MI PERVERSO REY DEMONIO [#3]

CAPÍTULO 3

82 años después.

Annie

Salto por la ventana de mi cuarto cayendo en un aterrizaje limpio, estos días han sido duros para mi, mi madre no ha dejado de repetir que tengo que estar preparada para cuando encuentre mi mate, ese hombre lobo soñado que me pondrá a temblar.

Yo... yo estaba emocionada con esa idea, al principio, cuando tenía diecisiete y estaba apunto de transformarme, pero ahora con cien años recién cumplidos... todo eso me importa una mierda, he llegado a pensar que mi mate está muerto o simplemente un día me encontró, no lo noté y desapareció porque tal vez le desagradé, cosa que pienso pero mi amiga Dani me dice loca y descarta esa opción...

Dice que soy la mujer más hermosa que ha visto y que la diosa Luna me bendijo con belleza, ningún hombre me dejaría por fea.

Mi madre estos días más que nunca —ya que ha notado mi desinterés —me ha presionado a las ideas de que tendré un mate y que desista al amor o sino me conseguirá a alguien.

Abandonó la fiesta de mi cumpleaños llena de gente elegante e importante que me da flojera, para luego correr entre los arbustos hasta el rejado que da hacia la salida, afortunadamente no ha habido necesidad de ponerle electricidad porque si fuera así este método de escape se me dañaría.

Subo la reja con agilidad y al estar en la punta me dejo caer al piso, sonrió cuando caigo bien y al levantarme para sacudirme las manos en mi pantalón al alzar la mirada casi me caigo de culo al ver al hombre con brazos cruzados apuntó de soltar un sermón, ah, y como olvidar a su fiel amigo que está apunto de burlarse de mi.

—¿A donde carajos pensabas escapar, Annie? —mi tirano y aburrido hermano mayor, y mellizo.

—A buscarte un poco de... vete a la puta mierda —le dije cruzándome también de brazos.

—Esa no es forma de hablarle al Alpha rey —dice apretando la mandíbula y yo ruedo los ojos —, te haz estado escapando más que nunca estos días y yo no he dicho nada pero que lo hagas este día con tanta gente importante allá adentro va a provocar que te castigue y te encierre en una jaula de Plata hasta que aprendas a quedarte quieta en un solo lugar, tengo muchos enemigos y están por todos lados esperando a que baje la guardia para masacrarme.

—No soy culpable de que tengas enemigos —me enojo acercándome a él para luego enterrar mi dedo en su pecho, cosa que lo fastidia y amo fastidiarlo —, tú te los ganaste transformándote en un tirano de mierda que tiene a las manadas cagas del miedo, nadie se quiere acercar mucho a mi por miedo a lo que les puedas hacer, nadie habla de mi o conmigo y me la paso encerrada en la casa.

Ahora es él quien rueda los ojos.

—Llorona —dice burlón y yo entrecierro los ojos lista para agarrarme a patadas con él pero Tyler me agarra y me aparta.

—¡Idiota! —me impulsó pera ir hacia él pero Tyler frena mis movimientos.

—Hermanita, hermanita, hermanita —niega con la cabeza burlon —, tienes suerte que estoy de buenas y que hoy es tu cumpleaños —se va acercando a mi y yo me quedo quieta confundida.

Cuando está frente a mi besa mi frente y saca de su bolsillo una caja de terciopelo.

—Feliz cumpleaños —lo miro confundida pero cuando abre la caja veo un hermoso collar antiguo y fino, de oro, con tres piedras de esmeralda —, desde hace tiempo que he notado que te escapas y nunca hice nada porque se que estás agobiada, además, te sabes defender de maravilla —saca el collar de su estuche y lo acerca a mi cuello para luego colocarlo.