El triunfo del amor y la hermandad

783 53 13
                                    

Hello there! Casi un año sin darle final a esta historia. Me costó, pero lo logré. 

Acá por fin les traigo un último capítulo de esta historia y quiero darles las gracias a todos los que leyeron esta extraña historia que me costó muchísimo escribir jeje. 

Gracias nuevamente por leer, y que la fuerza los acompañe siempre.

Recuerden que los comentarios me hacen feliz jeje. 

Las secuelas que el imperio había dejado en la galaxia eran enormes, y tardarían años en reconstruir y unificar la galaxia. 

Pero ahora, todos juntos, sabían que lo lograrían. 

Habían pasado algunos meses desde que la galaxia había dejado de ser el imperio galáctico, y por fin el senado galáctico había logrado restituir la democracia, y la nueva república había comenzado. 

Padmé, sonrió con nostalgia cuando recibió el llamado formal de Naboo para volver a formar parte de sus representantes, y se le pidió encarecidamente que representara a Naboo en la nueva república. 

Anakin había estado con ella cuando eso sucedió, pero él no comprendería del todo lo que ella sentía. 

Fue Rex quién la abrazó y asintió, diciéndole que tomara la decisión que quería tomar. 

Anakin los miró confundido cuando ambos rieron casi a carcajadas, y Padmé tomó la solicitud y la rompió en mil pedazos.

- Supongo que no aceptarás- dijo Anakin arqueando una ceja y Padmé sonrió.

- Nop, y enviaré un mensaje muy cordial con mi respuesta- dijo Padmé chochando los cinco con Rex y Anakin sonrió.

Amaba verla sonreír, y aunque le causaba nostalgia que Rex pudiera comprenderla mejor que él, lo aceptaba. 

Rex se había convertido en amigo de Padmé, habían vivido el infierno juntos, y era obvio que ellos se comprendían como si fueran hermanos. 

Aún lamentaba todo lo ocurrido en el pasado, pero poco a poco las heridas iban cerrando. 

Padmé envió un mensaje a Naboo, que fue cordial gracias a que Rex y Anakin la convencieron de que decirles que se fueran al infierno sith no era una buena idea. Ella respondió que rechazaba la solicitud porque ahora era la vocera del gobierno de Mandalore, y estaba en el lugar en donde debía estar al lado de quienes siempre la apoyaron y estuvieron junto a ella. 

Mandalore era feliz de tenerla como su vocera, y Padmé se sentía bien siendo parte de Mandalore. Pronto ella aceptó volver a ser senadora, pero como representante de Mandalore en el senado, y eso la hacía feliz. 

Padmé y Anakin se casaron nuevamente, en el mismo lugar donde se habían divorciado, en el palacio de Mandalore, y fue la duquesa Satine quién ofició la hermosa boda. 

Fue una boda hermosa donde ellos estuvieron rodeados de todos sus seres queridos, e incluso la familia de Padmé estuvo presente. 

La relación de Padmé con su familia era por decir algo hostil, ella jamás podría perdonarlos por haberle dado la espalda y por haber regresado solo cuando la verdad salió a la luz, pero al menos ella los había invitado a la boda. Si había perdonado a Anakin, suponía que podía perdonar a su familia. Aunque no comprendía aún por qué ellos le habían dado la espalda. 

Nadie lo comprendía, pero suponían que para ellos había sido una noticia muy vergonzosa ver el vídeo que supuestamente era de su hija, siendo infiel con un soldado clon. 

Había sido un gran escándalo, pero años después la verdad había salido a la luz. 

Luego de la boda, para Padmé fue nostálgico dejar en tanque en que habían vivido por cinco largos años. Pero ante las opciones que Anakin le había dado, no tenía muchas alternativas, ella prefería ver el tanque como un recuerdo en el jardín, que verlo quemado en el desierto más profundo de la galaxia como Anakin le había prometido que haría si ella insistía en no salir de allí. 

Rex había estado de acuerdo con Anakin, y Fives también, después de todo ese tanque era solamente su vivienda temporal mientras huían del imperio. Padmé se había encariñado con el tanque, pero ellos no. 

Aunque Echo tal vez, si se había encariñado con ese tanque pero no tenía problemas con vivir en un apartamento normal.

Anakin buscó un apartamento pequeño, luego de que Padmé insistiera en que ella no viviría en un lugar con grandes lujos como antes, y sus niños tampoco. 

Ella finalmente aceptó algo medianamente grande, ante la mención de que los niños necesitaban espacio, y tragó pesado cuando Anakin sugirió que tal vez Luke y Leia necesitaban hermanos. 

Padmé estuvo feliz de saber que Rex y Ahsoka serían sus vecinos, estaban comprometidos y pronto sería su boda, aunque Rex casi muere nuevamente huyendo de Anakin cuando él pidió la mano de Ahsoka en matrimonio. 

Echo y Fives también serían sus vecinos, pues la verdad, se habían acostumbrado a ser una gran familia, y Fives necesitaba que Luke y Leia lo animaran a hacer ejercicio. 

Obi- Wan y Satine, que habían por fin retomado su relación luego de mucha hostilidad, también se fueron a vivir relativamente cerca, y Obi- Wan estaba comenzando su trabajo como padre, intentando conocer más a su hijo que ni siquiera sabía que tenía. Korkie Kryze Kenobi. Él jamás podría haberlo imaginado. 

Bo- Katan visitaba a menudo, y todos hablaban de como la galaxia había comenzado a cambiar para bien.

Finalmente la galaxia era un lugar de paz, y todo posible mal entendido, había quedado en el pasado. 

Anakin de vez en cuando le daba clases de pilotear a Han Solo luego de que el muchacho insistiera e insistiera en eso, y se comenzaban a llevar bien, aunque Anakin casi había tirado a Han Solo de la nave, cuando Leia dijo que se casaría con él algún día. 

Eso pasaría sobre su cadáver, aunque tal vez el futuro, aún le tuviera algunas sorpresas a Anakin. 

Jyn Erso junto a su padre, pudieron por fin regresar al lugar donde siempre pertenecieron, y aunque su madre ya no estaba, ellos vivieron felices, aunque siendo parte activa de la nueva república, fue así que Jyn conoció a un chico llamado Cassian Andor, que era amigo de Han Solo, se llevaban bien, y tal vez el futuro también deparara algo diferente para ellos. 

Anakin sonreía enormemente cuando Anakin se sentó en el sofá abrazando a sus hijos para contarles que iban a tener un hermanito o hermanita.

Ellos eran los más felices, y Padmé sonrió viendo la felicidad de su familia. 

Ahsoka y Rex también estaban en la dulce espera, y tanto Padmé y Rex se abrazaron cuando todos compartieron la noticia. 

Rex y Padmé miraron a sus familias y sonrieron. Eran felices ahora, y todo lo que comenzó como una horrible trampa maquiavélica, ya era parte del pasado. 

La verdad había ganado, y el amor también. 

Y entre ellos había nacido una hermandad, que nada ni nadie podría separar jamás. 

- Lo lograste- dijo Rex mirando a Padmé, o más bien a su hermana. 

- Lo logramos- dijo ella tomando el brazo de Rex y abrazándose a su hombro.

Padmé miraba a Anakin haciendo levitar a Luke que reía a carcajadas y observaba a Leia besando el vientre abultado de Ahsoka.

Si, definitivamente, el amor había ganado. 

El imperio era historia, y era tiempo de comenzar nuevamente.


Fin. 

Secretos de una traiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora