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Izel lo llevó hasta donde Merry estaba navegando.

Se puso su máscara antes de llegar y abordó.

--Gracias, Izel --la acarició.

--Cuando lo necesites, joven rey --aceptó las caricias antes de sumergirse y marcharse.

--¡Luffy! --llamó Usopp desde el puesto de vigía, bajando.

--Hola, ¿ocurrió algo? --preguntó mientras caminaba hacia la cocina con el tirador siguiéndole los pasos.

--Yo... No quiero hablar de eso --bajó la mirada.

Luffy frunció el ceño por sus palabras.

--Usopp, ve al camarote y espera --ordenó antes de entrar a la cocina.

Haciendo caso se alejó del lugar antes de que el otro omega entrara a la cocina.

Todos los que había dentro giraron a ver.

--¡Luffy! --gritaron con sorpresa.

--Zoro --llamó mientras se acercaba, mirando extrañado como la que antes era prisionera ahora estaba libre. --Informe.

Frunció el ceño al ver como Nami apartaba la mirada nerviosa, Sanji mostraba los colmillos con ira y Zoro se ponía en pie y acercaba a él.

--Capitán --habló el peliverde con seriedad. --Hubo una discusión interna.

--¿Ah? --frunció aún más el ceño.

--La bruja --paró un momento, tomó aire, lo soltó y continuó. --Nami se insinuó al ero-coock, en parte para que le cediera el puesto de contramaestre, en parte para que abandonara a Usopp por ella.

--Ya veo... --afiló la mirada. --¿Ella? --señaló con la cabeza a la peliazul.

--Es Vivi, princesa de Alabasta. Estaba infiltrada en Baroque Works para ayudar a desmantelarlo. Subió a bordo cuando prometí que hablaría contigo para ayudar a su país --contó.

--Gracias, Zoro --caminó hasta ponerse a un lado de la mesa. --¿Algo que decir en tu defensa, Nami? --agravó la voz.

--Luffy... Venga, merezco más el puesto --insinuó.

El omega encajó una fuerte patada con la planta del pie en la mandíbula de la chica.

--Cállate --ordenó con la ira al límite, manteniendo su pierna en alto. --Te dejé subir a bordo como navegante ya que pensé que tu comportamiento con Zoro y conmigo cuando nos conocimos era a causa de Arlong, pero no, eres así de puta desde que naciste.

La sangre bajaba por la boca de Nami, quien soltaba pequeños sollozos.

--Agradece que no te tiro al mar y le ordeno a un Rey Marino que te coma --posó la pierna en el suelo. --Por el momento te quedarás cinco días sin comer y tres sin beber, durmiendo en cubierta hasta que yo diga lo contrario. Vivi se quedará en tu camarote lo que dure nuestra transición hasta Alabasta. Y como me entere, si quiera una sola vez, que te insinuaste a Sanji o intentaste separarlo de Usopp, no lo pensaré y te lanzaré por la borda no sin antes dejarle a Zoro ensañarse contigo.

Nami tembló ante la voz imponente del otro omega, asintiendo con lágrimas bajando por sus mejillas mientras sentía su boca arder por el dolor.

--Vivi --la peliazul tembló al verse nombrada. --¿Sabes de primeros auxilios? --se apuró a asentir. --Atiéndela, luego no quiero que nadie de la tripulación, incluida tú, le dirija la palabra más allá de lo necesario para las indicaciones --finalizó sus órdenes. --Sanji, por favor, ve a ver a Usopp y cuéntale lo ocurrido, está en el camarote común --suavizó su tono al mirar al cocinero.

Gato de OroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora