero no fue gran cosa. Sabes que me pasa seguido —respondió haciendo un puchero y cruzándose de brazos.

—¿Querrá con el maestro Yizhou?

—¡Por supuesto que no! —exclamo el castaño—. Sabríamos si tiene intenciones con alguien. No sé, ha estado extraño estos días, ha vuelto a tener pesadillas.

—¿Volvieron?

—Así es —asintió tornándose más serio—. El viernes en la noche tardo en volver a dormir.

—¡Maldita perra!

—Wenhan, alguien puede escucharte —el castaño miro afanado a su alrededor, por fortuna sus compañeros ya habían salido.

—Pues ojalá sea ella la que me escuche, ¿Por qué mierdas tenía que ser mujer? He querido tantas veces partirle la cara —el pelinegro cruzo los brazos con fastidio recostándose al espaldar de la silla.

—Solo tenemos que olvidarlo y seguir adelante. Tu sabes bien que nadie lo obligo, él fue quien lo busco.

—Pero si no hubiera sido por esa zorra, él ni siquiera lo hubiera hecho —volteo a mirar a su amigo por un segundo, volviendo la vista al frente de nuevo, frunciendo sus labios—. No hubiera cambiado tanto como lo hizo, ¿Deberíamos decirle a Lulu?

—Ni se te ocurra, sabes muy bien que no nos perdonaría si ella se entera —advirtió el castaño mostrando una mirada amenazante.

—Lo siento, no lo mencionare de nuevo.

—Vamos a buscarlo. No me ha dejado decirle lo que paso con Xiao Zhan —los dos jóvenes toman sus pertenencias y salen finalmente del lugar que ya se encontraba solo.

 No me ha dejado decirle lo que paso con Xiao Zhan —los dos jóvenes toman sus pertenencias y salen finalmente del lugar que ya se encontraba solo

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Calling your name. |YiZhan/ZhanYi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora